Así fue el recordado y polémico arbitraje de Joaquín Ramos Marcos al CD Tenerife: un momento histórico de los blanquiazules

El 2 de julio de 1989 el Benito Villamarín fue el escenario de un partido que marcó un antes y un después en la historia del representativo blanquiazul: el decisivo encuentro de vuelta de la promoción de ascenso a Primera División

Alineación del CD Tenerife del 28 de junio, partido de ida de la Promoción a Primera División de la 88/89

Alineación del CD Tenerife del 28 de junio, partido de ida de la Promoción a Primera División de la 88/89 / CD Tenerife

Ha muerto Joaquín Ramos Marcos, uno de los árbitros más icónicos del fútbol español contemporáneo gracias a su posterior papel como comentarista deportivo.

Entre los más de 150 partidos que dirigió en la máxima categoría nacional, uno destaca entre todos ellos para los aficionados del Club Deportivo Tenerife.

El 2 de julio de 1989 el Benito Villamarín fue el escenario de un partido que marcó un antes y un después en la historia del representativo blanquiazul: el decisivo encuentro de vuelta de la promoción de ascenso a Primera División frente al Real Betis tras un primer duelo en el que el Tenerife venció en casa por 4 goles a 0.

Ya en Heliópolis, más allá de la derrota por 1-0, el partido quedó envuelto en la polémica por el arbitraje del colegiado vallisoletano, que marcó el desarrollo de un partido tenso y vibrante.

Un arbitraje controvertido

Ramos Marcos tuvo una actuación que dividió opiniones y dejó insatisfechos a muchos en el lado tinerfeñista.

Con más de 43.000 seguidores llenando las gradas del estadio bético, el Betis partía con la obligación de lograr un resultado contundente para revertir las aspiraciones del Tenerife.

A pesar del ambiente hostil para los visitantes y del calor sofocante de la noche sevillana, el equipo canario, dirigido por Benito Joanet, llegaba confiado.

El Tenerife, que llevaba décadas sin pisar la élite, afrontaba el reto con el impulso de un proyecto encabezado por Javier Pérez, presidente y arquitecto de una etapa dorada que comenzaba a vislumbrarse. Sin embargo, la dureza del partido y las decisiones arbitrales pusieron a prueba su temple.

Juego brusco

Durante el transcurso del partido, el Real Betis imprimió un juego físico que buscaba desgastar al Tenerife. Ramos Marcos fue señalado por su permisividad hacia las acciones bruscas del conjunto verdiblanco, lo que permitió un desarrollo áspero y, por momentos, polémico.

El equipo blanquiazul se mantuvo firme a pesar de las dificultades, con una defensa sólida y el constante empuje de jugadores como Rommel Fernández y Quique Medina. A medida que el reloj avanzaba, los canarios lograban neutralizar las embestidas béticas.

El partido alcanzó su punto álgido en el minuto 80, cuando Chano, un jugador que años después vestiría la camiseta blanquiazul dejando una huella indeleble en la isla, logró anotar para el Betis.

El gol tardío levantó al público del Villamarín, que veía renacer la esperanza. Sin embargo, para el CD Tenerife, el 1-0 era un mal menor, ya que mantenían viva una ventaja de tres goles en el global de la eliminatoria.

Tema de discusión

La actuación de Ramos Marcos siguió siendo un tema de discusión tras el encuentro. Mientras los béticos lamentaban no haber sacado un mejor resultado en un ambiente tan favorable, los tinerfeños destacaban la resistencia mostrada ante las adversidades y un arbitraje que consideraron controvertido.

Según los jugadores y cuerpo técnico visitantes, el árbitro fue demasiado indulgente con algunas entradas duras del equipo local, mientras que sancionó con mayor rigor acciones similares de los visitantes.

Ramos Marcos, por su parte, evitó entrar en polémicas y defendió su actuación como imparcial y ajustada al reglamento. Sin embargo, la controversia quedó en la memoria de ambos equipos y sus aficiones.

El arbitraje en ese partido sigue siendo recordado. Para los aficionados del Betis como un ejemplo de decisiones controvertidas que, según su perspectiva, influyeron en el resultado. Para los seguidores del Tenerife, el partido es símbolo de una gesta deportiva en la que el equipo supo sobreponerse a la presión y al rival para alcanzar la gloria.

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