David Rodríguez se hace mayor en el CD Tenerife

Cuando empezó la temporada y David Rodríguez fue presentado como una de las novedades –estrenaba dorsal profesional tras su fructífera cesión al Antequera, de Primera RFEF– nadie podía presagiar que el canterano se plantaría en el mes de abril como uno de los defensas con una mayor cuota de protagonismo (1.714’) y partidos jugados (29), que sumaría más del doble que minutos que Fer Medrano y que, llegado el momento de jugarse los garbanzos, Cervera iba a apostar por su solvencia para siete de los últimos siete partidos.

David es cumplidor, trabajador y obediente. Adjetivos que casan con lo que el actual entrenador del representativo pide a un lateral en un contexto de extrema necesidad. Por los puntos, que no abundan; y por los jugadores en su posición, que tampoco.

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El lateral

La deficiente construcción del plantel ha dejado casi coja esta demarcación, con Mellot como único jugador experimentado a la vez que fiable. Por el camino se ha ido quedando Medrano, que apenas cuenta y ha sido muy rebasado por el también canterano César.

Lo mismo que Adri Guerrero, una apuesta del destituido consejero deportivo de mismo apellido, que además firmó por dos años y lleva semanas apartado de las convocatorias. Su ostracismo contrasta con el papel preminente de David Rodríguez Ramos, a quien más de uno ya ven de puertas adentro como a un futuro capitán del primer equipo.

Lleva apenas diez meses como futbolista profesional a todos los efectos y ya parece un veterano. En la forma de desenvolverse y también en el sentimiento con el que asume cada reto.

13 años en el Tenerife

No en vano, son ya 13 sus años en el representativo desde que fueron a buscarle al Sobradillo. Fue entonces cuando empezó a tomarse «más en serio» lo que ya es su profesión. «Nadie me ha regalado nunca», presumía en su última entrevista en EL DÍA. Es más, reconocía que hubo técnicos a los que «les costó» fijarse en sus condiciones, que de sobra ya había mostrado en el B y que terminó de apuntalar en Antequera.

«Aquel año marca un antes y un después para mí», reseña David, a quien ya el resto de canteranos ven como el perfecto ejemplo a seguir. Perseverancia, actitud y trabajo jalonan una tarjeta de presentación sin apenas máculas. Como muestra un botón.

En una situación de absoluta urgencia, Cervera ha tirado de él para los partidos más relevantes: jugó contra el Albacete, en Elche, contra el Córdoba, en Málaga... Solo la muy aparatosa herida que se le produjo en Anduva le apartó provisionalmente de la titularidad, pero hace dos semanas contra el Cádiz volvió a lucir entre los titulares.

Siente el escudo

Que a estas alturas de la competición haya solo seis jugadores de campo (Mellot, José León, Diarra, Waldo Rubio, Sergio González y Luismi Cruz) que superen los minutos jugados por David dice mucho de los efectos de su productiva cesión del curso pasado. Rodríguez Ramos ha vuelto para quedarse y ser importante.

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«¡Vamos!», se le oyó gritar a acabar la contienda victoriosa contra el Granada. Siente este escudo como nadie y promete defenderlo hasta el final: «Habrá un día que las cosas cambien y se vuelvan buenas».