La Liga de los errores: repaso a los regalos del CD Tenerife durante la temporada de su descenso
Empezando por Óscar Cano, pasando por Pepe Mel y acabando con Álvaro Cervera, ninguno de los técnicos del representativo ha encontrado la manera de cortar la sangría de fallos no forzados del combinado blanquiazul

José León se lamenta tras la derrota en el Rodríguez López frente al Zaragoza. / Andrés Gutiérrez

“Es un poco el espejo de todo el año. Hemos perdido, o dejado de ganar, más por errores nuestros que por aciertos de los contrarios”, lamentó Álvaro Cervera en sala de prensa tras la derrota del Tenerife frente al Oviedo.
Un error de Landázuri, que aprovechó Nacho Vidal para adelantar a los asturianos, hizo aflorar en el técnico la misma sensación de déjà vu que persigue al tinerfeñismo desde la génesis de la 24/25: empeñado en regalar goles -y puntos- a sus adversarios, el combinado blanquiazul bien podría ser galardonado como el equipo más solidario de la Segunda División. “Me hubiese gustado pensar que el equipo contrario es el que ganó. Perder así, me molesta. Hemos tenido muchos aciertos, pero los errores nos han condenado. Cometimos un error infantil y ellos lo aprovecharon”, expuso Cervera.
De principio a fin
Y no le falta razón al adiestrador. Los errores en la mitad de campo propia de la campaña del descenso a Primera Federación han sido la tónica del CD Tenerife desde la primera fecha del campeonato. Mucho antes, incluso, del retorno del hombre de las lentes al banquillo del Rodríguez López.
Es más, el aparente empeño del elenco insular en martirizarse comenzó a hacerse notar en la primera jornada del campeonato. En el Pepico Amat de Elda, y con 1-1 en el marcador, un centro llovido mal defendido (Juande estuvo blando en la pugna aérea) acabó en el tanto de Bernal para el 2-1 definitivo.
Apenas una semana después, en la segunda jornada, un saque de puerta corto de Tomeu Nadal terminó en derribo de José León a Luis Suárez, con la consiguiente roja para el zaguero. El Tenerife, con uno menos desde el minuto 50, no pudo resistir el empuje del Almería y acabó cediendo por 0-1.
Todavía con Óscar Cano a los mandos, y en la tercera fecha del campeonato, una estupenda actuación a domicilio frente al Cádiz (el duelo marchaba 0-2) viró hacia el desastre a partir de un penalti absurdo de Rubén Alves sobre Chris Ramos. El central no vio llegar al delantero y, al tratar de despejar la pelota, con lo que impactó fue con la pierna del atacante. Intervención del VAR, penalti para el 1-2 y, a la postre, un triunfo que se escapó en el minuto 94.
Mel también sufrió
La tendencia no cambió con la llegada de Pepe Mel. En el debut del madrileño, Sergio González abandonó su marca tras un saque de esquina en corto y Róber Pier acabó aprovechando para rematar a placer y poner el 0-1. Tras el choque, Mel explicó que la defensa de esa jugada estaba trabajada y sus futbolistas tenían órdenes de no abandonar el área para salir a presionar.
Una semana después, en el campo del Castellón, Raúl Sánchez recogió un rechace de su propio remate para, junto a David, rematar de cabeza en el área pequeña casi sin saltar y anotar el 1-0. El duelo, que llegó a igualar Ángel, concluyó con victoria albinegra por 2-1.
