La cuenta pendiente de Aitor Sanz: un ascenso con el CD Tenerife

A las puertas de subir a Primera con la camiseta blanquiazul en 2027 y 2022, el capitán tiene ahora por delante el desafío de comandar al representativo en su retorno a la élite

Aitor Sanz, a punto de golpear el balón en el duelo de vuelta de la eliminatoria de ascenso frente al Girona en la temporada 21/22.

Aitor Sanz, a punto de golpear el balón en el duelo de vuelta de la eliminatoria de ascenso frente al Girona en la temporada 21/22. / Carsten W. Lauritsen

Santa Cruz de Tenerife

Capitán y santo y seña, Aitor Sanz es historia viva del CD Tenerife. No en vano, su reciente renovación ha sido celebrada de forma unánime por el tinerfeñismo, que hace ya mucho encontró en el centrocampista a uno de sus futbolistas predilectos. El cariño de la afición del equipo de su vida –tal y como el mismo ha manifestado en numerosas ocasiones–, Sanz se lo ha ganado con trabajo y tiempo. El madrileño, camino de su décimo tercera temporada en la Isla y de los 41 años que cumplirá en septiembre, alcanza ya las 380 apariciones con la camiseta blanquiazul de las que en 349 fue titular, supera los 30.000 minutos y ha visto 155 cartulinas amarillas. 

A cinco partidos de igualar a Toño Hernández como segundo en el ranking histórico de jugadores del Tenerife (Alberto Molina lidera la tabla con 413), Sanz lo ha vivido casi todo desde su desembarco en el representativo en la 13/14: numerosos cambios de entrenador, de directores deportivos, tres presidentes, una pandemia, momentos de bonanza y otros de dificultades, desde hace bien poco un descenso, temporadas sobresalientes en lo particular e, incluso, el calvario por una lesión en el tendón de Aquiles que estuvo a punto de costarle la retirada. En la hoja de servicios del capitán, no obstante, sigue en blanco y esperando a ser marcada con un 'tick' verde, la casilla en la que figura la palabra «ascenso».  

Aitor Sanz, distinguido al convertirse en el tercer futbolista con más partidos en la historia del CD Tenerife.

Aitor Sanz, distinguido al convertirse en el tercer futbolista con más partidos en la historia del CD Tenerife. / Andrés Gutiérrez

Getafe 2017

Y no será por no intentarlo. Más allá de las numerosas temporadas en las que, siendo un equipo aspirante, el Tenerife se quedó lejos de luchar por escalar hasta la gloria de la Primera División, hasta en dos ocasiones recientes se quedó a un partido de conseguirlo. La primera en la temporada 16/17. A las órdenes de José Luis Martí, un representativo que iba de tapado, cuajó una temporada regular de sobresaliente y acabó en cuarto lugar. En la promoción, el conjunto insular se midió al Cádiz en semifinales y al Getafe en la final. Ante los amarillos, derrota por 1-0 en el Carranza y triunfo por idéntico resultado en el Rodríguez López (marcó Gaku) para acabar clasificándose por mejor clasificación al término de la prórroga. 

El drama vino después, en la batalla final contra el Getafe de Bordalás. El Tenerife fue muy superior en la ida, pero solo llevó un tanto de renta a Madrid, el que anotó Jorge Sáenz a la salida de un córner. En el Coliseum, un inicio de partido horroroso (2-0 a los 12 minutos) hizo imposible la reacción blanquiazul. Máxime cuando Pacheco hizo el 3-1 en el 36. Aitor Sanz jugó esa campaña 43 partidos, entre ellos los cuatro del playoff, de los que completó tres. Con tres goles, ha sido su campaña con más acierto de cara al arco rival. 

Girona 2022

Para muchos quedará marcado como «el año del no ascenso». Ese que, con un Rodríguez López lleno hasta la bandera, el Centenario a la vuelta de la esquina, la posibilidad de salir victorioso de la serie incluso con un empate y tras el 0-0 de la ida, acabó con el Girona celebrando su regreso a Primera sobre el césped del recinto capitalino. Nunca la gloria estuvo tan cerca como cuando Carlos Ruiz anotó de cabeza el 1-1 (el duelo concluyó 1-3) que restablecía la igualada inicial y acercaba al Tenerife al ascenso. El que hubiese sido el de Aitor, pero acabó siendo el de Stuani o Baena. Hay quien abre el doloroso debate de si dolió más en Getafe o en Santa Cruz, pero lo cierto es que el desenlace fue el mismo. El capitán, que en el aquel partido portó un brazalete de color rojo, sumó esa temporada 38 partidos a las órdenes de Luis Miguel Ramis. En el playoff lo jugó todo. 

No sería a Primera División, pero casi más importante vista la necesidad del Tenerife de recuperar el fútbol profesional. La temporada 25/26 bien podría ser la del intento definitivo, la del ansiado ascenso de Aitor Sanz con la camiseta del representativo. Aunque no en blanco y azul, Aitor conoce el camino. Lo recorrió con el Real Unión (Irún) en la 08/09.

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