El Tenerife visita al Eibar entre la necesidad y la urgencia

Ipurua y el Eibar no parecen ni el campo ni el rival más propicios para que el Tenerife gane su primer partido de la Liga 24/25, pero nunca se sabe. Los argumentos presentados hasta la fecha por los blanquiazules son los de un equipo que no termina de definirse y que empieza a acusar los efectos negativos de un deficiente inicio de curso –un punto de 12–: inseguridad, nervios, prisas... O lo que es lo mismo, todo lo que generan las temidas y, a veces, inexplicables dinámicas negativas. Dinámicas, eso sí, que pueden dar un giro con un único resultado. Es lo que necesitan los de Óscar Cano. Urgentemente. Lo buscarán este sábado (15:15) con la dificultad añadida de que se enfrentarán a un rival que es justo lo contrario, un equipo que ya se sabe la lección, un Eibar hecho y madurado bajo el manejo de Etxeberria en su segunda campaña en el cargo.

Y no es que los guipuzcoanos hayan protagonizado un inicio de Liga perfecto, pero no han perdido –dos triunfos y dos empates en casa y fuera a partes iguales– y ya se han posicionado en el que ha sido su hábitat natural desde que bajaron de Primera División en 2021, la zona de ascenso y promoción.

Es un Eibar que ya no cuenta con futbolistas como Stoichkov, Tejero, Berrocal, Aketxe o Luca Zidane, pero que, visto lo visto, ni ha perdido potencial ni se ha descompuesto. Al bloque formado por Arbilla, Corpas, Matheus, Sergio Álvarez, Bautista y compañía, se unieron este verano los fichajes de Fuzato, Carrillo, Jorge Pascual, Jon Guruzeta, Toni Villa y Antonio Puertas, entre otros. De todos, destaca el último. El ex del Granada ha marcado tres de los seis goles que llevan los eibarreses.

Un 1-0 en casa al Castellón para arrancar, dos empates a dos goles, en El Sardinero y en Ipurua frente al Levante, y un 0-1 en Albacete, gracias a un tanto en propia puerta del portero local, sostienen la racha del rival de un Tenerife que anda hambriento de puntos. Solo tiene uno, el conquistado en Cádiz (2-2) en la tercera jornada. No hubo manera en el decepcionante debut en Elda (2-1), y el Heliodoro tampoco fue productivo: 0-1 ante el Almería y el Racing. Todo, para dejar colistas a los blanquiazules.

El Tenerife no pisaba el fondo de la tabla de Segunda desde septiembre de 2015. Como ahora, con un 1 de 12, pero con más goles en contra (11), también fue último en la cuarta jornada. La reacción llegó en la quinta con un 0-2 al Llagostera, pero no fue suficiente y el club terminó cambiando de técnico:Martí por Agné en noviembre.

Ahora también se habla de eso, de relevo en el banquillo. Demasiado pronto, pero la competición no espera a nadie. «Soy entrenador y sé las reglas de juego y lo que pasa con los resultados», asume Cano con la esperanza de que algo cambie en Ipurua. De entrada, no repetirá el once de la derrota ante el Racing. Al menos, es lo que dejó caer. Algún que otro matiz, pero «no una revolución». En ella ya no entrará Corredera, cuyo traspaso al Khimki fue noticia el viernes. Tampoco Aitor Sanz, que no termina de recuperarse de una lesión de rodilla que sufrió a finales de la campaña pasada, ni Medrano, ni Romero –menos, Amo–. La novedad es Marlos, el atacante colombiano fichado fuera de mercado.