El CD Tenerife se ha fijado dos propósitos principales para el próximo trimestre de competición: «Ganar todos los partidos que se pueda y renovar a los futbolistas que acaban contrato en junio». No son especulaciones, tampoco un vaticinio o un pronóstico respecto a las intenciones del club; son palabras del consejero responsable del área futbolística, Juan Guerrero, quien prioriza estos dos asuntos antes de llegar el mercado de invierno.
En la lista de futbolistas susceptibles de ser renovados hay seis nombres: Enric Gallego, José León, Nacho Martínez, Aitor Buñuel, Aitor Sanz y Juan Soriano. Éstos dos últimos casos son especiales por distintos motivos. En el caso del primer capitán, porque su posible continuidad en caso de ascenso ya se puso encima de la mesa cuando abordaron su más reciente ampliación de contrato.
En una reunión con la propiedad y el propio Juan Guerrero, Aitor deslizó que no le gustaría subir –si es que se consigue– y luego no disfrutar de las mieles del éxito en Primera División. Así que de algún modo se pactó que el propio Sanz tendría la última palabra sobre su futuro. «Será Aitor quien elija cuándo retirarse», explican fuentes del club, que garantizan luego un puesto preferente para el madrileño en el organigrama del representativo. De hecho, hay voces que en el club apuntan que reúne muchos requisitos para ser entrenador de éxito en un tiempo no muy lejano. Incluso, ya se está preparando para ello.
En cuanto a Soriano, su caso también entraña connotaciones especiales. De los jugadores con contratos perecederos, es probablemente el que tiene mejor cartel. Sus números y rendimiento hablan por sí solos. Está en el último de los tres años de contrato que suscribió con Juan Carlos Cordero en un vínculo que no establecía cláusulas de renovación automática. Así que la última palabra la tendrá el cancerbero de Benacazón, que ya en junio rechazó la proposición económica planteada por el club blanquiazul. «Vamos a hacer todo lo posible», coinciden Mauro Pérez y Juan Guerrero. La negociación se retomará en breve.
En cuanto al resto de casos candentes, es el optimismo es pleno. «Ya se le ha trasladado a los futbolistas que se les quiere renovar, eso antes de entablar conversaciones con sus agentes y pasar al plano económico», comentan desde la directiva. La primera respuesta de los futbolistas invita a pensar en un acuerdo satisfactorio. Hombres como Nacho, Buñuel o Enric están dispuestos a seguir y consideran Tenerife un destino idóneo para continuar su particular crecimiento, más todavía si se diese la hipótesis feliz del cambio de categoría.
Falta por ver si hay acuerdo en cuanto a las cifras, por cuanto el representativo no quiere hipotecar su proyecto futuro; y por otro lado tampoco quiere plantarse en el año 2024 sin tener estos asuntos resueltos. El paisaje cambia en enero porque para entonces estos jugadores ya estarán facultados –por la reglamentación FIFA vigente– para negociar con terceros. «Y esto les puede distraer», apuntan desde el consejo de administración, que ha dado instrucciones claras de atajar las renovaciones «antes de diciembre», certifica Guerrero.
No quieren distracciones en el tramo final de la competición. Y aunque no lo reconozcan abiertamente, tampoco quieren reproducir en el Tenerife casos como los que tuvieron por protagonistas al Pacha Espino o Amath, futbolistas que acabaron comprometiéndose para la temporada siguiente con rivales directos de los equipos a los que defendían.
Columna vertebral
En el club manifiestan estar relativamente tranquilos por haber conseguido en verano «prácticamente todos los objetivos propuestos, tanto en fichajes como en renovaciones». Con la excepción manifiesta del portero Soriano, el club asegura que firmó «a los jugadores que se querían para mantener un bloque sólido, no solo para esta temporada»
«No vamos a hacer locuras», esgrime el consejero Guerrero. «Conforme vayamos renovando a futbolistas importantes, progresivamente irá reduciéndose el número que haya que hacer en cada ventana. Si este año han sido ocho, lo natural es que el año que viene sean menos», deduce el consejero responsable del área deportiva, quien se expresa en términos muy semejantes a los del máximo accionista, José Miguel Garrido.