CD Tenerife

Copa del Rey: el CD Tenerife busca los cuartos de final por sexta vez

El equipo blanquiazul no alcanza la penúltima ronda del torneo desde el siglo pasado, con Jupp Heynckes

Portada de 'Marca' que recoge la clasificación del CD Tenerife ante el Real Madrid.

Portada de 'Marca' que recoge la clasificación del CD Tenerife ante el Real Madrid.

Manoj Daswani

Manoj Daswani

Santa Cruz de Tenerife

Los cuartos de final de la Copa del Rey, a 90 minutos (o 120 y penaltis). El CD Tenerife se propone cruzar mañana un umbral que superó tan solo en cinco ocasiones y que ha permanecido fuera de su alcance desde el pasado siglo XX. Su última clasificación para la penúltima ronda del torneo copero fue en tiempos de Jupp Heynckes, cuando el club se paseaba por Europa y tenía la ventaja de acceder a la competición en las eliminatorias finales. Desde 1996, el equipo ha hallado su techo en octavos, ahí hasta donde ahora le ha traído de vuelta Asier Garitano.

60/61: La primera vez. Hace ahora 63 años de la primera clasificación blanquiazul para los cuartos coperos. Al Tenerife lo dirigoa desde el banquillo Heriberto Herrera, que se tomó muy en serio los envites de treintaidosavos frente al Salamanca y dieciseisavos contra el Elche; y superó a continuación al Real Zaragoza, con desempate incluido (1-0, 0-1 y 0-1). El tanto decisivo frente a los maños lo anotó Paquillo. El verdugo del representativo en cuartos fue el Atlético de los Collar, Griffa, Adelardo, Calleja y Peiró. El cuadro isleño soñó con la machada tras un buen comportamiento en la primera entrega de la eliminatoria (1-1) pero sucumbió con claridad en el Vicente Calderón.

61/62: Al año siguiente.Sin solución de continuidad, el club blanquiazul escribió otra de sus páginas más brillantes en la Copa del Rey y confirmó su idilio con el torneo. El Atlético Baleares fue su víctima en dieciseisavos y el Real Oviedo mordió el polvo en octavos (3-0 y 0-2). El Tenerife de los Colo y Justo Gilberto se quedó al filo de las semifinales en una muy competida eliminatoria de cuartos, donde su adversario fue el poderoso Sevilla. Tras empatar en los dos primeros duelos (1-1 y 0-0), el choque para dirimir la clasificación se lo llevó el cuadro hispalense en el Sánchez Pizjuán con un tanto que materializó Sosa. La competición aún se disputaba bajo la nomenclatura de Copa del Generalísimo y al equipo insular lo dirigía Josep Enric Rabassa.

75/76: La primera contra el Madrid. Cuando se habla del Tenerife como «bestia negra»para el Real Madrid, indefectiblemente todos piensan en las dos ligas que se le escaparon a los blancos en el Heliodoro Rodríguez. La hemeroteca, sin embargo, revela que tal condición empezó a ganársela el representativo en los años setenta. «Fue una eliminatoria memorable», evoca Alberto Molina, el futbolista que más veces lució la blanquiazul. Él formaba parte del equipo que, junto a Lanas, Lesmes, Lesmes, Esteban, Juan Miguel, Román,Justo Gilberto, Pepito, Jorge, García Murcia eIllán obró un triunfo colosal contra los blancos. También jugaron Toño y Salvador Mesa; y el representativo se impuso con claridad (2-0)en el coliseo capitalino con Felipe Mesones como director de orquesta. «Al Tenerife le bastó con defender», tituló Marca en portada tras el episodio de vuelta, cuando el Tenerife fue capaz de conservar su renta y salió indemne del Bernabéu. El solitario y tempranero tanto del mítico Santillana (9’) no fue suficiente para los blancos, que desplegaron todo su arsenal en su vano intento por superar al Tenerife. Jugaron Velázquez, Del Bosque, Amancio, Sol... pero un inmenso Mesones le ganó la partida a Miljanic. Luego, el Real Zaragoza apartó al Tenerife de las semifinales. Se impusieron los canarios en la ida(1-0)con un gol de Jorge que hizo soñar a la parroquia blanquiazul; pero la ida acabó con amargura (0-2).

93/94: semifinalistas por primera y última vez. Su condición de flamante equipo europeo permitió al Tenerife sentarse tarde a la mesa de la Copa, donde apeó al Valencia en octavos de final en una vibrante eliminatoria a doble partido. Decidió la inspiración de Chano, que firmó un doblete en el Heliodoro (3-1) que resultó a la postre definitivo, pues en el Luis Casanova –ahora Mestalla– la derrota fue por la mínima (3-2). En cuartos, el representativo rubrica una de sus mayores gestas en su centenaria historia en la Copa del Rey. Tras una ida memorable en el Heliodoro ante el Madrid (2-1) con tantos de Latorre y Dertycia, el cuadro de JorgeValdano acaba aplaudido en el Bernabéu, donde el público arrojó almohadillas contra los suyos. Impotente, el cuadro merengue fue arrollado en una auténtica exhibición de poderío a cargo del representativo, que se impuso con tantos de Aguilera y dos de Latorre, con arbitraje de Martín Navarrete. En el cuadro capitalino fueron expulsados primero Milla y Sanchís. La gran pena que aún lamentan los aficionados blanquiazules tiene que ver con el cruce de semifinales, donde el Celta de Chechu Rojo parecía una pieza asequible en la penúltima ronda. Una aciaga tarde en Balaídos, con el Tenerife repleto de bajas, condenó al representativo a la eliminación (3-0)y poco pudo hacer el cuadro blanquiazul en la vuelta. Lo intentó, pero fue inapelable el decisivo doblete de Gudelj (2-2).

95/96: con Heynckes. Con el técnico alemán a los mandos, el Tenerife también llegó a la antepenúltima ronda copera. Fue tras apear al Deportivo de La Coruña en octavos y con el Atlético como rival en cuartos. La ida, sin goles, dejó todo abierto y pendiente de lo que ocurriese en el partido decisivo en el Calderón. A las orillas del Manzanares no hubó más historia que la que escribió Luboslav Penev con un hat trick definitivo con goles en los minutos 18, 41 y 76. Desde aquel 15 de febrero de 1996, el club isleño no ha vuelto a jugar un partido de cuartos. De hecho, durante muchos años se tildó en numerosas ocasiones al Tenerife como un equipo «poco copero». Hay suficientes antecedentes como para desmentirlo, pero el caso es que su condición de club de Segunda en todas las temporadas del nuevo siglo, excepto dos, le ha complicado mucho el acceso a las eliminatorias definitivas. El anterior formato condenaba a los equipos de la competición de plata a enfrentarse entre ellos hasta quedar reducida su representación a la mínima expresión. Yaún así tuvo el representativo la suerte de cruzarse en el camino del Madrid bajo presidencia de Víctor Pérez Ascanio, el día que se rubricó la mayor taquilla de aquella triste etapa. En cambio, con el actual sistema, el Tenerife sí ha llegado a enfrentarse en numerosas ocasiones a clubes de Primera. A algunos los derrotó (Real Valladolid)y a otros les plantó cara (Villarreal o Athletic Club). El último tránsito hasta octavos fue con Rubén Baraja en el banquillo y la feliz experiencia copera valió de estímulo en la Hypermotion. Lo mismo busca ahora Asier Garitano, una vez la derrota inesperada contra el Elche ha devuelto las urgencias ligueras al representativo.

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