CD Tenerife

Jony Vega: el buscador de diamante

Sus compañeros en el Laguna descubren la fórmula y receta para la captación de Jony Vega, el nuevo hombre fuerte en la cantera blanquiazul: «Es un número uno»

Jony Vega, ayer en la Ciudad Deportiva.

Jony Vega, ayer en la Ciudad Deportiva.

Manoj Daswani

Manoj Daswani

El CD Tenerife ha dado un viraje histórico en su política de cantera y ha relegado a otras funciones a los profesionales que estaban al frente de sus equipos filiales. Uno de los motivos es la muy evidente decadencia del área de fútbol base y su posición de creciente empeoramiento respecto a los resultados relucientes de su eterno rival; pero también ha sido crucial que el consejo de administración –en la figura del directivo Juan Guerrero y por recomendación de Suso Santana– hallase en el mercado a alguien de la solvencia de Jonatan Vega González (La Laguna, 1992). Para el gran público posiblemente aún un desconocido; para los jerarcas del Tenerife, una persona cuyo currículo, méritos, forma de ser y metodología de trabajo convencieron a la primera. «Un fuera de serie», aseguran desde el Laguna, su casa de las últimas siete temporadas.

«Le conocí hace unos ocho años», rememora Sergio Alonso, que ha sido su jefe en el cuadro morado. «Nos enfrentamos en un torneo de verano en el que coincidimos Andenes y Laguna y al acabar estuvimos hablando una hora y media. Él tenía solo 20 años pero se expresaba con unos conocimientos y una madurez que no eran acordes a su edad. Acabé diciéndole: tarde o temprano trabajaremos juntos», afirma. «Para entonces, Jony ya tenía muy claro cómo debía ser la estructura de un club, cómo había que trabajar la captación, etcétera. Como estaba en un equipo de barrio, no tenía más remedio que buscar y sabía cómo hacerlo para armar siempre una plantilla solvente. Se le veía madera», sentencia.

«Ya para el año siguiente, en el Laguna entra Carlos Ariño en la dirección deportiva y pensamos en Jony como entrenador. La conversación fue en Las Delicias y dijo que sí», continúa Sergio en su relato. Años más tarde, mucho más difícil ha sido la decisión de dejar la captación de la UD Las Palmas, donde le consideraban uno de sus mayores talentos, y enrolarse en el otro gran emblema del fútbol canario: el Tenerife. El club blanquiazul le ha dado plenos poderes. «Es normal que así sea», cuentan quienes fueron sus compañeros en el Laguna. «Lo va a bordar, pero necesitará tiempo. Los resultados en cantera no se consiguen de la noche al día», añaden.

Un acierto

Justamente Carlos Ariño es quien con mayor contundencia subraya que el conjunto blanquiazul «acaba de firmar una jugada maestra». ¿Por qué? «Porque Jony consigue siempre lo que quiere, está preparado para todas las labores que le han encomendado desde la directiva y en la captación es un profesional sobresaliente. Si realmente se va a apostar por la cantera y por la promoción del talento, han elegido a un número uno», celebra. En este sentido, explica que el Tenerife ha optado por reclutar a quien ha sido «un azote para ellos» durante los últimos años, llevándose a las filas del eterno rival «a Pedri y a Alberto Moleiro, pero también a otros muchos chicos de los que ahora se habla menos y llegarán lejos».

De vuelta al testimonio de Sergio Alonso, con el que Jony Vega formó un exitoso tándem bajo los colores del Laguna, destaca del nuevo profesional blanquiazul su versatilidad y vastos conocimientos. «Le pedí al club que fuera nuestro segundo entrenador y también preparador físico. Logramos muchas cosas y la guinda al pastel fue jugar con el Granada en el Heliodoro en la Copa del Rey. Como persona, es muy cercano, familiar, se le coge cariño rápido y siempre se desvive por los demás. En ese sentido es igual que su hermano Edu. Y además tiene mucha personalidad. Como profesional destaca por su intensidad, exige muchísimo a los demás y tiene a todos activos a su alrededor. Es algo que me agrada especialmente. En el grupo hacía que los chicos no se durmieran nunca y siempre contaran con su complicidad, porque es una persona muy implicada en los problemas de los demás. A los chicos que tenían situaciones difíciles en casa, siempre les ofrecía soluciones», afirma.

