La última renovación

El club espera por Aitor y mantendrá para el futuro un bloque de 13 o 14 piezas

Aitor Sanz, durante un entrenamiento de la semana pasada.

Aitor Sanz, durante un entrenamiento de la semana pasada. / CDT

Manoj Daswani

Manoj Daswani

Descartada casi cualquier opción de continuidad para Shashoua y Carlos Ruiz, la única operación pendiente en el episodio de renovaciones es la del primer capitán.

El CD Tenerife mantendrá una base de 13 o 14 futbolistas para el curso venidero. Esto es, cimentará su proyecto de ascenso a partir del bloque construido por Juan Carlos Cordero antes de partir el ejecutivo deportivo con rumbo al Real Zaragoza. El conjunto blanquiazul ha afrontado exitosamente durante los últimos tiempos las renovaciones de Jerey Mellot y Teto, ambas aún bajo tutela del profesional cartagenero y con la aprobación de los nuevos gestores del club; y a continuación, por este orden, las de Elady Zorrilla, David Rodríguez y Enric Gallego. Ésta última iba a sustanciarse de todos modos, pero se produjo en virtud de una cláusula de ampliación automática por partidos oficiales jugados (60 en dos temporadas, computando solo aquellos donde el futbolista tuviera una participación equivalente o superior a 45 minutos de juego).

De este modo, a la actual comisión deportiva le queda solo un asunto pendiente: la continuidad en el proyecto futuro de una pieza esencial como Aitor Sanz. Su cuota de protagonismo y nivel de las últimas jornadas invita a que el madrileño aceptará seguir. Tal y como publicó EL DÍA, la decisión depende única y exclusivamente del propio jugador, al que los jerarcas del representativo consideran esencial dentro y fuera del terreno de juego. Así lo han verbalizado el máximo accionista del club, José Miguel Garrido; y también el consejero responsable de la parcela futbolística, Juan Guerrero.

Ha sido el propio AItor el que ha postergado su determinación final, con dos opciones encima de la mesa: renovación o retirada. En alguna comparecencia reciente, explicaba en este periódico que ya empieza a plantearse el futuro, con más certidumbres sobre el momento que sobre el desarrollo de su carrera a partir de ese momento crucial. Sabe más o menos cuando colgará las botas –será este año o el siguiente– pero no ha definido aún qué hará después.

En el club confían en una respuesta favorable de Sanz a la propuesta de renovación por un año y a la opción de seguir vinculado al club en otra faceta después de cerrar su prolífica y larga carrera en los terrenos de juego. También hay que abordar cómo será la despedida de Carlos Ruiz, que se aproxima al momento del adiós y que apenas ha tenido margen para jugar en el marco de la segunda vuelta.

Con contrato en vigor hay una larga lista de futbolistas que sobrepasa con creces la decena. Tras el partido del Viernes Santo en el Anxo Carro, Pablo Larrea anunciaba su deseo de seguir. Por minutos disputados y por rendimiento, es una de las dudas entre aquellos con relación vigente más allá de junio. Los fijos: Teto, Enric Gallego, Elady, Soriano, Mellot, Corredera... siempre y cuando no se produzca una venta a lo largo del próximo periodo estival.

Los que no seguirán

Mientras el caso de Aitor presenta muchos interrogantes, no los hay en cuanto a Carlos Ruiz y Sam Shashoua. El granadino se prepara para su adiós al Tenerife después de una larga singladura como blanquiazul, en la que casi paladeó las mieles del ascenso en dos ocasiones (2017 y 2022), pero sin éxito al final. En cuanto al inglés, se habían emprendido las primeras negociaciones para formalizar su continuidad, pero su última visita al quirófano casi descarta esta posibilidad, como también que vuelva a tener minutos en los partidos que le quedan a esta temporada.

Asunto muy diferente es el que atañe a los cedidos. Por un lado, están aquellos prestados por otros clubes y a los que el Tenerife le gustaría quedarse, por ejemplo Iván Romero y Kike Salas. La última palabra la tendrá el Sevilla, equipo propietario de sus derechos federativos. Y en el sentido inverso, hay futbolistas que han de retornar como Jorge Padilla, Yeremy Socorro o Rubén Díez. A éste último probablemente se lo quedaría el Deportivo –mediante negociación– si logra el anhelado regreso a Segunda.

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