Trayecto sin incidentes de la afición amarilla hacia el Heliodoro

Los casi 700 aficionados de la UD Las Palmas entran en el estadio blanquiazul a la hora prevista y sin contratiempos. Éxito del dispositivo de seguridad desplegado en un partido de alto riesgo.

La hinchada blanquiazul recibe a la afición amarilla en el Heliodoro

María Pisaca

Julio Ruiz

Julio Ruiz

Los cerca de 700 seguidores de la Unión Deportiva desplazados a Tenerife para asistir al derbi, llegados en la mañana de este sábado a Santa Cruz por barco –la gran mayoría–, entraron sin incidentes en el Heliodoro Rodríguez López dos horas antes del comienzo del partido. Quedaron ubicados en el sector que las gradas altas de Herradura y San Sebastián, como en anteriores clásicos celebrados en el recinto blanquiazul.

El trayecto desde el muelle capitalino a la cancha se llevó a cabo a pie, un trayecto ligero, con muy pocas pausas, supervisado por un fuerte dispositivo de seguridad organizado desde la condición de partido de alto riesgo.

Una vez en tierra, los seguidores amarillos recorrieron un tramo de la Avenida Marítima, luego subieron por la Avenida San Sebastián y dieron un pequeño rodeo para no obligar al cierre de esta vía. Con cánticos de «poder amarillo», «chicharrero, no se te oye», «Tenerife es de Segunda B» o «Girona, Girona», la marea amarilla fue avanzando hasta el acceso al Heliodoro, realizado sin que se produjera la menor coincidencia con aficionados blanquiazules. A pesar de ello, se vivieron algunos momentos de tensión por el intercambio de insultos en la distancia. Sin más.

La avanzadilla grancanaria tuvo a componentes de la peña Ultra Naciente como protagonistas. Este colectivo organizó su viaje en avión y no coincidió con el grupo principal de simpatizantes amarillos. Una vez en Tenerife, fueron invitados a esperar a los demás aficionados en el puerto santacrucero.