Las claves de la crisis: el Tenerife empeora en todas las líneas

La precaria y angustiosa situación del CD Tenerife invita a analizar por qué se ha «debilitado» de forma tan ostensible la plantilla con la que contaba el curso pasado, y que llegó a ser líder justamente a estas alturas del campeonato (tras la décima jornada) con algunos jugadores que aún siguen en nómina –como Mellot, Ángel Rodríguez, Enric Gallego o Fer Medrano– y otros que eligieron nuevos rumbos para proseguir con sus respectivas carreras. Después de una ampliación de capital millonaria y dos ventas (la de Loïc al Granada y la de Álex Corredera al Khimki), la afición se pregunta por qué el Tenerife se ha quedado tan pobre de argumentos y sin el fuste que sí exhibió en esta misma categoría en temporadas pretéritas.

La portería

Que el club cuenta con un plantel menos vigoroso que el del año previo no es solo una percepción generalizada, también una opinión que comparte su actual entrenador, quien no dudó en poner el acento en la regresión en el nivel del equipo en una de sus primeras comparecencias públicas. Uno de los elementos a los que se echa en falta es al portero Juan Soriano, ahora en el Leganés (de Primera División). Frente a la solidez que ofrecía el andaluz en esta demarcación, este año ya se ha producido un giro de guion en una posición tan sensible (empezó Tomeu Nadal y ahora juega Salvi Carrasco), con opciones reales incluso para el estreno de Moha Ramos o Sergio Aragoneses Jr., que puso sobre la mesa Óscar Cano durante su estadía en la Isla. Fuentes del club aseguran que estuvo muy cerca de darles carrete, hasta el punto de que se reunió con uno de ellos para anunciarle que iba a darle la alternativa.

En defensa

Una de las líneas más machacadas por la reforma realizada desde la comisión deportiva es la retaguardia, donde se han sucedido los cambios en busca de la seguridad y la fiabilidad que ahora mismo le falta al representativo, uno de los equipos más goleados de la categoría. En el periodo estival se dio salida a Loïc Williams para reforzar a un rival de la misma categoría (el Granada, que desembolsó 600.000 euros) y además se regaló a Nikola Sipcic, al que se había colgado la etiqueta de prescindible. El caso es que los recambios no han sido futbolistas consolidados. Las apuestas por Alves, Gayá y Juande Rivas no convencen. Además, el equipo está echando en falta la mejor versión de Fer Medrano, que admite no estar en plenitud de condiciones tras su visita al quirófano; y por si fuera poco, en Los Cármenes el nuevo técnico se permitió la licencia de prescindir por decisión técnica de Jeremy Mellot.

La sala de máquinas

El Tenerife necesita como el comer un jugador de perfil creativo, capaz de distribuir balones, hacer kilómetros y canalizar el juego. Lo incomprensible de la salida de Corredera, ahora en el fútbol ruso, es que se le enunció por activa y por pasiva –en conversaciones telefónicas auspiciadas por el máximo accionista– que sería el referente y líder del proyecto. Se le traspasó con el mercado cerrado, sin opción a hallar un recambio de garantías. Antes, se dio pasaporte a Pablo Hernández, de condiciones semejantes; y la solución que ha encontrado Mel es un juvenil aún tierno aunque con muy buena pinta: Aarón Martín Luis. Para esta parcela llegó el único fichaje estival de rendimiento incuestionable, Yussi Diarra. Entretanto, Sergio se ha convertido en pieza esencial y aún se espera la reaparición de Aitor Sanz para dar equilibrio –en todas las vertientes– a un Tenerife roto en estos momentos.

El ataque

Al margen de que hay hombres como Waldo inexplicablemente apartados de cualquier protagonismo o influencia en el funcionamiento colectivo, lo que más se le cuestiona a los responsables de la configuración del plantel es que no fichasen a un nueve de garantías después de intentarlo (y fracasar) con el pretendido Soberón, que se fue al Real Zaragoza. La responsabilidad del gol recae en dos hombres veteranos como Enric y Ángel, que no andan finos. En el caso del barcelonés, su flojo rendimiento en el amanecer liguero parece la continuación de su aciaga última campaña. Para colmo de males, Yanis no le encaja a Mel, que prefirió dejarle en tierra el pasado fin de semana y llevarse a Fran Sabina, al que hizo debutar en Granada. Entre los pocos que sí dan el nivel, Luismi Cruz, al que se le ven innegables síntomas de desasosiego ante el naufragio colectivo. A día de hoy, es de los pocos que parece insustituible.

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