Distribución ilegal en el CD Tenerife: la trama también operaba por wasap y robaba balones

Los productos se correspondían solo con las tallas que utilizaban jugadores y técnicos del CD Tenerife y se suministraron de forma masiva en distintas asociaciones, colegios y grupos del Carnaval

Uno de los pantallazos que circuló por distintos colectivos y asociaciones a través de la red de mensajería Whatsapp.

Uno de los pantallazos que circuló por distintos colectivos y asociaciones a través de la red de mensajería Whatsapp. / EL DÍA

Manoj Daswani

Manoj Daswani

Santa Cruz de Tenerife

La trama de distribución ilegal de camisetas y otras prendas oficiales del CD Tenerife actuaba con total impunidad y operaba también vía wasap.

A través de la red de mensajería y con la connivencia de distintos colaboradores, los responsables de la sustracción sistemática de indumentarias y equipaciones deportivas las comercializaban de forma masiva para así venderlas en grandes colectivos, donde la demanda era alta.

Por wasap

Así, se valieron de la difusión de fotografías en las que se exhibía el material disponible para que circularan a través de grupos de wasap, entre ellos los formados por componentes de murgas del Carnaval, padres de alumnos de una misma clase o colegio, asociaciones de vecinos o equipos deportivos de base. En determinados casos, había prendas que se vendían a precios ínfimos, incluso a diez euros.

En el seno de estos grupos, llamaba la atención que para determinados productos (por ejemplo, las camisetas de juego) estuviesen disponible solo algunas tallas. Esto era así porque las equipaciones sustraídas eran precisamente aquellas consideradas de «consumo interno» y que la firma Hummel entregaba al CD Tenerife para que se las hiciera llegar a sus futbolistas y técnicos.

Con cierta frecuencia, éstos se quejaban a sus superiores de que tenían muy poco material en comparación con el que se les ofrecía en otros clubes. La situación empezó a ser muy significativa en los meses más lluviosos del año, cuando fueron a buscar chubasqueros y otras prendas de invierno, y descubrieron que apenas había.

Material ya serigrafiado

En los mensajes de wasap a los que ha tenido acceso EL DÍA se publicita el material incluso con fotografías de los propios jugadores luciendo las camisetas. A los compradores les sorprendía en muchas ocasiones que fuese material ya serigrafiado, incluso con la correspondiente publicidad insertada en las indumentarias.

Era así porque en muchos casos era ropa lista para su uso en los partidos oficiales del representativo en la Liga Hypermotion. Además, durante los meses de mayor actividad delictiva, la red de distribución ilegal llegó a ofrecer balones oficiales que se correspondían exactamente con los dos modelos que el equipo utilizaba en sus competiciones, primero en verano y luego en invierno, pues el color cambia para la primera y segunda vuelta del campeonato.

En los meses más lluviosos, el club fue a buscar chubasqueros para el primer equipo y descubrió que no había

Precios ridículos

Cuando en estos grupos de wasap alguien preguntaba de dónde provenía el material, les aseguraban en todo momento que no eran copias, imitaciones ni falsificaciones; les garantizaban que era ropa de fábrica de la firma danesa Hummel y, lo más sorprendente, había opción de regatear el precio.

En algunas ocasiones las tarifas eran tan ridículas (entre un 60 y 80% de descuento respecto al precio oficial cuando se hacían compras grandes) y la impresión que quedaba a los interesados es que el club se estaba deshaciendo de ropa inservible o sobrante.

No obstante, había pruebas contundentes de que no era así. Un ejemplo: los precios eran muy inferiores a los que el propio Tenerife fijaba para sus propias rebajas, o cuando acudía a ferias como Exposaldo para deshacerse de su material de temporadas anteriores a tarifas reducidas.

Los pantallazos que hoy publica este periódico demuestran que la trama no solo se manejaba en tiendas físicas, entre las cuales se hacía circular el material para su posterior reventa en una muy evidente competencia desleal con la tienda oficial, cuyos precios siempre mejoraba; sino que además se expandía a través de la telefonía móvil con productos que difícilmente podían conseguirse en los establecimientos del club.

Durante algunos meses, se promocionó la venta de las mochilas que llevan los jugadores a sus desplazamientos a la Península; en otros momentos de gran actividad de la trama, también se llegaron a vender determinados pantalones y suéteres que por entonces ni siquiera figuraban en el catálogo oficial del Tenerife en su web corporativa.

El material desviado aparece en páginas como Wallapop y también se ofrecía por redes de mensajería

La distribución de estos productos por wasap alcanzó su punto álgido entre octubre y noviembre del año pasado. Las averiguaciones realizadas por personal del club revelan que había personas relacionadas con el fraude que incluso promocionaban esta venta ilegal en sus estados de wasap o redes sociales, anunciando que había opción de «reserva anticipada para Navidades y Reyes».

Al parecer, los productos de la trama también aparecieron en la web Wallapop. Algunos colectivos realizaron compras masivas, así que el volumen de camisetas sustraídas se considera valorado en varios miles de euros, sin que el club lo haya cuantificado aún públicamente. En conversación privada, algunos dirigentes de la institución hablan de un «daño económico y también reputacional que será irreparable».

El cese de la actividad

De forma súbita, los individuos que promocionaban estas ofertas en mensajería y redes dejaron de hacerlo en los primeros días de enero. Aunque los potenciales compradores interpretaron que el cese de la actividad obedecía al fin de la campaña navideña, la realidad es que la trama paró en el momento que los hechos fueron denunciados en las dependencias de la Guardia Civil. Hacía ya varias semanas que los empleados del club conocían la realización de registros y pesquisas en curso por parte de las autoridades policiales.

La publicación de estas informaciones ha suscitado un enorme revuelo en las oficinas, donde se esperaba un comunicado del club en defensa del conjunto de los trabajadores. Se emitió ayer, pero fue muy laxo, solo para manifestar que el Tenerife se siente «perjudicado».

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