Con personalidad

Sus jugadores en el Laguna relatan un sinfín de anécdotas y todas resaltan por delante a la persona del profesional, aunque coinciden en que el Tenerife se lleva «a una de las personas más cualificadas del Archipiélago». «Es que podría trabajar en cualquier club de fútbol de España, en cualquiera», resume Ariño. Noé Dávila, futbolista suyo en el club morado, le define «como un currante». «Coincidí tres años y el trato era excelente. Era nuestro preparador físico pero también el responsable de otras parcelas en el club», recuerda.

«En el ámbito de la preparación del futbolista, no he visto nunca a nadie tan profesional en el fútbol regional. Cosa que a mí me encanta porque yo soy un apasionado como él», asevera Dávila, partícipe de aquella imborrable experiencia copera del Laguna en el Heliodoro. «Te lo definiría como un trabajador nato, pero también como una persona excelente porque siempre estaba a nuestra disposición. Le molestaban las actitudes de quienes trabajaban poco, pero en general la cercanía y el trato eran siempre buenos con todos», comenta.

Si tuviera que buscarle un pero, Sergio Alonso destaca «en realidad una virtud, que es la sinceridad, algo que se agradece mucho en el fútbol y en la vida». Lo que ocurre, añade el entrenador, es que «mucha gente no está acostumbrada a que le hablen tan directo, sin paños calientes».

Dávila detecta que «todos en el fútbol tinerfeño hablan maravillas de Jony en la captación» y señala que es metódico, analítico y muy perspicaz. «Todos los fines de semana sale a ver partidos, a estudiar equipos... Algo bueno tendrá cuando sus resultados han sido excelentes y han ofrecido el rendimiento que le han dado, por ejemplo, a la UD Las Palmas con algunos de sus descubrimientos», comenta el jugador.

A modo de anécdota, cuenta Sergio Alonso que «cuando fichaba a los jugadores, les ofrecía gratis entrenarles aparte y darles una rutina adicional». Así, la mayoría de ellos hacían dobles sesiones. «A mediodía con él y por la tarde en el campo con nosotros. Lo hacía de forma altruista, incluso se volcaba sin pedir nada a cambio en la recuperación de los futbolistas». Añade Ariño: «Además, es muy competitivo: no le gusta perder ni a las canicas».

Apuesta real

«Me alegra que el Tenerife apueste por esta vía. Quizás hasta encontrar el punto equilibrado tendrán que ir ensayo-error, ensayo-error... hasta que den con la tecla, pero confío en que Jony Vega sea una incorporación clave para ellos», augura Dávila, feliz de que al representativo llegue una bocanada de aire fresco con este fichaje. Ha puesto pocas condiciones pero sí ha pedido que le dejen trabajar y componer su propio equipo de trabajo. De su mano viene Manu Gámez, talentoso futbolista al que una lesión frustró su carrera y que recuperó la vinculación con el deporte justamente en la captación, para la que tiene «un ojo clínico», relatan quienes le conocen.

Buscadores de diamantes, Jony y él ya se han puesto manos a la obra para recomponer un proyecto de cantera que zozobraba e iba a la deriva. La encomienda es clara: frenar la fuga de talentos, revertir la dinámica decadente del Tenerife frente a la hegemónica Unión Deportiva y, lo más importante, recuperar el orgullo de pertenencia. Que las próximas generaciones de futbolistas encuentren en el representativo un sitio idóneo para crecer y formarse. Con paso firme e ideas claras, comienza una nueva etapa. «Han firmado al más cualificado de todos», explican de Vega González quienes, desde la admiración y la amistad, celebran con orgullo que el más aventajado de sus alumnos haya llegado adonde siempre quiso. «Al fútbol profesional».