Mirandés-Tenerife, un partido con los papeles cambiados

El que iba a competir por no bajar, el Mirandés, puede sellar este lunse una salvación de la que está demasiado lejos su rival, el Tenerife.

Será en Anduva, a las 19:30

Álvaro Cervera, en un entrenamiento en el Heliodoro.

Álvaro Cervera, en un entrenamiento en el Heliodoro. / Andrés Gutiérrez

Julio Ruiz

Julio Ruiz

Santa Cruz de Tenerife

Se suponía que el Mirandés iba a ser el equipo condenado a sufrir para intentar evitar el descenso y que el Tenerife iba a estar moviéndose por los puestos que dan derecho a jugar la promoción e incluso a subir a Primera por la vía directa. Pero no, la competición suele reservar sorpresas y dar lecciones que enseñan a no dar nada por sentado. La realidad es otra. Cuando está empezando el último tercio del calendario, los rojinegros se encuentran a dos puntos de alcanzar la salvadora cifra de 50 puntos –era su objetivo– y saben que, pase lo que pase, seguirán una semana más entre los seis mejores. Y los blanquiazules aspiran a lograr su primera victoria a domicilio para cruzar la frontera de los 20 puntos –tienen 19– y ponerse a once del decimoctavo, un Burgos que recuperará el miércoles la cita aplazada en Ferrol. Demasiada distancia, en cualquier caso, para un Tenerife que, visto lo visto, va asumiendo su destino en Primera RFEF.

Lo que parecía una última oportunidad para mirar de frente a la permanencia, el tramo de enero y febrero, con Álvaro Cervera como solución, se difuminó con rachas como la más reciente de tres derrotas seguidas. La serie de cero de nueve con el Elche, Córdoba –en casa– y Málaga, sonó a definitiva.

Y como no puede volver atrás ni pararse en medio del camino, el Tenerife agacha la cabeza e insiste en su intento de, al menos, vencer por primera vez lejos del Heliodoro –ha ganado solo cuatro partidos en la Isla y necesitaría diez victorias en total, dentro y fuera, en las 14 jornadas que faltan–. La cuestión es que Anduva no es, en teoría, un estadio propicio. Entre otras cosas, el Mirandés es el segundo mejor local y el Tenerife, el peor visitante. Como anfitrión, el equipo jabato lleva diez victorias, tres empates y una derrota, la del 5 de octubre ante el Granada. Además, solo ha encajado nueve goles. Con todo esto, tiene pinta de 1 en la Quiniela. Pero ya se sabe, tampoco se puede dar nada por sentado.

Si sirve de algo, el Tenerife ya venció al Mirandés esta temporada. Lo hizo a comienzos de noviembre en el Rodríguez López con Pepe Mel como entrenador y el gol de un futbolista que ya no está en la plantilla, Rubén Alves. El técnico del conjunto castellano, Alessio Lisci, desempolvó en la víspera esa referencia para recordar a sus jugadores que no deben fiarse.

Si lo cree oportuno, el italiano podrá repetir la alineación de la jornada pasada, resuelta con un 1-0 en contra en el campo del Levante. Solo pierde a Alberto Dadíe por una sanción. Pero el atacante cedido por la Real Sociedad no fue titular en el Ciudad de Valencia.

Cervera sí tendrá que retocar el once por la ausencia de Mellot. El francés está obligado a parar por la acumulación de tarjetas amarillas. Lo más probable es que su sustituto sea David pasando de una banda a otra –o Landázuri como debutante–, por lo que habría un hueco en el lateral izquierdo para el que optan Medrano y César.

Tampoco estará Juande, que jugó de entrada en La Rosaleda. Su recambio será Sergio González, que vuelve a una convocatoria tras faltar en Málaga por una contractura muscular, lo mismo que Fabio, que aumenta las alternativas en un centro del campo en el que también podrá participar Aitor Sanz después de recuperarse de una rotura muscular que le apartó de las tres últimas citas ligueras. En resumen, en la lista no figuran Mellot, Juande, Guerrero, José Amo, Marlos Moreno ni Jorge Padilla, pero sí Sergio, Aitor y Fabio. n

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