Mauro asume por escrito el reto de hacer candidato al Tenerife

El nuevo director deportivo blanquiazul acepta una cláusula en su contrato que le ‘obliga’ a ubicar al equipo entre los ocho primeros al cierre de su primera temporada

Mauro Pérez estrecha la mano del presidente blanquiazul, Paulino Rivero.

Mauro Pérez estrecha la mano del presidente blanquiazul, Paulino Rivero. / CD TENERIFE

Manoj Daswani

Manoj Daswani

Francisco Mauro Pérez Gorrín (Santa Cruz de Tenerife, 1973) cumple sus primeros días en el cargo que siempre soñó. «Es el mejor día de mi vida profesional», apuntó en una sólida primera comparecencia ante los medios de comunicación en el momento de ser presentado en el Heliodoro Rodríguez López, el particular teatro de sus sueños blanquiazules. Eran sus primeras horas en el representativo, club donde estuvo en nómina para su filial pero nunca llegó a aterrizar en su primer equipo. Ahora, asume labores de dirección en un proyecto cuya ambición ha aceptado incluso por escrito: una cláusula de salida le obliga a ubicar al equipo entre los ocho primeros al cierre de su primera temporada, lo cual le garantizaría su permanencia en la institución hasta 2026.

"Se puede ser humilde y honrado, y a la vez defender a muerte lo nuestro", sugiere el tinerfeño

El profesional isleño completa el círculo que abrió su progenitor, presente en su puesta de largo y figura muy relevante en la historia de la entidad, en la que fue canterano y futbolista profesional. Pérez Gorrín inició de forma precoz su carrera en los banquillos a los 23 años y luego tuvo que emigrar para forjarse una trayectoria meritoria fuera de casa: Getafe, Rayo Vallecano, Lugo y Albacete, clubes éstos últimos donde ejerció como primer espada, privilegio reservado a solo unos pocos directores deportivos canarios. «Entiendo que suene mi nombre», fue su primera respuesta –a EL DÍA– cuando se le preguntó por las especulaciones y primeros rumores que le situaban en el Tenerife.

Mauro no tuvo mucho que pensarse la oferta del representativo porque ya trabajó en contextos y modelos similares, donde tuvo siempre que rendir cuentas a alguien que se jugaba su pecunio. En Getafe, el perfil era absolutamente presidencialista con Ángel Torres a la cabeza, lo mismo en Vallecas con Martín Presa, justamente el hombre que impidió la salida al Tenerife de Manu Fajardo, quien inicialmente estaba a la cabeza en las preferencias de la propiedad y consejo de administración blanquiazules.

Muy motivado

El nuevo director deportivo asume un doble reto: por un lado, el de saber adaptarse e integrarse en un modelo que ya arrancó motores incluso antes de la toma de posesión de los actuales administradores y que intenta coger velocidad de crucero desde la salida (a petición propia) de Juan Carlos Cordero. En este sentido, se ha encontrado con varias gestiones muy avanzadas y con una plantilla ya casi hecha (entre renovaciones, jugadores con contrato y otros apalabrados para el curso que viene). Incluso con la operación Ángel bastante cocinada, a falta de conocer la respuesta final del delantero centro, objetivo número uno del club para la demarcación de delantero.

Se fija en Quique, David Amaral o Toño como ídolos; y en Redondo y Rommel como grandes iconos

Pero Pérez tiene otro desafío adicional y que hasta la fecha era desconocido. Para garantizarse su permanencia en el cargo más allá del primer año, habrá de firmar una clasificación del Tenerife entre los ocho primeros de Segunda División. En caso contrario, el consejo de administración se reserva el derecho de separar caminos y cambiar de caballo a mitad del río. En todo caso, es solo una cláusula de ejecución opcional, no obligatoria. Porque la intención de los dueños del club es que Mauro se integre, como así ya está haciendo; y logre pilotar la edificación de un Tenerife ambicioso, tal y como demuestra la aceptación de este imperativo en el camino hacia su gran sueño: triunfar con el representativo. Se la juega el primer año. Y lo sabe, pero en eso está, ya trabajando en perfilar el proyecto y proponiendo nombres para el curso 2023/24. Que será, de algún modo, el que valide si el cambio de gestión ha valido para incrementar las opciones de ascenso de un Tenerife anclado a la mediocridad en la mayoría de sus últimas 15 temporadas.

Declaraciones

Pérez Gorrín efectuaba este lunes sus primeras manifestaciones después de las efectuadas en su presentación oficial. En una entrevista recogida por los canales oficiales del Tenerife, sugirió que el representativo «debe ser la expresión hacia todo el territorio nacional de lo que es este pueblo honrado, noble pero a la vez orgulloso de sus orígenes».

«Se puede ser humilde y honrado, y a la vez proteger y defender a muerte lo nuestro», sintetizó, en un primer mensaje que va en consonancia con el que sobresalió en su primer día, cuando manifestó su intención de «tinerfeñizar al Tenerife». Según dijo, su primer recuerdo del equipo blanquiazul fue el de «llegar muy pequeñito al Heliodoro de los arcos en la grada de Tribuna» y ver jugar al equipo en Segunda B. «No tengo el recuerdo de cuando mi padre jugaba, porque era muy pequeñito, pero tengo uno más emocional: el de ir a la zona de Gol, de General de Pie, en el ascenso de 1989 con el gol de El Gharef al Betis. Ahí celebramos la victoria con mucha locura; tenía solo 16 años y tenía la bandera blanquiazul a la espalda, como si fuera una capa», apuntó.

En cuanto a sus primeros ídolos, respondió que «lo fácil sería contestar» que es su padre. «Pero como soy muy de nuestra gente, nombraría a Quique Medina, David Amaral o Toño, que ascendieron a Primera División», añadió Mauro, quien considera que el jugador de mayor relevancia en la historia centenaria de la institución fue Fernando Carlos Redondo, «sin olvidar a Rommel Fernández».

Por último, habló el profesional blanquiazul de su estancia en el filial y quiso mencionar «a personas que ya no están», como Justo Gilberto, Yeyo Santos o Cipriano González, Ñito. «Les tenía un aprecio increíble y fueron grandes personas, auténticos maestros que me enseñaron mucho y me corrigieron todo aquello que hacía mal», completó. Ahora, asume un desafío superlativo. Uno de los más grandes de su ya extensa trayectoria profesional en los despachos de LaLiga.

Mes decisivo para Luis Miguel Ramis

En el club creen que Luis Miguel Ramis podría deshojar la margarita sobre su renovación en la semana posterior al partido con el Ibiza, sobre todo si se logra una victoria que selle casi matemáticamente la permanencia del Tenerife en Segunda. Pero también en caso de resultado negativo, vaticinan desde la cúpula de la institución. Todo apunta a que Ramis anunciará que no sigue, lo cual abriría un nuevo ciclo en el banquillo con la llegada de un nuevo cuadro técnico. Las opciones preferidas son Asier Garitano y Jon Pérez Bolo, como así publicó EL DÍA en su edición del 12 de marzo. Con los dos ha habido contactos formales; pero no hay un acuerdo cerrado que permita dar por hecho que ninguno de los dos vaya a ser el elegido.

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