Ni con todo a favor: el Tenerife 'se deja' empatar ante el Elche

El equipo blanquiazul solo suma un punto después de adelantarse a la media hora y jugar con superioridad numérica durante 55 minutos. Kaba marca en el 90 (1-1).

Julio Ruiz

Julio Ruiz

El Tenerife tenía que ganar como fuera para empezar a recuperar terreno, para que su margen de error no siguiera recortándose. Pero falló. No pasó del empate. Y eso que llegó a tenerlo todo a favor para lograr el tercer triunfo de esta Liga, imprescindible dada su delicada situación clasificatoria. A los 26 minutos, los blanquiazules se vieron con un futbolista más por la expulsión de Nico, y ala media hora, con un 1-o. Pero ni así fueron capaces de ganar. Perdonaron el 2-0 -clarísima ocasión de Ángel– y le dieron vida a un rival que nunca se desconectó y que se lanzó a por la igualada después de que los locales perdieran a Mellot por dos tarjetas amarillas en el 80’. Otro grave y doloroso revés, esta vez con el intento frustrado de Pepe Mel de recuperar su idea de juego original. Tampoco fue suficiente.

En la constante búsqueda de una fórmula que funcione, el técnico reseteó, volvió al 4-4-2, y archivó el que venía utilizando con cinco defensas. Además, introdujo novedades llamativas. Para empezar, retrasó la posición de Sergio para que formara la pareja de centrales con José León, una opción no utilizada esta temporada que, sin embargo, sí tuvo recorrido en otras campañas; por ejemplo, en la que acabó con la derrota en la final del playoff de ascenso ante el Girona. Aparte de esto, el entrenador sustituyó al lesionado Medrano por el otro especialista de la plantilla en el puesto de lateral izquierdo, Guerrero, que no era titular en Liga desde la primera jornada, la de la derrota en Elda. Sin Sergio en el medio, la sala de máquinas estuvo vigilada por Diarra -el autor del gol- y el canterano Aarón. Luego, en el frente ofensivo, el indispensable Luismi con Waldo –de inicio cinco partidos después–, Maikel Mesa y Ángel, que regresó a la competición tras un mes de baja.

Llevada la teoría a la práctica, se pudo comprobar que la unión de más recursos en ataque podía servir de algo. De entrada, Luismi calibró su punto de mira con la intervención anterior de Ángel y Maikel. Disparo cercano al poste como tarjeta de presentación (2’). Faltaba por evaluar la respuesta de los centrocampistas. Ahí, Aarón se cargó pronto con una cartulina amarilla por agarrar a Febas. Poco a poco, un Elche más rodado en su modelo de juego, fue ganando el pulso en el medio. Y no tardó en avisar con un par de voleas de Santiago;la segunda, tras un saque de esquina y parada de Nadal.

Las señas de identidad de los equipos de Eder Sarabia, antes el Andorra y ahora el Elche, se fueron poniendo de manifiesto:posesión, toque y paciencia frente a un Tenerife que no terminaba de aplicar el antídoto del robo y la carrera.

La ruptura que estaba haciendo falta, la puso Mellot con una arrancada por la banda derecha. El francés le entregó el balón a Luismi, que se encargó de hacer el resto:sprint y chut cruzado buscando el palo más alejado (16’). No cayó el gol, pero su acción sirvió para marcar el camino:balones al 11.

O a Ángel, dinámico y decidido. El lagunero recibió de Waldo y, sin pensárselo dos veces, armó el remate. Como los anteriores de Luismi, la pelota rozó el palo, pero por fuera (22’) . Ya había motivos para pensar que el plan del Tenerife podía llegar a un buen fin. Porque el Elche se estaba perdiendo en su juego elaborado y la presión de los locales empezaba a ser más eficaz. Esa pugna le dio una inesperada ventaja a los blanquiazules, la expulsión de Nico en el minuto 26. El argentino, que había sido amonestado un poco antes, agarró a Waldo tras una pérdida y recibió la segunda tarjeta amarilla.

De repente, el Tenerife y el Heliodoro se encendieron, como si hubiera que resolver el partido a toda prisa. Ese ímpetu estuvo cerca de tener un efecto contrario a modo de tanto del Elche. De nuevo, la suerte estuvo del lado tinerfeño:Agustín Álvarez remató al palo, con Tomeu batido, al recoger una asistencia de Josan. Alivio en el 27’.

De ahí al 1-0, fundamental para seguir madurando el partido. Lo anotó Diarra emergiendo por alto para cazar un centro de Luismi procedente de una falta. Renta en el marcador y superioridad numérica. El triunfo no se podía escapar.

El Tenerife, con viento a favor, seguro y más suelto en ataque, rozó el 2-0. Lo evitó Dituro sacando un chut raso de Ángel en el 36’. Genial Luismi en el pase. Los de Mel se pusieron a los mandos y consiguieron que no ocurriera nada relevante de camino a un descanso que aprovechó el técnico para realizar un cambio:Aarón, con amarilla, al banco, Teto al césped.

La segunda mitad comenzó con una ocasión desperdiciada por el Tenerife para sentenciar. Un contragolpe limpio, conducido por Waldo, que no supo finalizar Ángel cuando parecía que solo era cuestión de empujar el balón a la red. No iba a ser tan sencillo. Resultado corto y el temor de no ganar. El Elche, con uno menos pero con la misma idea, no pensaba rendirse.

El miedo se transformó en preocupación, más aún cuando los de Sarabia empezaron a crecer como si fueran ellos los que estuvieran jugando con un futbolista más. Se las arreglaban para merodear el área de un desesperado Tomeu Nadal. Toque de atención con el sonido de los silbidos del público.

Mel reaccionó quitando a Maikel y poniendo a Yanis para estirar a su equipo. Al rato, refrescó con Dylan y Marlos por Waldo y Ángel. Pero el Tenerife siguió abonado al sufrimiento. Se supone que tampoco está para arrollar a nadie por muy de cara que tenga un partido. La prioridad no estuvo tanto en el 2-0 como en proteger el 1-0. Algo normal en un equipo tan necesitado, aferrado al valor del resultado.

La angustia aumentó a falta de 10 minutos para el 90’. Roja a Mellot por doble amarilla y un tramo final en igualdad de condiciones. Para equilibrar, Mel prescindió de Dylan, que apenas pudo estar un cuarto de hora en el campo, y completó la defensa con David.

El duelo estaba peligrosamente abierto, y mucho más ahora, en el diez contra diez. El Elche solo tuvo que apretar para hacerse con un punto que habría firmado un rato antes. Lo firmó un futbolista perteneciente a la UDLas Palmas, el ariete Sory Kaba, que tuvo en sus botas el segundo tanto frente a un Tenerife aturdido e impotente. Un equipo que, por lo que indican sus números y su dinámica, parece abocado al descenso a Primera RFEF. De esta manera no le da.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents