Planes de futuro

Alfonso Serrano, opción para la dirección deportiva del club

El profesional pucelano ha sido sondeado por el entorno de los empresarios locales y está dispuesto a volver

Alfonso Serrano, durante su última etapa en el CD Tenerife. | ANDRÉS GUTIÉRREZ

Alfonso Serrano, durante su última etapa en el CD Tenerife. | ANDRÉS GUTIÉRREZ

Manoj Daswani

Manoj Daswani

Santa Cruz de Tenerife

Algunos de los grandes accionistas del CD Tenerife, concretamente los más próximos a Miguel Concepción, ya planifican el futuro de la institución para el caso de que les tocase gobernar el representativo a partir de esta tarde. Mientras para el banquillo hay coincidencia en el deseo de mantener a Álvaro Cervera, para la dirección deportiva hay un nombre que gusta especialmente a los empresarios locales del sindicado. Es Alfonso Serrano, quien ya cumplió dos etapas en la secretaría técnica. En la primera de ellas, cimentó las bases del plantel del ascenso a Primera, que se consumó bajo el paraguas de su mentor, Santiago Llorente; y en la segunda tomó los mandos justamente cuando Cervera era entrenador y ya había logrado el anhelado regreso del club al balompié profesional.

Con luces y sombras en su etapa en la institución, y con decenas de fichajes realizados bajo su auspicio, el vallisoletano ya se había ofrecido en varias ocasiones a distintos altos cargos del club. Está libre después de haber trabajado para equipos que también sufrieron un descenso al fútbol de bronce, tales como Albacete o Deportivo de La Coruña. En estos momentos, se encuentra libre de cualquier compromiso con ningún club; y está dispuesto a venir, apuntan fuentes del propio sindicado. De hecho, ya se habían establecido los correspondientes contactos para que reemplace a Mauro Pérez.

De puertas adentro, los actuales administradores ya han hecho una primera aproximación sobre el presupuesto que tendría el Tenerife en Primera RFEF. En la parcela deportiva, si se cumplen las previsiones del consejo de administración que aún preside Paulino Rivero, existe la certidumbre de que el representativo podría gastarse en torno a los cuatro millones de euros. El plan pasa por mantener viva la fidelidad de la afición con una sustanciosa rebaja del precio de los abonos, generar una campaña de «orgullo de pertenencia» y apostar por repatriciones y canteranos, como así ya ocurrió la última vez del Tenerife en Segunda B.

En el club confían en que el tránsito por el balompié no profesional sea efímero, como lo fue en el caso del Málaga; y que la institución salga saneada y más fuerte del trauma del descenso. Llegados a este punto, tras el descalabro de La Rosaleda, ya nadie cree en el milagro. n

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