Un dique de contención

Un muro de contención. El CD Tenerife quiere dar apariencia de dique inabordable ante los cantos de sirena (y algo más) que empiezan a surgir en forma de llamadas, intenciones y amenaza de ofertas por sus futbolistas más apetecibles. Que conste, ya son tres los equipos de Primera División que han preguntado por algunos de sus activos. En todos los casos se trata de futbolistas fichados durante la etapa de Juan Carlos Cordero y con contratos vigentes por más de una temporada. El discurso oficial se resume en tres palabras: «No se venden».

La primera noticia en relación al interés de un equipo de superior categoría por un futbolista blanquiazul tuvo por protagonista a Jeremy Mellot. El recorte producido en su cláusula de rescisión le convierte en un jugador todavía más apetecible que antes; y sitúa al representativo en una posición delicada a la hora de afrontar una posible negociación. Además, las conversaciones con su agente para una posible revisión de su contrato han pinchado en hueso. Así pues, el peligro es que en un año quede libre (como en su día Álex Muñoz) y no deje un solo euro en la caja de caudales.

En el caso de Mellot, es el Getafe el club que con mayor fiereza oposita por su fichaje. De hecho, ya se ha producido una primera llamada al Tenerife. Su representante, Kevin Parienté, reveló a EL DÍA recientemente que había interés de varios equipos y sugería que el galo podría «perfectamente» dar el salto y jugar en Primera. Pretendientes no le faltan. Y ganas de progresar, tampoco.

Algo semejante ocurre con Álex Corredera, con el agravante de que en su caso el equipo que sigue sus pasos con mayor fruición es el eterno y vecino rival. Las primeras especulaciones surgieron el día antes del ascenso de la UD Las Palmas, con lo cual hubo margen para preguntar al medio gerundense, quien respondió que no había «nada», más allá de su excelente relación con Xavier García Pimienta, actual técnico de los amarillos. Tal vez no hubiera gestiones en curso aquel día que Corredera fijó su posición ante los micrófonos, pero ahora sí. Ya ha habido consulta de la Unión Deportiva, que pide precio. La respuesta del Tenerife es la misma que en todos los casos: ¿Precio? La cláusula de rescisión. Y la de Álex es prohibitiva: ocho millones de euros.

La terna de futbolistas con pretendientes a la espera se completa, al menos de momento, con Soriano y los coqueteos del Cádiz con su posible contratación. La opción de que el cuadro gaditano se desprenda de su arquero titular (Ledesma) para hacer caja le sitúa ante la necesidad de reforzarse con un guardameta de campanillas. Y el andaluz Soriano ha demostrado alta fiabilidad bajo palos en el Tenerife. Los de la Tacita de Plata no llegarían ni por asomo a plantearse una operación por las bravas, como la que ejecutó el Granada por Milla, y piden al representativo que abra negociaciones.

La situación puede enredarse si el nuevo curso comienza y ninguno de los tres ha renovado sus respectivos contratos. Una de las premisas de la propiedad es que todos estos futbolistas estén bien atados antes de comenzar a competir. Por muchos motivos, pero sobre todo porque entienden que sería crucial para la cohesión del grupo y además elevaría los índices de compromiso de cada uno de los futbolistas con el proyecto blanquiazul. Sergio González, José León o Nikola Sipcic también tienen cartel y equipos preguntando a sus respectivos agentes. Y todos ellos han sido tanteados también por el Tenerife para una revisión y prórroga de sus contratos. El problema, tal y como avanzó este periódico, es que el club no ha conseguido seducirles con sus primeras ofertas, que pasan por una ampliación en años pero no en el salario del curso 23/24. Además, se les proponen cláusulas galácticas. De 15 millones.

Suscríbete para seguir leyendo