El ilustre exblanquiazul que lidera al Alcalá, el rival de Copa
Ángel Manuel Vivar Dorado, futbolista del CD Tenerife en un tramo de la década de los 90 y titular habitual con Jupp Heynckes, es ahora el primer entrenador del equipo al que se enfrentarán los blanquiazules este martes en la Copa del Rey.

Ángel Vivar Dorado, entrenador del Alcalá. / RSD Alcalá

CD Tenerife y RSD Alcalá coincidieron por última vez en la temporada 12/13. El desenlace fue opuesto. Los blanquiazules ascendieron a Segunda División y los rojiblancos cayeron a una Tercera en la que quedaron instalados durante doce cursos. Fueron once años intentando subir de categoría. Uno tras otro sin lograrlo. Hasta que en la campaña 24/25 llegó a El Val un entrenador que supo encontrar el camino. El Alcalá no solo alcanzó el anhelado objetivo como campeón del grupo madrileño, sino que lo hizo con una superioridad aplastante. El triunfo definitivo se produjo a mediados de abril y el equipo acabó con 14 puntos de margen sobre el segundo al cierre del calendario. Un éxito relacionado directamente con su técnico, Ángel Manuel Vivar Dorado, que sigue en el cargo y que este martes se reencontrará con un club que fue crucial en su carrera, el CD Tenerife.
¿Por qué al Tenerife?
Porque Vivar Dorado fue futbolista del Tenerife en uno de los tramos más brillantes de la historia del representativo. Fichó en el verano de 1995 y se marchó al Racing al final de la temporada 97/98. Lo más llamativo fue que, después de crecer en el Leganés –fue canterano desde los 11 años– y destacar en Segunda División –35 partidos y 10 goles en la 93/94, nada mal para ser centrocampista–, recibió cuatro ofertas, una del Real Madrid, otra del Barcelona para incorporarse a su filial, la siguiente del Valladolid y la cuarta, del Tenerife. Eligió esta última. En esos tiempos, el blanquiazul no era un equipo cualquiera. No solo llevaba cinco campañas seguidas en la máxima categoría, sino que había adquirido respeto y admiración gracias al estilo implantado por Jorge Valdano y Ángel Cappa. Precisamente, esa manera de entender el juego sedujo a Vivar. Creyó que iba a encajar mejor en el Tenerife que en los otros posibles destinos. Ni Barcelona B, ni Real Madrid, ni Real Valladolid. Pero al firmar con el club tinerfeño, se encontró con una noticia inesperada, la salida de Jorge Valdano al Real Madrid. Ya no iba a coincidir en la Isla con quien había dado el visto bueno a su fichaje. En lugar de verse entrenando a las órdenes del campeón delMundo con Argentina, lo hizo con Vicente Cantatore. Con 20 años y en su primera experiencia profesional lejos de casa, Ángel tuvo que asumir un papel secundario. Una función muy diferente a la que venía desempeñando con el Leganés. En la 94/95 solo llegó a intervenir en cuatro partidos, el primero, en enero de 1995 en San Lázaro, ante el Compostela. Un rato como suplente.
De Cantatore a Heynckes
Tras un curso casi en blanco, el rumbo dio un vuelco para Vivar Dorado. Pasó de no entrar en los planes de Vicente Cantatore a participar con frecuencia con Jupp Heynckes, uno de los entrenadores más influyentes de su carrera.
Al fin, Ángel pudo encontrar su espacio en el Tenerife. En la Liga 95/96, coronada por los blanquiazules con el quinto puesto en Primera y su segunda clasificación para la Copa de la UEFA, el madrileño tuvo presencia en 29 encuentros. Además, pudo marcar un gol, precisamente al Compostela. También tuvo mucho peso en la trayectoria del equipo en la Copa del Rey de esa edición, en la que el Atlético fue el único obstáculo insuperable, ya en cuartos de final.
Una vez consolidado, siguió siendo una pieza clave para Heynckes en el curso siguiente, el de la presencia del equipo en la semifinal de la Copa de la UEFA disputada ante el Schalke 04, con un resultado favorable a los alemanes. Esa eliminatoria quedó grabada en el recuerdo de Vivar, no solo por el marcador adverso, sino por su expulsión en el duelo de ida, celebrado en el Heliodoro Rodríguez López el 8 de abril de 1997. Una roja directa en el minuto 57 mostrada por el inglés Roland Elleray por un supuesto codazo a un rival. Ángel aseguró en aquel momento que solo se había protegido, que no había agredido al futbolista de Schalke 04. Pero en aquella época no existía el VAR.
El Tenerife terminó con nueve jugadores por otra expulsión, la de Marcelo Ojeda, pero pudo ganar gracias a un gol de penalti anotado por el ahora presidente del club, Felipe Miñambres, a quien Vivar espera recibir mañana en El Val.
A Ángel le dolió tener que perderse el enfrentamiento de vuelta, aquella noche de tan mal recuerdo para el tinerfeñismo: un 2-0 en Gelsenkirchen y adiós a Europa.
Pero, en el fondo, fue una temporada enriquecedora para él:40 partidos y seis goles, dos en la Copa de la UEFAal Maccabi Tel Aviv.
Del Tenerife al Racing
Fue una campaña que dio paso a otra diferente, resuelta con una apurada permanencia conquistada de la mano de Juan Manuel Lillo, el sustituto de Artur Jorge, que había sido contratado para suplir a Víctor Fernández. En medio de tanta irregularidad, el actual entrenador del Alcalá añadió 20 partidos a su recorrido como blanquiazul. En total, 101 actuaciones.
Porque Vivar no continuó en la Isla a partir de ese curso, el anterior al que condujo al equipo a Segunda tras una década en Primera. El mediocentro sacó la conclusión de que no iba a participar con la misma asiduidad, que ya nada iba a ser igual como con Heynckes, y puso rumbo al Racing de Santander. Los cántabros también competían en la categoría principal.
Su carrera siguió en Santander, en el Rayo, en el Getafe –subió a Primera con el triunfo por 3-5 en Tenerife de junio de 1994–, en el Valladolid y, por último, en el Albacete, con el que no pudo competir por culpa de una lesión en el tendón de Aquiles que arrastraba del curso anterior. Con 35 años no tuvo otra alternativa que retirarse
Después de un tiempo vinculado al fútbol como comentarista de radio y de televisión, se animó a dar el paso de ocuparse de una vocación pendiente, la de ser entrenador. Empezó con los juveniles del Leganés y desempeñó esa misma función en el Alcorcón, hasta que recibió la llamada del Alcalá, con el que sigue apuntando alto.
Expulsado en el partido del sábado ante el filial
El Alcalá derrotó el sábado al Tenerife B en El Val en la octava jornada de Segunda RFEF (1-0). En ese partido fue expulsado Vivar Dorado por protestar una decisión del árbitro –también vieron la roja los jugadores Álvaro Portero, Cristian González y Javi Hernández–. Asumiendo su baja en la eliminatoria de Copa ante el primer equipo blanquiazul, el entrenador aseguró no estar preocupado porque cuenta con un cuadro técnico que «trabaja muy bien». Aparte de su situación, advirtió de que el Alcalá «apurará» sus opciones para pasar de ronda. «Es un premio que tenemos que disfrutar desde la competitividad y la exigencia máxima», afirmó Vivar, que planea hacer rotaciones en la alineación. «Hay jugadores que no están participando y que lo están mereciendo», avanzó el entrenador.
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