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Dani Fernández conquista a Pepe Mel: el entrenador apuesta por el joven de 16 años en su primer once

El jovencísimo canterano, de todavía en edad juvenil, fue la gran apuesta en la primera alineación del técnico

Sustituido al descanso, dejó muestras de su talento y personalidad

Dani Fernández, en una de sus intervenciones en la primera mitad.

Dani Fernández, en una de sus intervenciones en la primera mitad. / Andrés Gutiérrez

Luisfer Cabeza

Luisfer Cabeza

Santa Cruz de Tenerife

«Es un jugador zurdo. Tiene mucha calidad, puede jugar de extremo o de mediapunta, es rápido, tiene zancada y buen trato de balón y, además, finaliza muy bien. Se asocia bien y aparece entre líneas... Es un pedazo de jugador». Así definen en el Tenerife a Dani Fernández, la última gran joya de la factoría de Geneto. 

Algo similar debe haber visto en él Pepe Mel. Le ha convencido. Tanto, que fue su gran apuesta en el once del partido frente al Sporting de Gijón. El día en el que el técnico se estrenaba en su segunda etapa en la Isla, con el equipo contra las cuerdas y en medio de un ambiente enrarecido: el niño de 16 años al campo. 

Las dudas sobre su lugar de desempeño se resolvieron rápido. Luismi jugó por dentro, como segundo delantero, y Dani por la derecha. Siempre viniendo hacia dentro para participar en el juego, siempre con criterio y siempre con talento y personalidad. 

Lo primero que hizo fue recibir el cariño del público que poblaba las gradas del Rodríguez López. Lo segundo, robar un balón en la línea de fondo cuando Pablo García se confió y estuvo blando en el cuerpeo. Agarró la pelota y trató de tirar un caño para acabar forzando un córner. 

También corrió hacia detrás, un ejemplo fue el esprint de 40 metros para alcanzar a Queipo y recuperar una pelota perdida –no por él– que había dejado fuera de sitio a Mellot y amenazaba con ser peligrosa. Sacó incluso una falta. 

Después se le vio intervenir a la espalda de los centrocampistas rivales y correr al espacio cuando la jugada lo requería. Quizá en la banda no lucen del todo sus virtudes, pero no hay duda de que se trata de un futbolista diferente. 

Sustituido al descanso, la última de sus apariciones consistió en correr al espacio para recoger un balón largo, levantar la cabeza en línea de fondo y asistir a Gallego, que no acertó a rematar. Había fuera de juego y un hipotético final feliz no hubiera valido. Ninguno de los dos protagonistas regresó de la caseta.

"No le ha podido la responsabilidad"

«Estoy contento con el chico, creo que lo ha hecho bien. Las veces que ha intervenido ha estado acertado y no le ha podido la responsabilidad del partido. Estoy contento», aseguró Pepe Mel en sala de prensa cuando se le cuestionó por el triple cambio al descanso. En realidad, al técnico no le preguntaron concretamente por Dani Fernández y tampoco por Medrano ni Gallego. De los dos últimos no hizo mención alguna, de Dani sí. Quiere cuidarlo y protegerlo porque es consciente del talento que atesora y de la dificultad que conllevaba el duelo. Y el joven no le falló. Será el madrileño quien decida, durante las próximas semanas, si darle continuidad o buscar alternativas en el frente de ataque.

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