Superioridad sin gol del Tenerife ante el Levante
El equipo de Asier Garitano lo hace casi todo bien en el partido contra el mejor visitante de la Liga, pero no logra romper el 0-0

CD Tenerife-Levante UD / Andrés Gutiérrez

El CD Tenerife estuvo a la altura de un duelo de aspirantes, al nivel de un partido que podía poner al ganador con la misma puntuación que el líder. Jugó la mejor primera media hora de la temporada, al menos en casa, y, en general, fue superior en la mayoría de las fases a un Levante que se había presentado en el Heliodoro como el mejor visitante de la competición y que acabó dando por bueno el 0-0. El equipo de Asier Garitano lo hizo casi todo bien, pero le faltó lo más relevante, el gol. En realidad sí anotó uno, en el minuto 3, pero no valió. Fue anulado por el árbitro tras la revisión en las pantallas por un fuera de juego nada convincente para los blanquiazules.
La tarde había empezado con una sorpresa en la alineación. Garitano optó por recuperar el 4-2-3-1 tras hacer coincidir en Anduva a dos delanteros, Enric Gallego y Ángel. El once fue más o menos el esperado. Nacho ocupó el lugar dejado por el lesionado Medrano. Solo quedaba por despejar la duda del encargado de ejercer de extremo o interior derecho. No estaba Luismi Cruz, aún convaleciente de una rotura muscular. Ahí podían encajar Dauda, como ante el Burgos, Teto, Waldo en un carril en el que no luce tanto... Pero no, el técnico innovó con el debut como titular del canterano Jesús Belza, cuya participación con el primer equipo se había reducido a los minutos finales del encuentro contra el Espanyol, que no era poca cosa para un jugador que había dado el salto al primer equipo con la pretemporada ya iniciada.
La apuesta, en general, funcionó de inmediato. El Tenerife empezó mucho mejor que un Levante que no se presentó en el Heliodoro hasta la media hora de juego. Los 30 minutos iniciales fueron blanquiazules por todo, por actitud, dominio, criterio, profundidad, recursos, anticipación... El duelo había comenzado tan decantado, que no resultó nada raro que el Tenerife se adelantara pronto. Pero la alegría fue efímera. El gol quedó invalidado tras la revisión de una acción en la que, por lo visto en las pantallas, Roberto López había centrado en posición de fuera de juego para que Sergio González acompañara el balón a la red (3'). El Levante, que se había quejado de una supuesta falta por manos del cartagenero, pudo respirar aliviado.
Entregado, sin saber cómo tapar las vías de acceso, la escuadra azulgrana se las arregló como pudo para evitar males mayores ante el despliegue de un Tenerife que había entrado en escena con las ideas muy claras. Entre otras, haciendo daño por los costados, en los que Calleja había tenido que improvisar como consecuencia de las bajas —entre ellas, la del exblanquiazul Álex Muñoz–. Ahí extrajo todo su potencial ofensivo un activo Nacho para juntarse con Waldo y percutir una y otra vez. Pero el Tenerife estaba siendo mucho más que eso. También se apoyaba en las diagonales para buscar la espalda de los defensas, lo intentaba con un juego más elaborado en el que probablemente faltó algo de precisión y de pausa, dispuso igualmente de un par de faltas con barrera –Waldo y Corredera– con las que no llegó a inquietar a Andrés. Vamos, una producción ofensiva más que suficiente para haber logrado algo que no pasó, marcar. Y no fue por no perseverar. En esa primera hora se registraron siete remates, no todos bien dirigidos y sin contar el de la jugada del gol anulado de Sergio. En cambio, en el otro campo no pasaba nada de nada;Juan Soriano era un espectador más.
Con este panorama, Calleja buscó soluciones de inmediato. Realizó varios retoques y movió a algunos futbolistas dentro de la alineación para reforzar las bandas. De esta manera, logró que, al menos, el último cuarto del primer tiempo fuera más equilibrado. Esta etapa coincidió con la tregua concedida por un Tenerife que había bajado la intensidad y ya no ocupaba tanto el campo contrario. Normal tras su potente comienzo. Pero tampoco así pasó apuros en defensa. Como mucho, un centro cazado por Bouldini que terminó con el balón en la red, pero sin ningún efecto en el marcador, dado que el asistente había levantando la bandera por fuera del juego del pasador (38’). El balance atacante granota se había quedado en un remate de Oriol Rey tapado por la defensa (28’). Solo eso. Muy poco para un equipo con cartel de aspirante al ascenso, un Levante dispuesto a sacarse la espina de la derrota sufrida en el Heliodoro la temporada pasada, tal como había advertido su entrenador en la previa.
Lo cierto es que el Levante no pudo vengarse. De hecho, estuvo muy lejos de conseguirlo, pero tampoco salió tan mal parado como hace unos meses. Es más, no despreció un empate que se mantuvo durante una segunda parte mucho más pareja. Aún así, siempre fue el Tenerife el que estuvo más cerca de romper la igualdad. No llegó a contar con una ocasión clara, con un remate limpio, pero no dejó de buscarlo, ni en los 10 minutos que añadió el árbitro.
Garitano puso de su parte refrescando el ataque con Ángel, que llegó a coincidir con Gallego durante un rato. Poco antes, Mo Dauda había entrado por un fatigado Jesús Belza. El ghanés le puso empeño, pero no estuvo nada acertado. Eligió mal casi siempre, incluso en una falta, por un codazo a Capa, que pudo haberle costado otra expulsión y que se quedó en tarjeta amarilla. En la rueda de cambios también tuvo su oportunidad el canterano Alassan. En su caso, más inspirado.
Pero no hubo manera. Intenciones y voluntad más que eficacia en los metros finales. Fue la respuesta del Tenerife ante un Levante que se mostró más agresivo tras el descanso. Los valencianos volvieron al césped con la intención de que no se repitiera su frío arranque. Ejercieron una presión más alta y, por momentos, tuvieron más el balón. Pero ese paso adelante tampoco erosionó lo suficiente la resistencia tinerfeña. Dani Gómez (47') y Rober Ibáñez (71') maquillaron la pobre estadística visitante en los remates, sin crearle problemas a Soriano, que sí tuvo que intervenir para atrapar un balón tocado por Postigo con la frente, tras un saque de esquina (74'). Fue la única parada del portero blanquiazul.
Por contra, Andrés sí tuvo que estar más atento. Porque el Tenerife, impulsado por un Heliodoro con 19.151 espectadores, se resistió a firmar tablas y pudo recuperar su caudal ofensivo en la última media hora con apariciones de Waldo (60'), Ángel (63' y 64'), Gallego (65'), Alassan (81') y, ya en el alargue, de Amo y Mellot. Pero la superioridad y el deseo de ganar no encontraron esta vez el premio del gol y el duelo terminó en un empate, el segundo consecutivo después de un inicio de Liga con siete victorias y tres derrotas. Ahora, la doble salida a Elche y Valladolid y la Copa en medio.
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