Más dolorosa fue la derrota en el Rodríguez López a manos del Zaragoza, que levantó en menos de diez minutos un duelo que marchaba 2-0 a favor de los insulares. Con 1-0 en el marcador, Sergio González trató de controlar un balón alto cuando, para su desgracia, un futbolista del cuadro maño se le adelantó viniendo desde atrás. Pese a lo accidental de la acción, golpear tan arriba a un rival, y no a la pelota, le costó la roja al capitán.
En Granada, la famosa noche en la que Mel explotó en sala de prensa -aseguró que metería “el dedo en el culo” de sus futbolistas para no permitir que bajaran los brazos y utilizó la desafortunada metáfora del “transatlántico” (el Granada) contra la “patera” (el Tenerife)- Boyé redondeó un resultado sonrojante de 4-0 rematando a ras de césped, y sin oposición, desde la frontal del área pequeña.
La portería, otro hándicap
Cinco jornadas más tarde (en la 15), y ya en el Carlos Tartiere, un disparo centrado de Sibo desde media distancia sirvió para adelantar al Oviedo porque Salvi Carrasco no acertó a desviar la pelota. El guardameta, que trató de despejar a mano cambiada, apenas rozó la bola. El Oviedo acabó venciendo por 3-1.
Una semana después, en el Carlos Belmonte, el Albacete salió de un enorme bache al imponerse a un Tenerife que ya se desangraba y se lo puso muy fácil a los de Alberto González. El 1-0 se produjo como consecuencia de un error ridículo de Rubén Alves, que levantó la mano para pedir fuera de juego antes de decidirse a despejar. Ese medio segundo lo aprovechó un futbolista del Alba para anticiparse y forzar el penalti que valió el 1-0. No tan groseros, pero sí definitivos, fueron los fallos de Mellot y Tomeu en el 2-1 final. El francés abandonó su zona para tratar de robar el cuero y dejó a su espalda un espacio por el que apareció Morcillo para chutar al primer palo y sorprender al arquero del Tenerife, que pudo hacer mucho más. De nada sirvió el 1-1 que había anotado Maikel Mesa.
En Córdoba, un Tenerife desastroso se vio superado de principio a fin por el equipo dirigido por Iván Ania. Con todo, no fue hasta que Antonio Casas puso el 2-0 de cabeza, aprovechando una salida en falso de Salvi, cuando el duelo se rompió por completo.
Cervera tampoco elude la desgracia
Al igual que les sucedió a Cano y a Mel, Álvaro Cervera experimentó en sus propias carnes, el mismo día de su debut, la incomprensible manía del representativo de autozancadillearse durante la 24/25. Entonces fue Luismi Cruz el que, en el primer duelo liguero de 2025, vio la roja directa por una entrada durísima en el centro del campo. El Levante, que ya ganaba entonces (0-1), acabó pasando por encima del los blanquiazules.
Ya en el fin de semana 23, una desconexión de dos minutos se llevó por delante el recital blanquiazul en los 76 anteriores. Del 0-2 y los pitos de La Romareda al Zaragoza, al 2-2 y los nervios para no ceder también el punto del empate.
Una semana después, el Eldense se llevó del Rodríguez López unos tres puntos demasiado baratos cuando Sergio González trató de sortear la presión de Llabrés con una picadita en área propia. El jugador cedido por el Mallorca robó el cuero y no perdonó. Para Cervera, tal y como había reconocido antes, ese partido estaba llamado a ser clave para engancharse a la pelea por la salvación.

