Avivar la llama de la esperanza blanquiazul

Tocado tras el desastre frente al Levante, el Tenerife dispone este sábado frente al Castellón de una oportunidad para volver a creer

Teto causa baja por lesión y Luismi por sanción, aunque Cervera recupera a Sergio González

Enric Gallego se lamenta tras una oportunidad de gol.

Enric Gallego se lamenta tras una oportunidad de gol. / María Pisaca

La dolorosa derrota sufrida el martes a manos del Levante cercenó casi por completo la esperanza del tinerfeñismo en una salvación que resulta muy remota matemáticamente, pero que se aleja todavía más si se tiene en cuenta el rendimiento del colectivo y de los futbolistas. Esto es, el impulso de la afición en un mes con hasta cuatro partidos de Liga en casa ayuda, el cambio de entrenador –ahora uno especialista en sacar rendimiento a plantillas más limitadas– ayuda y hasta la revolución en el apartado institucional puede ayudar. Pero los birrias no meten goles. Tampoco Rayco ni Ayoze García, ni mucho menos Álvaro Cervera. El fútbol, en definitiva, es de los futbolistas. 

Y a esos es a los que se encomienda el tinerfeñismo. A su profesionalidad y, especialmente, a una resiliencia y capacidad de sufrimiento que está poniendo a prueba, y de qué manera, la 24/25. Porque esta plantilla quiere y, aunque no haya manera de que pueda, al menos hasta ahora, la esperanza pasa desde enero, y desde el duelo de mañana sábado (17:30) frente al Castellón, en que se produzca el milagro. Que salga un buen partido –vale hasta de forma accidental– y el equipo despegue anímicamente. 

Los desafíos de Cervera

Puede que ese, y no mejorar la solidez defensiva o los mecanismos de ataque, sea el desafío más importante que tenga por delante el técnico recién llegado: convencer a sus pupilos de que se puede. A Badia de que siga parando y no se deje contagiar por las dudas, a Mellot y a León de recuperar la fiabilidad defensiva, a Medrano de volver a ser, a Waldo de que puede desequilibrar y acertar con el balón y a Enric y a Ángel de que siguen sabiendo hacer goles. 

Ante los de Comunidad Valenciana, sin Luismi por sanción y Teto por lesión, pero con Sergio de vuelta –a la convocatoria y es muy probable que al perfil derecho de la zaga– les toca a los futbolistas. 

Cervera, claro, tendrá que hacer su parte y tratar de buscar soluciones. Urge tapar el agujero que hay en el perfil izquierdo de la retaguardia, mejorar la defensa a balón parado –se han encajado tres goles en los últimos dos partidos– y, fundamentalmente, trazar un plan para hallar el camino hacia la portería contraria. En ese aspecto, sorprende que Maikel Mesa, aunque centrocampista un jugador con una estrecha relación con el gol, se quedase inédito frente al Osasuna y al Levante. De fichaje estrella en verano a testimonial con Pepe Mel y desaparecido ahora.

El rival, con una duda importante

Con 11 puntos de los primeros 60 en juego, el Tenerife suma solo uno de los últimos 18, no gana desde el 3 de noviembre y no marca en la competición doméstica desde el 30 de ese mismo es, cuando Yussi Diarra lo hizo frente al Elche. Números que duelen y que hacen cundir el desánimo. 

Enfrente estará el Castellón. Un recién ascendido que sumó de agosto a diciembre las mismas victorias en Segunda, 8, que el Tenerife en todo el año natural. Los de Dick Schreuder son duodécimos en la tabla con 29 puntos, a seis de la promoción y a ocho de la zona de descenso. Cerraron el año natural con dos tropiezos y solo han ganado dos de sus últimos diez compromisos, pero siguen siendo el equipo valiente y atrevido que pasó por encima del Tenerife en el duelo de la primera vuelta que concluyó con un engañoso 2-1. Los albinegros cuentan en sus filas con el extinerfeñista Alberto Jiménez, que lidera su zaga, y acaban de firmar al atacante Mamadou Traoré. Por contra, Raúl Sánchez, uno de sus hombres más peligrosos, es duda para el duelo.

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