Doble reto para el Tenerife en El Sardinero

A falta de alicientes de verdad en el corto plazo, por las pocas posibilidades que le quedan al Tenerife de lograr la permanencia en Segunda División, pueden servir de entretenimiento otros de menor trascendencia –dada la situación– como la conexión de dos victorias consecutivas o la conquista de una victoria lejos del Rodríguez López.

Lo primero no sería posible sin el 2-0 del pasado domingo ante el Huesca en el Heliodoro. Fue el quinto triunfo en Liga de este curso. Los cuatro anteriores no tuvieron continuidad. Como mucho, un empate en La Romareda después de vencer al Castellón en casa, ya con Álvaro Cervera en el banquillo.

La rama cántabra de Álvaro Cervera

La última vez que el Tenerife ganó dos encuentros seguidos fue a finales de abril y comienzos de mayo de 2024, cuando venció al Oviedo en el Carlos Tartiere y repitió en cancha propia frente al Racing de Ferrol, en ambos casos, bajo la supervisión de Asier Garitano. La asturiana es, precisamente, la victoria más cercana de los blanquiazules en campo ajeno. Un 0-1 gracias a un tanto de Mellot.

En la campaña posterior, es decir, en la 24/25, el Tenerife ha avanzado como el peor visitante, y ahí sigue, cerrando esa clasificación ya con 30 jornadas consumidas. En 15 intentos, el balance es muy pobre, de tres empates, los logrados en Cádiz, Ferrol y Zaragoza, con Óscar Cano, Pepe Mel y Cervera; uno para cada uno. En definitiva, solo tres puntos de 45.

¿Será en Santander?No parece el lugar más propicio. Pero a estas alturas, se supone que ninguno lo es. El Racing vive en otro mundo, el de los que llevan desde la primera semana compitiendo por el ascenso. Eso sí, de finales de noviembre en adelante, su versión ha sido más terrenal. Porque el conjunto cántabro pasó de cubrir el primer tercio del calendario casi sin fallos a continuar con resultados de todo tipo, pero sin dejar de formar parte del sexteto de cabeza.

En El Sardinero, el Racing únicamente tiene dos victorias más y dos derrotas menos que el Tenerife en el Heliodoro –el conjunto de José Alberto López es el mejor visitante, con 28 puntos, entre ellos, los tres disputados en la Isla–. En Santander pudieron vencer Cartagena, Mirandés, Huesca –dentro de la primera vuelta– y Cádiz. Ahora, con la meta cada vez más cercana–no pisa la Primera División desde 2012–, el Racing se impone la exigencia de no fallar, y menos contra el antepenúltimo de la clasificación y el único participante que no ha vencido fuera. «Es el partido más importante de todos», advirtió José Alberto tirando de tópico pero inaugurando al mismo tiempo la temporada de finales para los equipos de la parte alta de la tabla.

Para su rival también debería serlo, aunque la meta a cruzar no sea la misma, pero los 14 puntos que separan al Tenerife del decimoctavo puesto –apenas quedan 36 en juego– reducen demasiado el margen de error y hacen que ya se haya perdido la perspectiva de que la meta es realmente alcanzable, al menos, de puertas afuera.

Por intentarlo, no será. Y el Tenerife se encargará de ello con las únicas baja de José Amo –lleva así todo el curso– y José León. O lo que es lo mismo, Cervera podrá repetir la alineación que opuso al Huesca, en la que fue novedad Anthony Landázuri como central diestro y Maikel Mesa ejerció de delantero.

En el Racing, que viene de empatar en El Molinón, no faltará nadie. Destaca el exblanquiazul Andrés Martín, autor de 12 goles y 10 asistencias. En el once inicial, otro con pasado en el Tenerife, Saúl.