El objetivo del Tenerife vuela en los viajes

La producción de puntos a domicilio ha sido al argumento más repetido por los jugadores del Tenerife a la hora de exponer los motivos por los que el equipo no ha podido repetir la trayectoria que describió la temporada pasada. A falta de nueve jornadas para el cierre del calendario, los blanquiazules siguen como casi desde el inicio, instalados en la mitad de la tabla, ahora con 11 puntos menos que el sexto y un margen de 7 con el decimonoveno. Hace un año, a estas alturas del curso, estaban centrados en defender su quinto puesto, sin renunciar a subir por la vía directa.

Visto así se podría llegar a la conclusión de que estos dos Tenerifes están lejos en todo. Pero hay algún apartado de la estadística en el que el de ahora le gana al de antes. Aunque no lo parezca, el equipo de la temporada 22/23 tiene mejores registros en el Heliodoro que el del curso anterior. Como local ha sumado dos puntos más (29 por 27). En ambos casos el número de victoria es idéntico (8), pero no el de empates (5 y 3)y tampoco el de derrotas (3 y 5). Sí, el Tenerife que jugó la final de la promoción con el Girona en 2022 ya había perdido cinco encuentros en el Heliodoro en este mismo momento de la competición –Mirandés, Eibar, Las Palmas, Valladolid y Almería–. En cambio, el de ahora solo dejó de sumar en las visitas a la Isla del Zaragoza, Oviedo y Eibar.

Comparando las dos temporadas, de todos estos datos se desprende el principal motivo por el que el Tenerife 22/23 lleva varias semanas descolgado de la lucha por el ascenso. La causa no está precisamente en su recorrido en el Rodríguez López. La gran diferencia reside en la puntuación añadida en los viajes. Los dígitos de la 21/22 fueron de récord, difíciles de superar e incluso empatar. En los diecisiete primeros encuentros disputados a domicilio, ganó ocho y empató cuatro, o lo que es lo mismo, en la trigésima tercera fecha había sumado más fuera (28) que dentro (27). En cambio, el Tenerife del presente ejercicio no ha pasado de las 12 unidades en diecisiete intentos. Sus dos únicos triunfos tuvieron lugar en los campos del Burgos y el Cartagena (0-1). El resto, empates en Ponferrada, Albacete, Villarreal, Málaga, Santander y Oviedo.

En cualquier caso, se trata de un puntuación (12) que se podría considerar normal dentro de los números del Tenerife en su etapa más reciente en Segunda División. La media desde su regreso a esta categoría, tras el ascenso de la campaña 2012/2013, es de 15 en las diecisiete primeras visitas.

La cuestión es que, si se tienen en cuenta solo los resultados en el Rodríguez López, el Tenerife de la 22/23 presenta cifras de aspirante a jugar el playoff. Después de dieciséis partidos disputados sería octavo, con 29 puntos, dos menos que el sexto, el Huesca. En cambio, la clasificación de los puntos sumados en campo contrario indica lo opuesto, que solo podría conformarse con la permanencia. De hecho, solo hay cuatro competidores que han sumado menos que la escuadra tinerfeña en sus salidas, el Leganés, Ibiza, Lugo y Málaga.

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