Aitor Sanz no se recrea en la goleada a Las Palmas

El capitán del equipo blanquiazul prefiere no recrearse en el 4-1 a Las Palmas, porque «si te quedas pensando en lo que hiciste, te pasan por encima»

Aitor Sanz, en el derbi.

Aitor Sanz, en el derbi. / María Pisaca

Julio Ruiz

Julio Ruiz

«El fútbol me ha enseñado a ser un martillo pilón». Lo dice alguien que está entre los 40 jugadores con más partidos disputados en Segunda División (336) y que lleva diez temporadas consecutivas en el Tenerife. Ni en lo colectivo, cuando queda tiempo suficiente para que los blanquiazules se ilusionen con la lucha por entrar en el playoff y también para que se agobien con la permanencia, ni en el plano individual, Aitor Sanz baja la guardia. Ni siquiera se recrea con la goleada a la UDLas Palmas. «Si te quedas pensando en lo que hiciste, te pasan por encima», advierte el capitán del Tenerife.

Aitor tiene claro que «la alegría» del triunfo en derbi «quedará en el recuerdo», pero no se detiene ahí, porque «el fútbol te exige al máximo cada semana»y suele penalizar a los que sueñan despiertos. Es más, cuando se trata de enfrentarse a un rival del potencial del Alavés, como le pasará al Tenerife este sábado, ese riesgo es incluso mayor. De hecho, intuye que será un «partido muy difícil», no solo por el potencial del adversario, sino también por su necesidad de ganar después de cuatro jornadas con empates y derrotas. «El nivel de atención que tendrán tras estos resultados, será muy alto», avisa.

Será el primero de los diez partidos que le quedan al Tenerife. «Y queda tiempo para todo», considera el madrileño «Para agobiarnos con el descenso y para pelear por estar arriba, así que intentaremos ganar al Alavés, a muerte; y la semana próxima, a por el siguiente», expone siguiendo el ritmo constante de un «martillo pilón».

En particular, sitúa la clave en «estar juntos» en la visita a Mendizorroza para que «no existan duelos individuales» y no falten ayudas. Imagina el encuentro y llega a la conclusión de que el Tenerife será «capaz de sacar algo positivo, casi seguro», siempre que tenga la posibilidad de desarrollar su «forma de trabajar» sin sobresaltos.

E Futuro profesional. Pero lo de ir semana a semana no es algo que aplique solo a la competición. También es la línea que sigue en el plano individual, antes y también ahora, cuando su carrera está cerca de finalizar. Aitor sigue dejando en el aire la duda. Todavía no se sabe qué hará después del 30 de junio, fecha en la que se extinguirá su actual contrato con el Tenerife. ¿Aceptaría una renovación? ¿Se plantea la retirada?El futbolista no suelta prenda, pero no es porque no quiera responder, sino porque es partidario de «disfrutar del momento y no pensar más allá».

Por si acaso, procura exprimir cada experiencia que le brinda su profesión, por muy simple que parezca, desde un entrenamiento rutinario a un viaje con el equipo. A estas alturas, con 38 años, Aitor Sanz se lo toma de otra manera. «Como el final está tan cerca, uno lo disfruta más, incluso cuando llegan malos momentos», revela.

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