Definitivo adiós blanquiazul al sueño de la promoción

Más de un centenar de seguidores blanquiazules se dieron cita en las gradas de Mendizorroza con la ilusión de presenciar un triunfo del representativo. No pudo ser, pero los peñistas de El Chicharro, la Ibérica, Ginebrita y Armada Sur, entre otros, se hicieron oír en el campo.

Tras el resultado de ayer en Mendizorroza, las opciones de soñar del CD Tenerife quedan reducidas a la mínima expresión. Apenas dan las matemáticas para visualizar un esprint final de ensueño que permita a los blanquiazules acariciar la sexta plaza. Así que a partir de ahora se impone pensar y construir el proyecto de la próxima campaña, con una duda capital y que tiene por protagonista a Luis Miguel Ramis, quien justamente había señalado que su futuro iría ligado a la cuota de éxitos de sus resultados. Con el playoff’ convertido en «quimera» –en palabras del propio jefe del banquillo insular–, más todavía se impone la sensación de que el final de su etapa esté próximo.

Tanto Paulino Rivero como José Miguel Garrido, presidente y máximo accionista, han fijado el límite temporal para despejar incógnitas en el venidero mes de abril. Entretanto, al equipo (y al propio Ramis) les queda el estímulo menor de sumar el mayor botín posible de puntos; y así ensanchar al máximo el tope salarial del curso 23/24, que viene condicionado en buena medida por el puesto final en la clasificación.

Con nueve jornadas por delante, el primero de los duelos aparentemente insípidos para el representativo será el sábado contra el Villarreal B, rival con los deberes hechos y la permanencia en el bolsillo. El consejo de administración ya ha anunciado incentivos para incrementar la afluencia de público, reto difícil por la coincidencia con el comienzo de la Semana Santa. En teoría, también habrá promociones frente el Ibiza. Entre uno y otro partido, el Tenerife visitará al Lugo, casi desahuciado. Abril da tregua porque los partidos son teóricamente más asequibles y el calendario, más benigno. En el camino hacia el final de la liga regular, el representativo jugará dos partidos consecutivos en casa (ante Levante y Leganés) y, entre sus desplazamientos a la Península, se estrenará como visitante en el Estadio Nacional de Andorra y concluirá su curso liguero contra el Real Zaragoza de Juan Carlos Cordero. El resto de oponentes serán Huesca y Burgos.

El déficit de puntos con respecto a la temporada pasada es ya de 14 puntos. A estas alturas, el representativo era quinto y contaba con 51. Había obtenido 16 triunfos, seis más de los que suma en estos momentos.

«La campaña pasada ya es pasado; toca centrarse en alcanzar cuanto antes los 50 puntos y luego a ver dónde podemos llegar», verbalizaba anoche en Mendizorroza el portero Juan Soriano.

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