¿Descuido o desorden? El CD Tenerife no incluyó cláusula de descenso en el contrato de Adri Guerrero

La anterior administración del CD Tenerife no incluyó una cláusula de extinción en caso de descenso en el contrato de Adri Guerrero, uno de los fichajes que realizó el exconsejero Juan Guerrero. Esta contratación se realizó sin el visto bueno de la dirección deportiva y del entonces entrenador, Óscar Cano, que prefería otro perfil de lateral izquierdo. De hecho, el club empezó el mercado con la previsión de hacerse con un primer espada como Tasende, que finalmente dejó que caducara su preacuerdo con el representativo y firmó con el Real Zaragoza.

Los nuevos gestores del representativo no entienden si la inexistencia de la cláusula en el contrato de Adri, que ronda los 100.000 euros anuales, es un descuido del destituido consejero del mismo apellido (Guerrero) o una decisión meditada. El caso es que habría que seguir abonándole su contrato un año más incluso si el Tenerife cae a Primera RFEF.

Es muy natural en este tipo de vinculaciones que se incluya un epígrafe preventivo que, por ejemplo, sí consta en la relación contractual con Álvaro Romero.

La continuidad del andaluz está supeditada a que el representativo consiga la permanencia. Justamente ese es el motivo de principal disputa entre las partes para una rescisión anticipada de su contrato. El atacante accede a perdonar la mitad de los emolumentos previstos para la 25/26, pero en el Tenerife creen que no puede perdonar algo que no es seguro, por cuanto su relación laboral concluiría en junio si se da el indeseado descenso.

Guerrero y Romero se encuentran en la lista de prescindibles, que completan Tomeu Nadal, que ya ha recibido una propuesta para resolver su contrato anticipadamente; y Yanis Senhadji, a quien pretenden Albacete y Real Madrid Castilla.