El día de Dertycia

Ante la aparente intrascendencia clasificatoria del partido, la de ayer fue la jornada de Óscar Alberto Dertycia (Córdoba, 1965). Diez años después volvía a la que siente que es su casa, el césped del Heliodoro Rodríguez, ahí donde escribió algunas de las más bellas páginas de su trayectoria profesional. «Feliz y contento de estar acá», confirmó Míster Proper, quien aprovechó el día al máximo. A mediodía se reunió e invitó a almorzar a una representación de las peñas blanquiazules; y por la tarde recibió una ovación de gala de su afición.

Nada que ver el recuerdo feliz que le dejó la jornada de ayer en comparación a su anterior visita, cuando recuerda que le trataron como a un desconocido. «Hacía diez años que no volvía; y sí que se extrañan los lugares donde uno fue feliz», aseveró el argentino, partícipe de la plantilla del representativo en los años de la UEFA. «Siento que aquí dejé una huella, o mejor dicho, una marca registrada. Estoy contento de comprobarlo en persona y me siento honrado de haber sido un jugador profesional, de haber elegido esta carrera. Intenté hacerlo de la mejor manera, siempre con respeto y humildad. El mayor logro de Óscar Dertycia es el reconocimiento de la gente y que te llamen para volver», remarcó.

Según dijo, presiente que el Tenerife está ante el momento de resurgir y de dar protagonismo a los niños de su cantera. «Ojalá los menudos de hoy sean los César Gómez, Toño y Redondo de mañana; y se enfrenten a unos Sanchís, Martín Vázquez o Butragueño. Aquí soy el hombre más feliz de la vida», fue uno de sus mensajes en el día de volver.

«Me quedo con el regocijo de que tanta gente disfrutase de nuestros éxitos y que el equipo se mantuviese tanto arriba gracias a unos buenos dirigentes. No solo llegamos, nos consolidamos y fuimos protagonistas», adujo respecto a la época gloriosa, que espera el Tenerife sea capaz de reproducir. En este sentido, cree que ahora el club está en muy buenas manos. Invitado para ser padrino de un torneo en Los Realejos (la National Cup), este periplo en la Isla concluyó para Dertycia de la mejor manera posible. «Me he sentido como antes», indicó exultante. Fue su día.

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