Álvaro Cervera, con "miedo" a que sus futbolistas bajen los brazos

"Los jugadores son seres humanos y cuando ven las cosas imposibles tienden a decaer", explica el entrenador

"No he hablado con nadie sobre mi futuro; estoy encantado de haber vuelto, pero me da mucha rabia porque pensé que las cosas iban a ser diferentes", lamenta

Álvaro Cervera, durante un entrenamiento.

Álvaro Cervera, durante un entrenamiento. / C.D.T.

Santa Cruz de Tenerife

La victoria del Burgos en el campo del Racing Ferrol que dejó al Tenerife a 17 puntos de la salvación ha sido, para el combinado blanquiazul, casi más dura que la derrota en Miranda de Ebro y los cuatro tropiezos seguidos que encadena la escuadra de Álvaro Cervera. Al técnico, único portavoz del club desde hace semanas, se le nota apagado. Y no es para menos. “Sí, me da miedo, por supuesto. Los futbolistas son seres humanos y cuando ven las cosas imposibles tienden a decaer”, reconoce el míster en sala de prensa ante la duda de si los últimos minutos que cuajó su equipo en Anduva pueden convertirse en la tónica habitual de la recta final de curso. No obstante, para eso está él, según apunta. Para mantener el ánimo en el nivel mínimo necesario y apelar a la profesionalidad de un grupo que sigue “entrenando bien”.

Con todo, el preparador señala que, “hasta hace no mucho” los miembros del cuerpo técnico se levantaban contentos porque veían que el equipo había reaccionado. “Se hacían muchas cosas bien y pensábamos que en algún momento iba a ver una racha de buenos resultados que nos dieran otro aire. Las sensaciones han cambiado porque los resultados no han sido buenos. La distancia cada vez es mucho más larga, cuando te llevas tantos palos, te entristeces, tenemos esa sensación. Aun así seguimos entrenando y afrontando los partidos bien, nuestra ilusión sigue intacta en cuanto a ganar partidos y ser un equipo competitivo. La realidad, es verdad, nos lleva a una situación comprometida”.

Llegados a este punto, con pie y medio en Primera Federación a principios de marzo, toca reflexionar y analizar para encontrar los motivos del desastre. El camino del actual preparador comenzó en enero, justo a la par de un mercado de traspasos muy decepcionante y al que, explica, “es muy difícil poner nota”. “Es verdad que había tres o cuatro futbolistas que nos podían haber ayudado, pero tenían que ser escogidos. En su momento, los nombres estuvieron y están jugando, ahora, para otros equipos. El mercado podría haber sido mejor, pero las cosas se han dado así”.

La decepción invernal dejó marcado a Mauro Pérez, que tenía en enero la oportunidad de demostrar su valía y ganarse la posibilidad de continuar. No fue así y ahora su salida es cuestión de tiempo. Quizá de horas. No seguirá el próximo curso. “La sensación que tengo es que no ha estado cómodo en el Tenerife ni ha podido trabajar como sí en otros clubes; antes de mi llegada detecto que no había un director deportivo, sino varios. La relación y el trato con él han sido buenos”, relata Cervera dando así por hecha la marcha del todavía director deportivo.

Con el cargo de Pérez vacante en breve, la duda del banquillo sigue sin disiparse. Cervera quiere seguir, no hay duda. El club, no obstante, no ha dado todavía el paso. “No he hablado con nadie sobre mi futuro. Hablo con Ayoze García porque es una persona muy cercana y comprendo que ahora mismo la situación no está para pensar en el entrenador. Ellos me ven trabajar, pero entiendo la postura del club y que busquen lo mejor”, afirma el entrenador, que no marca un límite para tratar su continuidad. “Yo estoy encantado de haber vuelto aquí, es verdad que me da mucha rabia porque yo pensé que las cosas iban a ser muy diferentes. Sabía que era muy difícil, pero pensaba que iba a ser muy diferente. No es que yo diga que espero hasta tal fecha. No, no, ni mucho menos. Lo que el club haga, bien hecho está. Tienen que tomar decisiones difíciles porque ahora están en una situación difícil”, argumenta.

David, baja segura para el Domingo

A unas horas del duelo frente al Huesca, toca también hablar de fútbol. Al menos un poco. Cervera no puede contar con David, que terminó tocado ante el Mirandés y no ha podido entrenar con el grupo a causa de la correspondiente herida contusa (corte más golpe) y tampoco con José Amo, todavía convaleciente. Sí estará 'Bam Bam' (Landázury), aunque no apunta al once. Lo más probable es que juegue Mellot -que regresa tras sanción- en la izquierda y César repita en el lateral derecho.

Sorprendió que Landázury no debutara en Miranda de Ebro y, también, que Jorge Padilla se quedara fuera de la lista por segunda semana consecutiva. Un 'fichaje invernal' que apenas cuenta. “Nosotros tenemos un problema de cara al gol y Jorge es delantero, pero es decisión mía. Por nuestra forma de jugar, que difícilmente utilizamos dos delanteros puros, lo hicimos una vez y nos fue muy mal. Ha sido decisión mía que no jugara. No hay otro porqué, él entrena muy bien y está bien, pero he utilizado otros jugadores”, sostiene el preparador antes de afirmar con rotundidad que no se arrepiente de haber prescindido del majorero a pesar de los resultados.

El Huesca, que lleva 14 partidos consecutivos sin conocer la derrota, “es un equipo que hace pocas, pero las hace muy bien”. “Juegan con defensa de cinco, con un delantero referencia y otro muy rápido. Tienen los conceptos muy claros y la clave es que nosotros no comentamos errores muy graves. Las cosas malas, como penaltis en contra o expulsiones, son las que marcan la diferencia y espero que nos equivoquemos menos”, desea Álvaro.

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