Ramis, "naturalidad" tras la despedida

Asegura que nadie se ha «desviado» después de su anuncio de no renovar. Insiste en que no ha negociado con otros equipos. «Aquí acertarán con nuevas ilusiones», prevé.

Luis Miguel Ramis.

Luis Miguel Ramis. / Andrés Gutiérrez

Julio Ruiz

Julio Ruiz

La semana posterior al anuncio de Luis Miguel Ramis de su decisión de no continuar entrenando al Tenerife a partir del 30 de junio, transcurrió «con normalidad». La vida de puertas adentro ha seguido como hasta entonces. El técnico mantiene el mismo compromiso y la misma profesionalidad, igual que los jugadores. «Estamos muy centrados», remarcó el tarraconense otorgándole la máxima trascendencia al partido contra el Leganés y a los cuatro restantes.

Ramis recordó que un cambio de entrenador, con la temporada terminada, es algo «natural» en los clubes de fútbol, y aseguró que, a un mes de que eso suceda con él y el Tenerife, en la plantilla que dirige nadie se ha «desviado» ni está haciendo «nada diferente» a lo realizado hasta ahora. «Estamos muy centrados en el equipo, en seguir con el mismo compromiso», apuntó sin dejar a un lado la parte sentimental, de mayor calado en su caso por los lazos que ya le unían al Tenerife y que no han perdido su efecto. «Todos los partidos en el Heliodoro han sido especiales para mí, me quedan tres y los pienso disfrutar a tope», dijo pensando en los encuentros con el Leganés, Levante y Burgos.

La «naturalidad» ha sido también la nota predominante en su relación con los jugadores. «Todo está siendo normal», señaló. «Hemos trabajado bien en una semana muy corta –hubo partido el lunes– y los futbolistas están súper comprometidos y en un gran momento», detalló convencido de que nadie se ha «desviado ni un centímetro» del camino marcado. «Siguen trabajando, escuchando, plasmando en el campo lo que se les pide...», aclaró Ramis, quien, no obstante, está viviendo esta situación de diferente manera con los más veteranos. Al ser consultado por la confesión de Enric Gallego de que le iba a «joder un poco» la salida del club de su entrenador, admitió que, por una cuestión de edad, ha tenido «un poco más de feeling» con blanquiazules como Enric que con «chavales más jóvenes que son un poco más fríos».

Con unos y con otros, seguirá adelante hasta el final de la presente temporada para defender, de la mejor manera posible, el que definió como su único «proyecto», ya que no ha negociado con ningún otro equipo. Solo anticipó que tiene previsto seguir entrenando, pero insistió en que no sabe dónde. «No me gustaría quedarme en casa», advirtió. «Pero mis cinco sentidos están en el Tenerife. Este era mi proyecto, pero creo que aquí no daremos el paso que quiero para la próxima temporada, así que daré un paso a un lado seguro de que el club va a acertar con sus nuevas ilusiones, sensaciones, palabras...», declaró.

Ramis pondrá fin a su segunda etapa en el Tenerife –tuvo una en los años 90 como jugador– sabiendo que el club no le cerrará las puertas, tal como indicó esta semana el director deportivo, Mauro Pérez. De hecho, su vínculo con la Isla va más allá de una relación laboral. «Afortunadamente, siempre he tenido la llave de mi casa cuando he vuelto a Tenerife», respondió el técnico el relación a una hipotética tercera experiencia en el representativo. «Como dice el refrán, ¿por qué no? No hay dos sin tres. Cuando pienso en Tenerife, lo hago con una sonrisa. Me hablan de Tenerife cuando no estoy aquí y sonrío, se me abren los ojos. Es un gustazo cualquier situación que tenga que ver con la Isla», comentó antes de matizar que, «obviamente», ahora no está en esa «situación», sino en la «contraria».

Ramis confesó que no tiene previsto convocar a los medios de comunicación para una rueda de prensa de despedida. «No tengo preparado nada especial», avisó. Eso sí, a modo de anticipo, admitió que solo se arrepiente de no haber conseguido volcar hacia los intereses del equipo algunos detalles que le impidieron sumar más puntos. «Las decisiones no se toman de un segundo para otro, están meditadas; pero como todas, son decisiones, unas son acertadas y otra no», resumió.

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