Cien días con Paulino Rivero

La apertura del club, los contactos con instituciones, asociaciones de empresarios y otros equipos, o la mirada al abonado, entre las prioridades de la fase inicial del mandato

Paulino Rivero.

Paulino Rivero. / Andrés Gutiérrez

Julio Ruiz

Julio Ruiz

El 14 de diciembre de 2022 quedó grabado en la centenaria historia del Tenerife por el nombramiento de su vigésimo segundo presidente. En esa fecha, Paulino Rivero sustituyó a Miguel Concepción durante una junta de accionistas en la que también se formó un consejo de administración en el que continuaron Conrado González Bacallado y Samuel Gómez, y debutaron Alba Aula Méndez, Santiago Pozas, Juan Guerrero, además de Rivero. Con ellos nació un nuevo Tenerife, se puso en marcha un contador que llega este jueves a los 100 primeros días.

«Da más trabajo del que pensaba», confiesa el máximo dirigente blanquiazul, cuya agenda ha estado repleta de reuniones y gestiones. Encuentros con las principales instituciones –Gobierno de Canarias, Cabildo Insular...–, con asociaciones de empresarios, con otros clubes profesionales y de base –CBCanarias, UDGTenerife...–, con federaciones... Una de sus prioridades ha consistido en abrir el club a su entorno, recuperar conexiones perdidas, establecer otras... En definitiva, en pasar enseguida a la acción para desarrollar un meditado «plan estratégico de mejora de la gestión de la entidad». Un punto de partida básico que no ha tardado en dejar frutos.

Rivero no lo ha dudado a la hora de iniciar los pasos destinados a ofrecerle al público otra imagen y mejores servicios en el Rodríguez López. Los contactos con Pedro Martín y Concepción Rivero, presidente y consejera de Deportes del Cabildo de Tenerife, han permitido que se haya agilizado un proyecto con el que se arreglarán 17 baños del estadio. De forma paralela, se ha avanzado en la revisión del contrato de cesión del Heliodoro, con la idea de que el club sea el que gestione el mantenimiento de las instalaciones.

Rivero también ha querido darle valor al papel del abonado, figura sobre la que han girado las promociones activadas con el fin de ocupar el mayor número de butacas en la cancha blanquiazul. El récord estuvo en el reciente duelo con la UDLasPalmas, al que asistieron 17.998 espectadores después de que el club ofreciera precios especiales por la compra de las entradas conjuntas para este partido y el anterior, con el Eibar.

En clave de futuro, pensando en la campaña de abonados del verano que viene, asegura que los 13.119 aficionados que sacaron su carnet «se llevarán la atención preferente del consejo de administración», sin desdeñar la voluntad de «trabajar para traer a nuevos aficionados al estadio y tener potenciales abonados de futuro».

Durante el tramo inicial del mandato, el Tenerife se quedó sin director deportivo, por la renuncia de Juan Carlos Cordero, vacante que todavía no ha quedado cubierta, aunque las previsiones pasan por hacerlo en abril. Desde esa inusual situación, elTenerife pasó por el mercado de fichajes de enero de manera discreta, incorporando solo a los defensas Durmisi –ahora lesionado– y Kike Salas.

Rivero se estrenó en el palco del Heliodoro, como presidente, con el empate ante el Andorra (1-1). A partir de ahí, tanto dentro como fuera de casa, ha acompañado al equipo blanquiazul para ser testigo de cuatro triunfos –el primero, el 22 de enero en Cartagena, y luego ante Albacete, Mirandés y Las Palmas–, cuatro empates –Málaga, Ponferradina, Racing y Real Oviedo– y cuatro derrotas –Pontevedra en Copa del Rey y Granada, Sporting de Gijón y Eibar en Liga–.

En todo ese recorrido se animó a anunciar, con declaraciones a los medios de comunicación del club, la petición de información al Comité de Árbitros por lo sucedido en la visita a Los Cármenes, el 10 de febrero. En concreto, por la jugada del gol anulado a Elady por un fuera de juego que no pudo ser contrastado en la pantalla a causa de un fallo técnico. Rivero lamentó, de paso, la «cadena de errores» que había lastrando al equipo.

Cien días intensos y productivos con un único fin. «Todos trabajamos por una entidad, que es el Tenerife, y nos marcamos como objetivo hacerla cada día más grande, hacerla mejor, más ilusionante para la afición, y reforzar de verdad el orgullo de pertenencia a Tenerife y al Tenerife», remarca Rivero. El plan no se detiene. Del día 100 a un futuro prometedor.

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