Analogías

Dos clubes casi siameses

Un pasado glorioso y europeo, el mismo techo en Primera, una experiencia casi dramática por el barro de la extinta Segunda B y, por supuesto, el deseo de regresar a la élite

Con trayectorias semejantes, Tenerife y Oviedo son tal para cual

Jokanovic, Ania o Aitor Sanz jugaron en ambas escuadras

Aitor Sanz, que ha jugado para ambos clubes, en el último Real Oviedo-Tenerife en el Tartiere.

Aitor Sanz, que ha jugado para ambos clubes, en el último Real Oviedo-Tenerife en el Tartiere. / LALIGA

Manoj Daswani

Manoj Daswani

Santa Cruz de Tenerife

No solo sus colores emblemáticos e identificativos –blanco y azul– unen a Tenerife y Real Oviedo, clubes que este domingo se ven las caras por septuagésima vez en sus centenarias vidas. De edades semejantes, chicharreros y carbayones están marcados por trayectorias semejantes y parecidos razonables: sus aficiones entregadas, un cambio de propiedad reciente, su larga experiencia en Segunda (88 temporadas entre los dos) y, sobre todo, el largo tiempo que han permanecido fuera de la Disneylandia del fútbol. Desde que descendieron en 2001, los del Tartiere han pasado y sufrido casi tantas vicisitudes como el Tenerife. Y en ambos casos un tránsito duro por la Segunda B que les hizo más fuertes. Ahora, sueñan con aterrizar nuevamente en la élite aunque los asturianos –por motivos obvios y que se descubren con solo mirar la clasificación– parecen más cerca y mejor armados.

Tenerife y Oviedo se han enfrentado en 69 ocasiones en casi todas las competiciones posibles y en el conocimiento de la competición de plata son avezados expertos. El Tenerife se lleva la palma con 47 participaciones y el Oviedo ya lleva 41. Es la ahora llamada Liga Hypermotion la división donde más años han pasado ambas entidades, si bien su condición de ilustres hace pensar a muchos de sus aficionados que su hábitat natural está mucho más arriba. Los seguidores con ciertos años en la mochila evocarán del Tenerife más brillante de su historia a los viejos ilustres (Redondo, Dertycia, Chano o Pizzi) en la misma medida que del Oviedo habrán recordado disfrutar con Dubovsky, Onopko, Esteban o el exquisito Jokanovic, que defendió ambos escudos. Los dos clubes tienen casi idéntico techo (el Tenerife fue quinto y el Oviedo sexto en Primera); y paladearon casi a la vez las mieles de Europa.

El Tartiere nunca le falló a su equipo, tampoco en los 12 años consecutivos en el barro. Dos fueron para el Tenerife, que salió al segundo intento del infierno de la Segunda B, en la que lidió justamente contra varios rivales del Principado, uno de ellos el propio Oviedo. Los carbayones han cambiado de propiedad de forma reciente (Grupo Pachuca); los tinerfeñistas, también (Garrido por Concepción). Mañana miden sus progresos y sus realidades casi paralelas. Llamados a cruzarse en Primera . Y condenados a comprenderse, pues son tal para cual.

Tracking Pixel Contents