El valor de la experiencia

Para hablar de la Primera RFEF resulta muy útil todo cuanto aporta Carlos Abad, recién renovado con el Hércules. Su último año en un histórico del fútbol español también incrustado en la liga de bronce –como ahora el Tenerife– convierte la suya en una voz autorizada para opinar y escrutar el torneo.

Carlos Abad, en una céntrica localización de Santa Cruz.

Carlos Abad, en una céntrica localización de Santa Cruz. / ARTURO JIMÉNEZ

Manoj Daswani

Manoj Daswani

Santa Cruz de Tenerife

Para los aficionados del Tenerife, el testimonio de un viejo conocido como Carlos Abad –exblanquiazul y trotamundos– es la voz de la experiencia. Viene de jugar en la categoría en la que ahora aterriza el representativo y conviene escucharle para saber qué le espera al Tenerife a partir del próximo 31 de agosto. «Va a ser el gran favorito al ascenso, que además se lo deseo, pero no va a ser un camino de rosas», advierte.

Su análisis empieza por la longitud del campeonato. «Aunque no dura lo mismo que la Segunda División, la Primera RFEF se hace igual de larga», anota. « De hecho, los últimos ascensos no se resuelven hasta mucho tiempo después de acabarse la liga regular, ya con temperaturas totalmente veraniegas», aporta. Describe Abad esta liga de bronce como «una competición muy pareja». Y avisa a navegantes, Tenerife incluido. «A priori hay clubes que por nombre son muy favoritos, pero al final hay margen para las sorpresas. En nuestro grupo hubo mucho empate y mucha igualdad de puntos; en el otro, el del Norte, parecía que había más desigualdad pero en la ultima jornada la Cultural pudo dejarse el liderato.Y en cuanto a los descensos, hasta tres o cuatro equipos que estuvieron pendiendo de un hilo en la última jornada», relata.

Para el portuense, «la diferencia con la Segunda no es de competitividad ni de ritmo, porque todos los rivales te plantan cara y todos te pueden ganar». En cambio, lo que sí varía es el número de jugadores determinantes, capaces de virar un resultado o un partido. «En Primera RFEF son muy pocos; en Segunda abundan, los hay incluso en los equipos que peleando por no descender», afirma. Y pone como ejemplo al propio Tenerife, que tenía en sus filas a futbolistas de la talla de Luismi Cruz, Diarra, Ángel o Maikel Mesa pese a que navegó toda la temporada en puestos de emergencia. Avisa Carlos que el factor afición se presume determinante. «De hecho, más allá de la experiencia personal o el rendimiento, lo que ha marcado la diferencia para estar plenamente feliz en el Hércules es el respaldo masivo de la afición», dice tras haber renovado su contrato por una cuestión de convicción. «Nunca he estado tan seguro de tomar una decisión deportiva», sugiere.

«Sentirme querido es lo más grande del fútbol y una de las cosas que más valoro después de varios años dando tumbos. En todos los sitios donde he estado sí he notado el cariño de la afición pero en Alicante ha sido especial. Incluso pudiendo haberme ido, decidí quedarme y esperar al momento del ascenso, que ha sido de las fechas más especiales de mi carrera», añade, ya a modo de reflexión personal. «Éste es el mejor sitio donde puedo estar, me quieren mucho y me siento identificado con el club, la ciudad y con todo lo que supone el Hércules. Siendo honesto, y no lo digo por decir, como canterano del Tenerife me gustaría regresar algún día», completa. Dicho lo cual, desea en voz alta que ambos clubes coincidan en el grupo. Y que suban los dos. n

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