La renuncia de Rivero marca el día definitivo

La asamblea, a escena. El CD Tenerife dirime su futuro en una junta decisiva que tendrá lugar esta tarde en el Hotel Escuela de Santa Cruz (19:00 horas) con más interrogantes que certidumbres. Hasta la noche de ayer, algunos de los grandes tenedores de acciones negociaban contrarreloj la configuración de un gobierno de perfil bajo y con nuevas incorporaciones, como la del exalcalde de Tacoronte José Daniel Díaz –vinculado a Miguel Concepción–, y la permanencia en el consejo de administración de Samuel Gómez Abril, éste último en representación de Amid Achi. El primero parte con serias opciones de asumir la presidencia, que quedará vacante con la renuncia de Paulino Rivero, confirmada ayer en una conferencia de prensa. Conrado González también propondrá como consejero a un letrado de su confianza.

Durante las últimas fechas de máxima tensión se han multiplicado las interrogantes y algunas aún se mantienen abiertas a escasas horas del decisivo cónclave. Por lo pronto, sí está confirmada la ausencia de la mayoría de grandes accionistas en la cita asamblearia de hoy. Miguel Concepción, Conrado González y Amid Achi prevén delegar en sus respectivos representantes, como ya hicieron en la junta general de diciembre. Otro misterio por resolver tiene que ver con la posición que adoptará Rayco García, presente en las dos juntas más recientes y golpeado durante la última semana por un proceso judicial ya archivado.

El desarrollo de la Junta viene condicionado por el acuerdo privado suscrito por José Miguel Garrido, máximo accionista, con el triunvirato de empresarios locales. Salvo ruptura por las bravas de este contrato o un pacto in extremis Rayco-Garrido, las votaciones estarán controladas por la voluntad del madrileño, decisivo por acción o por omisión. Hasta la fecha, ha subrayado -siempre en privado- que no anhela volver al gobierno de la entidad. Si renuncia, haría falta una alternativa de gobierno en la que se trabajaba anoche.

En cuanto a García Cabrera, mantuvo ayer un encuentro con sus hombres de confianza (Ayoze García, Sandro Arrufat y Octavio Cabrera). Incluso si le hubiesen dado vía libre para administrar el club, tendría que hacerlo en un consejo fraccionado en dos, escenario que su equipo descarta. También el curso de la propia asamblea es un interrogante mayúsculo. El primer punto del orden del día es el más importante, y plantea «nombramientos y ceses en el actual consejo de administración». Ni siquiera los expertos tienen muy claro cómo se efectuará esta votación, por lo difuso del enunciado, y si los presentes habrán de mostrar sus papeletas (sí, no o abstención) para el nombramiento o cese de cada uno de los consejeros que vayan a ser propuestos o relevados.

Nada está claro, tampoco la duración de la asamblea, que podría irse más allá de las dos horas que duró la anterior si los accionistas presentes se extienden en el turno de ruegos y preguntas. El riesgo es que a la calamitosa situación deportiva se sume un carrusel de asambleas. Desde que se celebre la prevista para hoy, Garrido podría pedir otra para así dinamitar la rutina y el gobierno de los administradores que se queden a los mandos. Así, el Tenerife se parece cada vez más al Sevilla. Juego de tronos, pero administrando miserias deportivas y económicas. El sentimiento importa, pero la sociedad anónima cada vez produce más hedor y hastío.

Reunión en La Frasca

Finalizado el plazo para la delegación de acciones, la suma de las obtenidas por la alianza Rayco García-Juan Pelayo –con apoyos adicionales como los del grupo Fedola– no alcanza el 46% que aglutina Garrido junto al sindicado de empresarios locales.

Al grupo de gobierno que salga de la asamblea le tocará lidiar con un escenario complejo, que aboca al club a un ERE o a una administración concursal a medio plazo.

El expresidente Concepción puso al tanto de la situación actual del club y de los pormenores de la Junta General de esta tarde a su delfín José Daniel Díaz en el transcurso de un almuerzo que tuvo lugar en el santacrucero restaurante La Frasca. El exedil de Tacoronte está dispuesto a entrar en el consejo.

Suscríbete para seguir leyendo