La clave está en el acta

La convulsión continúa y las dudas crecen. El futuro del representativo vuelve a estar en manos de la Justicia, tendencia que se acrecienta desde que comenzó el carrusel de juntas, las demandas cruzadas y el lío de los burofaxes. Un ‘Aquí no hay quien viva’ en bucle.

José Daniel Díaz y Francisco Heredia, junto al exconsejero del club Octavio Cabrera (izquierda).

José Daniel Díaz y Francisco Heredia, junto al exconsejero del club Octavio Cabrera (izquierda). / MARÍA PISACA

Manoj Daswani

Manoj Daswani

Santa Cruz de Tenerife

Felipe Miñambres no ofreció ayer ninguna prueba que acredite la legimitidad de su presidencia, que algunos juristas ponen en duda. Su larga conferencia ante los medios de comunicación (una hora de duración) deja entrever que el clavo ardiendo al que se aferra el ala de Rayco García, segundo máximo accionista, es que el presidente depuesto no llegó a clausurar la sesión del consejo de administración que tuvo lugar el lunes. Esto es, que no la cerró, sino que simplemente se levantó y se fue.

Octavio Fernández, especialista en sociedades mercantiles y además secretario de ayuntamiento, sostiene desde el mismo día que surgió la noticia del nombramiento de Felipe que éste «es nulo» de pleno derecho. En todo caso, se pregunta dónde está el acta y quién va a firmarla. Asimismo, recuerda que las votaciones en el seno de la directiva ha de organizarlas y dirigirlas el presidente.

«Para mí la clave de este consejo de administración, que se regula por la Ley de Sociedades de Capital y los Estatutos del CD Tenerife, es el acta», reitera el letrado. Según subraya, «el presidente tiene la función de realizar la convocatoria, declarar abierta la sesión, así como la lectura y aprobación del acta de la reunión anterior». Todo ello sí ocurrió el lunes. ¿Pero qué pasó luego? «No se puede votar cuando el presidente abandona la sesión, eso es de Primero de Derecho. Una vez se va, la sesión no existe», afirma Fernández.

«Si el presidente se ha marchado, ya no hay una sesión activa. Yo lo que digo, es lo que viene en la norma, que es muy clara», añade este avezado experto en sociedades anónimas, que además tiene la condición de aficionado y abonado del CD Tenerife. Desde este perfil, lamenta que los consejeros que conforman la mayoría de gobierno hayan optado por esta vía. «Si tienen más votos, lo más lógico habría sido seguir el cauce legal. Aquí ha habido una especie de precipitación y lo más lógico en una sociedad tan seria como el CD Tenerife es haber seguido estrictamente el cauce legal, más todavía en una cuestión tan relevante como la renovación del presidente», enuncia.

«Yo respeto profundamente a todas las personas, pero toda la Isla y todos los que estamos acostumbrados a estar en juntas generales tenemos motivos para estar aturdidos ante una situación surrealista», describe.

Para este abogado, «de momento solo hay un comunicado en web, pero eso no basta». De ahí que inste al Tenerife a publicar el acta para mitigar cualquier duda, discusión o debate respecto a la presidencia recién parida de Felipe Miñambres. «En el acta está lo que realmente ha sucedido. ¿Dónde está el acta firmada por el secretario y el presidente? Un comunicado en redes no tiene efectos jurídicos», añade.

Según consta en la ley que rige a las sociedades anónimas deportivas, el acta de una reunión debe fijar la constitución del consejo, los debates, acuerdos aceptados con el resultado de las votaciones y, por supuesto, el momento en que se levantó la cita. Son dudas que ayer no quiso aclarar Felipe Miñambres, quien derivó cualquier duda al área jurídica del representativo. Parece seguro que el futuro del club, y de esta presidencia, lo dirimirán los tribunales. La convulsión continúa, las dudas crecen.

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