Garrido: «La Superliga es elitista y no defiende al fútbol»

El máximo accionista del club blanquiazul se muestra contrario a la creación de una competición renacida tras la decisión del TJUE de no multar a los participantes

Santiago Pozas, Juan Guerrero y José Miguel Garrido.

Santiago Pozas, Juan Guerrero y José Miguel Garrido. / Andrés Gutiérrez

Santa Cruz de Tenerife

Los clubes menos poderosos, y muchos que sí lo son, no ven nada clara la creación de la Superliga, competición que dejó de ser un proyecto imposible a raíz la decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de no sancionar ni a los equipos ni a los jugadores que quieran participar en ella. Entre los que se muestran contrarios, está el CD Tenerife. Aunque en el representativo son conscientes de que es algo que les queda lejos y que no se llevará a cabo de un día para otro, sostienen que también tienen algo que decir como miembros de LaLiga.

El máximo accionista del club, José Miguel Garrido, fue claro al asegurar que en la entidad insular están en contra de la creación de una competición que tiene «un carácter puramente elitista».

Es más, pidió a los impulsores de la Superliga que sean «claros y transparentes»en la descripción de sus objetivos. «Deberían decir que, realmente, se trata de una lucha de poder y no una defensa del fútbol, porque el fútbol no necesita que nadie lo defienda, se defiende solo y no es patrimonio de 15, 20 o 25 equipos, sino de todos aquellos que disfrutan del deporte», planteó ayer en Radio Club.

Garrido defendió la libertad de «manejar criterios y deseos», ventaja que no encuentra en las bases sobre las que se sostiene la Superliga. «Al final es una lucha de poder de clubes de élite que quieren gestionar sus propios recursos sin que nadie participe», argumentó.

El accionista de referencia del Tenerife puso el ejemplo de la Copa del Rey, una competición en la que todos los equipos participan en «igualdad de condiciones» para que «los más humildes y los de inferior categoría puedan beneficiarse de algo que es atractivo y que reparte mucho dinero». Ese ecosistema ideal se rompería si los clubes con más gancho optaran por no participar. «Iría en detrimento del fútbol modesto», dijo.

Garrido admitió que el Tenerife está «ahora mismo» lejos de verse cerca de la Superliga, pero desde su condición de equipo de una categoría profesional, considera que tendría «la opción» de llegar a ese nivel «por méritos deportivos». En cualquier caso, sostiene que el escenario sería diferente al conocido hasta ahora. «Hay un dinero que repercute en el fútbol base a través de la RFEF y la UEFA. ¿Quién nos garantizará que va a pasar lo mismo en una competición de carácter absolutamente privado?», cuestionó antes de dar la respuesta: «Nadie». Además, se mostró convencido de que la Superliga «afecta» a clubes como el Tenerife «desde el primer día».

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