Paso adelante de Larrea en una temporada «atípica»

Seis meses después, el centrocampista completa la mitad de un partido de Liga. Da por superada su lesión de rodilla que sufrió en mayo de 2022,

Pablo Larrea.

Pablo Larrea. / Andrés Gutiérrez

Julio Ruiz

Julio Ruiz

Jugar un mínimo de 45 minutos en un partido de Liga podría parecer rutinario para un futbolista como Pablo Larrea, pero los números indican que su participación durante ese tiempo en la reciente visita al Lugo fue algo aislado en una temporada que el propio centrocampista del Tenerife tilda de «atípica».

Cuando solo quedan ocho jornadas para que termine el calendario, las estadísticas de Pablo reflejan un único partido de Liga disputado de principio a fin, el disputado el 12 de octubre en el Heliodoro ante el Cartagena (0-0). Y para encontrar la última vez que intervino en una mitad entera, como pasó en Lugo, hay que apuntar al Mirandés-Tenerife (1-0) del 2 de noviembre. Por tanto, tuvieron que pasar seis meses para que actuara, al menos, 45 minutos, en ningún caso siendo titular.

Todo esto, en Liga. En la Copa del Rey sí tuvo una mayor presencia, pero tampoco tanta. En la eliminatoria contra el Lealtad (0-2) formó parte del once y no fue sustituido. Y en la siguiente, la de la eliminación a manos del Pontevedra (2-1), compitió de inicio, pero Ramis decidió dejarlo fuera en el descanso.

 Sus dígitos en la segunda vuelta son los más llamativos. Solo tres apariciones: una en el descuento de la visita al Oviedo, el 10 de marzo; un poco más en Mendizorroza, 23 minutos el 25 de marzo,y los 45’ del empate a cero con el colista.

Larrea salió «contento» del Anxo Carro, en lo «personal», por su cuota de protagonismo. «Me vuelvo a encontrar bien, ya tengo los problemas en la rodilla totalmente olvidados y eso me tranquiliza», asegura refiriéndose al esguince de grado 2 del ligamento colateral interno de la rodilla derecha y la rotura del ligamento cruzado anterior de esa misma articulación que sufrió el 9 de mayo de 2022 en Montilivi. Esa lesión frenó en seco su mejor momento como blanquiazul. En su primera temporada en el club, pasada la primera vuelta, Larrea empezó a tener regularidad en las alineaciones. De hecho, llegó a apuntar a ser uno de los fijos para Ramis con vistas a la promoción de ascenso. Pero el percance en el partido de Liga ante el Girona provocó que tuviera que ser testigo del playoff desde la perspectiva de un espectador más. Viajó a Gran Canaria y a Gerona con sus compañeros, pero sin opciones de tener minutos.

Después de recuperarse, sin la necesidad de pasar por el quirófano, inició una temporada que está siendo «atípica» para él. «No he podido dar el nivel que tengo por diversas circunstancias, pero creo que puedo aportar mucho», afirma pensando en el tramo final de la Liga 2022/23 y en la siguiente, ya que tiene otra campaña de contrato.

Por lo pronto, se esfuerza para poder alcanzar el ritmo adecuado de competición. Confiesa que todavía tiene «poco fuelle» y que le pesa el tiempo que lleva sin jugar con regularidad. «Trabajo para reducir esa fatiga que suele aparecer después de tanto tiempo sin competir, pero imagino que poco a poco irá desapareciendo», señala un futbolista que ha dejado atrás una «lesión muy importante» y al que le costó «una barbaridad» anular las «malas sensaciones» que tuvo. «Por suerte, me estoy volviendo a encontrar, estoy entrenando muy bien y la rodilla está respondiendo de forma espectacular, y eso es lo que más me tranquiliza», destaca Larrea, convencido de que está en el camino de recuperar su «nivel».

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