Sergio González se lamenta tras el tanto del Eldense. / Andrés Gutiérrez
El drama de los penaltis
Cuatro días más tarde, un penalti por mano de David Rodríguez estuvo cerca de acabar en el 0-1 del Deportivo, pero Yeremay se topó con el larguero. Aunque el duelo terminó con idéntico resultado al del primer minuto, el punto no le salió a cuentas a un necesitado representativo.
Aunque con final feliz porque el Rodríguez López acabó festejando una sufridísima victoria, no se debe pasar por alto el penalti que cometió José León frente al Albacete en la jornada 25. El Alba se acercó en el electrónico con el 2-1 y, una jugada desgraciada con Waldo como protagonista que se saldó con roja en el minuto 62, le puso muy cuesta arriba la noche a los locales hasta que Maikel Mesa remató la faena en los últimos minutos.

Waldo Rubio abandona el campo tras ser expulsado contra el Albacete / Arturo Jiménez
'Doblete' de José León
Poco tardó José León en volver a ser protagonista en una acción de penalti en contra. En el Martínez Valero y contra el Elche, el central estiró el brazo mientras caía la pelota desde arriba para tratar de incomodar a Sory Kaba. El delantero estaba lejos del radio de acción del brazo de León, que no contactó con el futbolista franjiverde, sino con la pelota. Infracción infantil que se saldó con el primero de los dos tantos del Elche en la tarde.
La mala racha desde el punto de castigo se prolongó en Miranda de Ebro. Apenas habían transcurrido 25 minutos cuando Gallego, en un esfuerzo defensivo para frenar un contragolpe del Mirandés, trabó sin intención a un adversario y entregó en bandeja al futbolista rival la posibilidad de irse al suelo y forzar el pitido del colegiado. Así fue. La diana de Izeta, que falló ante Badia pero empujó el rechace a placer, puso la primera piedra del 2-0 final.
Sobresaltos hasta en los días felices
La tendencia de los penaltis en contra no cesó a la vuelta del frío burgalés. De hecho, se acrecentó. Siempre con final feliz, porque los pupilos de Cervera fueron capaces de encadenar tres victorias seguidas por primera -y única- vez en todo el curso, las malas decisiones les costaron a los insulares ser objeto de tres máximos castigos en contra en las jornadas 32, 33 y 34, sucesivamente. Frente al Cádiz, fue Aitor Sanz quien arriesgó más de la cuenta y pisó sin querer a un Ontiveros que andaba frito por forzar un lanzamiento que él mismo transformó. También en el Rodríguez López, aunque esa vez contra el Granada, fue Mellot el que se deslizó por el césped de forma imprudente y barrió a un futbolista nazarí. Ya en El Molinón, Bodiger colocó el brazo muy extendido, y muy arriba, con la mala suerte de que cortó un disparo a bocajarro del rival.
Afortunadamente, los duelos ante el Cádiz (2-1), el Granada (2-1) y el Sporting de Gijón (1-3) acabaron siempre en victoria tinerfeñista. Los buenos resultados disimularon esas pifias. No obstante, estuvieron muy cerca de haber lastrado una progresión que llegó a ser ilusionante, pero que no fue suficiente. El hándicap, especialmente por concesiones defensivas, era ya insalvable.
También en el otro área
La lista de errores no forzados, en todo caso, podría extenderse en caso de tener en cuenta para el escrutinio las acciones en área rival que, si bien estuvieron muy cerca de subir al tanteador en forma de goles, de una forma u otra acabaron frustradas.
Destacan, en primer lugar, los penaltis malogrados por el cuadro insular. Ni Enric Gallego (contra el Málaga), ni Ángel (en el Arcángel frente al Córdoba), ni Luismi Cruz (en el campo del Oviedo) fueron capaces de anotar los tres lanzamientos de castigo de los que ha dispuesto hasta ahora el representativo en toda la temporada.

Ángel desperdicia una ocasión de gol en el duelo frente al Elche de la primera vuelta. / Arturo Jiménez
Más fallos que aún escuecen
También sobresalen algunas oportunidades desperdiciadas en momentos clave, como un remate al aire de Ángel en una acción sin aparente dificultad en el duelo contra el Elche en el Rodríguez López (hubiese supuesto el 2-0 en un duelo que acabó en empate), o el mano a mano que Gallego mandó al 'muñeco' en los últimos minutos del choque en Riazor. Más atrás queda el balón que cayó en los pies de Yanis Senhadji cuando apenas restaban unos segundos para el final en el 1-1 ante el Sporting. El ariete no fue capaz de armar el tiro y las opciones de triunfo se esfumaron. Tampoco hubo acierto en las ocasiones de las que dispusieron los insulares en el Ciudad de Valencia todavía con el 0-1 en el marcador. La misericordia salió cara y Brugué puso las tablas en el descuento. Con ellas, los clavos en el ataúd del representativo.
Suscríbete para seguir leyendo
- Zahra, la joven que murió en el tranvía de Tenerife tras cumplir su sueño de viajar a Asia
- Aemet advierte que Canarias pasará del calor intenso al tiempo otoñal en solo unos días
- El tinerfeño Daswani presumía de obtener 7.000 euros de rentabilidad en 30 minutos
- La Mareta, el charco del tamaño del Heliodoro que cambiará el litoral de Añaza
- La sombra de un pelotazo urbanístico aborta la venta de suelo del Círculo de Amistad en El Mayorazgo
- Más de 600 bocadillos al día y menos de 4 euros: así es el bocadillo que triunfa en este municipio de Tenerife
- Un refugiado alemán y una receta centenaria: esta es la historia de la pastelería más antigua de Canarias que está en Tenerife
- Hace 30 años los recoveros salvaron la Recova: hoy el mercado de Santa Cruz está en auge