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CD Tenerife

El fichaje de Álvaro González: una videollamada de Felipe, una antigua coincidencia con Cervera en Santander y el reto de subir con el CD Tenerife

¿Cómo se adapta un futbolista que lo ha sido todo a un equipo que estaba en horas bajas y fuera del fútbol profesional? Dan con las claves Felipe Miñambres y Álvaro Cervera

Álvaro González, en el partido ante el Zamora.

Álvaro González, en el partido ante el Zamora. / Rafael Arturo Jimenez Rivero

Manoj Daswani

Manoj Daswani

Santa Cruz de Tenerife

Una de las muchas buenas noticias que arroja el comienzo de temporada para el CD Tenerife es el notable rendimiento de Álvaro González Soberón, el más mediático de los fichajes que suscribió el representativo durante el pasado verano. La incorporación del central de Potes propició un extraordinario revuelo en las redes el día que fue anunciado, pero también trajo consigo la lógica interrogante sobre su grado de motivación e implicación después de rubricar una carrera tan larga como exitosa en otros destinos. Quienes mejor le conocían (por ejemplo el exblanquiazul Ayoze Díaz, muy vinculado con su Potes natal) no tenían la más mínima duda. «Es de los jugadores más competitivos que conozco», dijo entonces.

En realidad, tampoco los grandes valedores de su contratación tenían ningún temor, más bien al contrario. Fue Rayco García quien lideró la operación, como así ha confesado el propio futbolista; y en las entrañas del club ya tenían buenas referencias suyas tanto el presidente, Felipe Miñambres, como el hombre que se ocuparía de entrenarlo y hacerlo funcionar, Álvaro Cervera, quien ya coincidió con el ahora 22 blanquiazul en las filas del Racing.

El testimonio de Felipe

«No sigo redes sociales, no sé qué se generó ahí. Lo más importante es el terreno de juego y ahí está rindiendo. Álvaro ha estado en muchos grandes equipos, le conocía y, en un mercado de enero, en el Levante sí estuve valorando la opción de traerlo y se cayó todo por un tema fiscal», cuenta Felipe Miñambres, quien salió de dudas el día que conectó con González Soberón por vía telemática. «Sí, así es. Yo hablé en una videollamada y ya noté que estaba ilusionado».

«Al final, que esté con nosotros un jugador que viene de grandes ligas y con muchos seguidores es importante; pero lo que esperábamos de él es que diese lo mismo que en esas otras ligas, y por ahí lo está dando», anota Miñambres mientras el central sigue acumulando minutos y titularidades. No se ha perdido ni uno solo de los partidos del representativo, si bien el pasado sábado fue reemplazado al descanso porque tenía tarjeta y, con el Zamora en inferioridad, existía el riesgo de que el árbitro tendiese a nivelar a los dos equipos.

«Es un chico que yo ya entrené en Santander», recuerda Cervera. «Luego ha tenido varias etapas y ha tenido una trayectoria deportiva muy importante», añade el técnico, quien cree que la clave era que se pusiera al mismo nivel físico que sus compañeros. Motivos estrictamente familiares retrasaron su incorporación a la pretemporada. Luego, como ocurre con los más jóvenes y también con los más curtidos, fue Aitor Sanz quien puso de su parte para que la adaptación resultase sencilla y un jugador tan hecho como Álvaro encontrase en Tenerife un sitio donde crecer Y donde sentirse motivado. «Si no hubiera la masa social que hay, la afición tan conectada con el equipo que tenemos, quizá me habría quedado en mi pueblo», ironiza el jugador.

Como montar en bici

«Últimamente estaba en un sitio donde no estaba jugando mucho y si teníamos dudas, era sobre cómo se iba a incorporar al fútbol. Dejar el fútbol no es como pintar o montar en bici; él no lo había dejado, pero sí había dejado de jugar con asiduidad, y ahí estaba el riesgo», define Cervera. «Pero tiene tanta experiencia y tanta calidad, que nosotros sabíamos que funcionaría desde que estuviese físicamente bien», agrega.

«Es un tipo serio. Habla mucho, coloca mucho a los demás, gesticula... es el típico jugador que ha estado en muchos equipos y con muchos compañeros, y que, por tanto, busca aportar todas esas enseñanzas al resto de futbolistas», revela el míster.

«Es verdad que el fútbol ha cambiado y ha evolucionado mucho hacia mejor, y desmintiendo a todos aquellos que pensábamos que estaba todo inventado». Y entre aquello que estaba por descubrir, ahí está Álvaro, la confirmación de que un futbolista que lo ha sido todo aún tiene ganas de reinventarse y seguir aprendiendo.

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