CD Tenerife

Aitor Sanz regresa al equipo por la puerta grande

El madrileño, que no jugaba desde finales de mayo, fue titular en la victoria del Tenerife frente al Castellón y completó una actuación notable

«Es un ejemplo para todos, lo que pueda decir de él se queda corto», afirma Cervera

Aitor Sanz, en una acción del partido.

Aitor Sanz, en una acción del partido. / Arturo Jiménez

Luisfer cabeza

Aitor Sanz no jugaba desde el pasado 26 de mayo frente al Burgos. Del ostracismo debido a los problemas que ha sufrido –y sigue sufriendo– en la rodilla derecha, al césped. Y saliendo de inicio.

El capitán dio un auténtico recital frente al Castellón. Todavía con molestias, y con 40 años en las piernas, no solo no se le notó la inactividad, sino que demostró que sigue siendo capital para el Tenerife. Fue el más aclamado en el repaso de las alineaciones y el Heliodoro, cómo no, se vino abajo cuando se marchó en el 86'.

Por el camino, clase magistral de centrocampismo junto a Yann Bodiger. Schreuder perdió la cuenta de la cantidad de pérdidas de sus jugadores en acciones defensivas de uno y otro. Bien colocado, rápido en la toma de decisiones y fresco hasta la recta final de partido. Tanto que, en el segundo tiempo, se giró en campo propio y mandó un estupendo balón cruzado para la carrera de Gallego, que no pudo aprovechar la oportunidad. Para entender su impacto en el equipo basta con rescatar los mensajes que dejaron en la red social Twitter Carlos Ruiz y Dani Hernández. Este último escribió: «El jefecito ha vuelto! Don AITOR SANZ». El granadino lo resumió de la forma más sencilla posible: «Aitor Sanz».

Cervera se quita el sombrero

A Cervera, casi siempre impasible en sala de prensa, se le escapó una sonrisa cómplice cuando le preguntaron por él tras el triunfo. «Aitor llevaba más de 200 días sin jugar. Lo pregunté como anécdota. Eso es mucho tiempo y lo normal es que vaya entrando poco a poco, pero nosotros estamos en una situación límite. Por eso hoy le pregunté y él me dijo que para delante. La verdad es que pensaba que no iba a aguantar y lo he quitado porque he querido, no porque haya pedido el cambio. En el descanso le han tratado y ha seguido aguantando. Aitor es un ejemplo para todos. Lo que pueda decir de él se queda corto. Ojalá pueda utilizarlo muchos días más», expuso orgulloso el técnico.

"Aitor es especial", aseguró Gallego antes de suspirar. "Se lo había dicho muchas veces: Abuelo, hasta que no vuelvas tú, no vamos a ganar. Lo pensaba así. Él nos da esa estabilidad, ese orden, nos da la vida. Se lo he recordado en el vestario. Ahora hay que cuidarlo porque le necesitamos".

Con su partido 364 en la mochila, los 385 de Toño [segundo en el ranking histórico] asoman ya en el horizonte.

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