Entrevista | Carlos Ruiz Futbolista del CD Tenerife

«Vendrán más cosas buenas para mí y para el Tenerife»

«Mi idea en el partido de ayer era devolver tanto cariño; aplaudir yo a la afición que siempre ha estado conmigo», afirma

Carlos Ruiz

Carlos Ruiz / María Pisaca

Manoj Daswani

Manoj Daswani

«Carlos Ruiz y diez más», había prometido Ramis, que cumplió su palabra y dio al granadino la opción de despedirse sobre la hierba del Heliodoro, su estadio talismán. El de Baza no revela sus planes de futuro pero sugiere que es probable que se quede a vivir en la Isla una vez que cuelgue las botas. Tenerife le ha marcado.

Acabó ayer una semana muy especial. ¿De sonrisas y lágrimas?

Estos días atrás sí había llorado mucho junto a mi mujer, leyendo y viendo las muestras de cariño que me ha enviado todo el mundo: afición, excompañeros, entrenadores que he tenido... Ha sido una semana con días muy duros, en los que he llorado mucho. Excepto en el acto, que estuve más entero de lo que había imaginado. Quizá era porque no me quedaban lágrimas (ríe). Pensaba que me rompería y que estaría llorando todo el rato. De hecho, les decía a los compañeros que estaba más nervioso que el día de mi boda. Por eso incluso me preparé un discurso, que fue el que leí.

¿Y el que más logró emocionarle fue su compañero Aitor?

Fue increíble. Sin duda alguna fue uno de los momentos más emotivos de la semana. Con Aitor más allá de la relación futbolística que tenemos, tenemos una amistad grande y para siempre. Hemos pasado momentos muy duros juntos, también momentos bonitos; y tanto dentro como fuera del campo hay una complicidad enorme. Fue muy gratificante escucharle decir lo que dijo.

¿Qué le ha emocionado más?

Todas las muestras de cariño. Han sido mensajes increíbles, cargados de sentimientos, de buenos deseos, de cariño y amor. Y sobre todo he sentido mucho respeto hacia mi persona y hacia mi trayectoria. Quizá los que más me llegan son los que me han enviado todos los compañeros que he tenido a lo largo de estas diez temporadas. Solo puedo dar las gracias, de corazón, y manifestar mi satisfacción por cómo se me quiere aquí en el Heliodoro.

Paulino Rivero ha remarcado estos días la unanimidad en el elogio.

Así es. No encuentro a nadie que haya tenido una mala palabra hacia mí; y eso es también muy de agradecer. Por eso decía el otro día Paulino que es un momento para celebrar. Me hace muy feliz sentirme tan querido por todo el entorno que hay alrededor de mi persona y alrededor del club. Solo puedo dar las gracias a toda la gente que quiere el Tenerife y que también me quiere a mí. Fue lo que quise hacer ayer: quería despedirme sobre el césped y he tenido esa oportunidad.

¿Dispuesto a que le cambie la vida con su próxima paternidad y la niña que viene n camino?

Será muy especial compartirlo todo con ella y enseñarle que de algún modo pude dejar huella a mi paso por la Isla y a mi paso por el Tenerife. Me habría gustado mucho que ella estuviese presente en algún partido mío, echarnos alguna foto y pasear juntos por el césped del Heliodoro. Pero si no pudimos hacerlo siendo yo futbolista, tal vez pueda ser como aficionados. Seguro que se dará el momento y lo disfrutaré igual, de la misma manera y con la misma intensidad. Dejo de ser futbolista, pero seré aficionado para siempre.

¿Se queda a vivir en la Isla?

Como he dicho estos días en varios medios de comunicación no me quiero cerrar las puertas de nada. Si hay un proyecto que me ilusione para seguir jugando al fútbol, lo estudiaré y tomaré la decisión de continuar. Y si tengo que dejarlo, lo que sí tengo muy claro es que primero quiero disfrutar de mis primeros meses de paternidad. Quiero disfrutar de mi hija y luego, cuando pases unos meses, tomaremos decisiones. Veremos hacia dónde vamos y cómo puedo orientar mi vida laboral. Pero de momento, si dejo de jugar estaré unos cuantos años en Tenerife. Es decir, me quedaría a vivir aquí.

Decía Ramis que deben quedarse, usted y él, con que la afición ha valorado más a la persona que al futbolista.

Sin lugar a dudas. Uno puede ser más virtuoso con el balón o menos, lo que queda cuando cerramos etapa es que las personas te valoren por cómo te has comportado, por cómo has ayudado a la gente que ha compartido club y vestuario contigo, por cómo has defendido a la institución y cómo has ejercido ese papel de representantes del tinerfeñismo que somos. Ese reconocimiento personal está muy por encima de cualquier gol, de cualquier jugada y de cualquier partido del que hayamos podido participar en estos diez años. Así que, con eso me quedo como dijo el míster. Y es un placer para mí recibir tantísimo cariño de todo el mundo.

¿Y cómo fue lo de ayer? ¿Le costó dormir la noche antes? ¿Fue un partido distinto a los anteriores 284?

Sin duda. Pero lo afronté con alegría, con la esperanza de que salieran bien las cosas y con el deseo de despedirme por última vez de los aficionados que tantos momentos han vivido a mi lado. Mi intención era devolver tanto cariño. Aplaudirles yo, porque se han portado de forma excepcional.

¿Estaba preparado para este momento?

Desde 2019 había ido asumiendo que estaba cerca el adiós. Ahora llega el momento pero el tiempo que ha ido pasado ha servido para asumir la situación. Toca aceptar que ya tocaba, pero vendrán más cosas buenas por el camino. Para mí. Y para el Tenerife.

Suscríbete para seguir leyendo