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Así avanzan las operaciones de invierno del CD Tenerife

El colapso del Sevilla impide cerrar aún el acuerdo para la cesión de Kike Salas y en cambio sí ofrece buenas señales la negociación por Juan Cruz, el objetivo número uno

Juan Cruz, futbolista del Real Betis.

Juan Cruz, futbolista del Real Betis. / El Día

Manoj Daswani

Manoj Daswani

Santa Cruz de Tenerife

Sin grandes interferencias, pero a dos velocidades distintas. Así avanzan las gestiones emprendidas por el CD Tenerife para sus dos grandes objetivos en la ventana invernal, Kike Salas y Juan Cruz, ambos provenientes de la misma ciudad (Sevilla) aunque de colores diferentes. Desde la comisión deportiva blanquiazul aseguran que la prioridad es el extremo, una vez detectado en el análisis sobre las primeras 20 jornadas del campeonato del gran déficit del representativo está en los costados. Así se desprende de los dígitos ofrecidos por los presuntos suplentes de Waldo Rubio o Luismi Cruz cuando ambos han estado indisponibles. En el caso del pacense, no se le espera como muy pronto hasta finales del mes de enero.

Tal y como avanzó EL DÍA, el Tenerife ha recibido el visto bueno de ambos futbolistas codiciados para iniciar los contactos con sus respectivos equipos de origen. Kike Salas y Juan Cruz quieren venir, en el caso del primero de ellos además reforzado por las buenas sensaciones que halló en la Isla a lo largo de su primera experiencia a préstamo. En cuanto a Cruz, incluso ha pedido referencias sobre la Isla, el entorno y el propio club donde está dispuesto a afrontar la segunda parte de la temporada. Al hispano argentino le gustaría salir del Betis lo antes posible, por cuanto no están cumpliéndose las expectativas de protagonismo y relevancia que le trazó Manuel Pellegrini cuando vetó su salida en el mercado estival.

Ya entonces se alcanzó un pacto para que el cuadro bético diese facilidades para una posible cesión en enero, que está a punto de producirse. En el Tenerife creen haber ganado la partida a los otros pretendientes del atacante de Quimes (Elche y Zaragoza), pero no dan por segura su incorporación hasta que el préstamo esté sellado. Además, negocian –por indicación de la propiedad– que haya una cláusula de compra, condición casi indispensable para que el representativo acepte operaciones de este tipo, como así quedó de manifiesto en la venida en verano de Roberto López (Real Sociedad) o Luismi Cruz (proveniente del Sevilla).

El problema con Salas tiene que ver con la situación de colapso deportivo que viven en el Ramón Sánchez Pizjuán, ahora más ocupados de la deriva futbolística del primer equipo (cayó el pasado fin de semana en Son Moix) y de las consecuencias de la crisis. Hasta se ha llegado a especular con una posible salida de Víctor Orta, el hombre con el que se negoció por Cruz y ahora por Salas. Así pues, a una quincena de la reapertura del libro de pases, en el Tenerife son mucho más optimistas con Juan Cruz, su objetivo número uno. En su caso confluyen las voluntades de las cuatro partes intervinientes en la operación: los dos equipos, el futbolista y su agente, de la empresa Promoesport.

Entretanto, en el capítulo de salidas no se prevén más novedades de las que anticipó este periódico: la desvinculación de Dauda y la cesión de Pablo Hernández.

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