Sabiduría y sentimiento

José Juan y David Amaral sostienen que el Tenerife «se juega mucho» mañana aunque Las Palmas vaya a tener más presión l> «En cantera nos ganan por goleada», admiten

David Amaral y José Juan Gutiérrez, ayer frente a la puerta de Herradura del Heliodoro Rodríguez López. | | MARÍA PISACA

David Amaral y José Juan Gutiérrez, ayer frente a la puerta de Herradura del Heliodoro Rodríguez López. | | MARÍA PISACA / Manoj Daswani

Manoj Daswani

Manoj Daswani

Maestros del fútbol canario, de la rivalidad sana y del respeto al enemigo, dos ilustres como José Juan Gutiérrez y David Amaral se prestan a una conversación infinita sobre los dos representativos, el derbi, el pasado y el futuro de Tenerife y Las Palmas. Hablan desde el conocimiento, pero también desde el corazón.

Historia viva de los dos equipos del Archipiélago, José Juan Gutiérrez Déniz (Santa Cruz de Tenerife, 1941) y David Amaral Rodríguez (Arico, 1958) suman un potosí de anécdotas, experiencias y partidos vividos en primera persona a las dos orillas canarias. Entre los que firmaron como jugador y como técnico suman exactamente 630 partidos en ambas aceras, aunque luego habría que añadir los que siguieron como comentarista de radio o televisión, en el caso de José Juan como delegado del primer equipo blanquiazul y, por último y por muchas veces, desde el perfil entusiasta del incondicional aficionado. «Que es donde más se disfruta y más se sufre», bromea Gutiérrez.

Amaral no le quita un ápice de trascendencia a la cita del Heliodoro Rodríguez (mañana, 17:30 horas) pese a la posición triste del representativo. «Como siempre, los derbis se ven y esperan con mucha incertidumbre pero también con una ilusión enorme por parte de las dos aficiones. Se busca hacer algo que llame la atención porque es el mejor escaparate», opina David, que fue técnico del Tenerife en otro clásico marcado por la aflicción y la melancolía. Aquella situación fue mucho más traumática, puesto que el cuadro chicharrero ya estaba matemáticamente descendido a Segunda División B; y en Gran Canaria se hablaba del «pasillo» que había pronosticado el entonces presidente, Miguel Concepción, en un exceso verbal que pagó muy caro.

«Muchas veces, un clásico te puede arreglar una temporada; otras veces no es así», señala el de Arico. Desde la óptica blanquiazul, está convencido David de que el ahora jefe del banquillo, Luis Miguel Ramis, se juega mucho este fin de semana. «A ver, es que el Tenerife necesita quedar bien ante su parroquia, aunque queda liga aún para decir que ya estamos salvados. Ahora mismo hay una diferencia abismal de puntos con Las Palmas y las cosas van diferente en un lado y otro. Pero el orgullo también es importante y a veces esto te puede impulsar», aduce.

«Al fin y al cabo, es el eterno rival y siempre es una satisfacción poderle ganar. Más que nada, porque juegas para el aficionado. Y el del Tenerife ha padecido una temporada que necesita de un alivio o de una alegría, llámalo como quieras», sugiere el exfutbolista y exentrenador de los blanquiazules. Entonces interviene José Juan, quien advierte de la tendencia a la duda que ya percibe en el seno de la Unión Deportiva. «En Las Palmas la presión va a ser muy grande este sábado y eso les está pesando también», señala respecto a los últimos tropiezos amarillos. Y da un dato: «De los últimos cuatro partidos, han ganado uno». «Yo lo único que espero es que el Tenerife dé la talla y no esté al nivel ínfimo de Siete Palmas, que pocas veces he salido tan hundido de un campo de fútbol», relata sobre el antecedente infeliz de la primera vuelta (3-1).

«Los derbis son siempre diferentes y no va a ser una excepción el de mañana sábado. También confío en que el equipo dé el máximo con la ayuda de la afición, que saque el partido adelante y ya tenga la permanencia segura, porque las cosas no están para más alegrías. Otro deseo mío es que el equipo sea protagonista, que no salga a verlas venir», asevera, entrando ya en materia estrictamente futbolística.

Del rival, envidia Gutiérrez la apuesta por la cantera, pero sobre todo el lucimiento de futbolistas amarillos nacidos en la isla del Teide. «En la plantilla de Las Palmas me gustan muchos jugadores, pero Alberto Moleiro está a un nivel imperial, está haciendo una gran temporada y luego han sacado un lateral buenísimo. Para mí, el que puede marcar las diferencias es justamente Moleiro. Mucho más que Loren, que no está demostrando nada y está ofreciendo poca cosa para el coste que ha tenido», anota.

Retoma Amaral. ¿Ganar vale de algo? «Sería conformarnos con muy poco, pero nos conformaríamos, claro que nos conformaríamos», sonríe. Luego, ambos ilustres y maestros del balón hablan de Kirian, de su talento y de satisfactoria recuperación.

Deseo compartido

«La alegría que a todos nos uniría es que tuviese minutos en el partido de este sábado», comenta el ariquero. «De él solo puedo tener bonitas palabras; tengo un trato muy cercano con este jugador y me alegro mucho de su recuperación. Estoy con Paulino Rivero: ojalá podamos verlo de blanquiazul», añade José Juan, quien le tiene «un cariño muy especial» a Kirian, con quien se siente identificado por muchos motivos. Aunque fuera en diferentes parámetros y circunstancias, no olvida que ambos –pertenecientes a distintas generaciones pero con muy parecidos sentimientos– tuvieron que abandonar Tenerife para integrarse en la orilla enemiga: «Y allí nos trataron fenomenal, a él y a mí».

A continuación, una pregunta con morbo. ¿Anhelan que suba Las Palmas? «Yo de verdad no le deseo mal a nadie. Me gustaría que subieran los dos, pero si no puede ser este año, pues no veo mal que suba la Unión Deportiva. El fútbol canario tiene que estar representado en Primera División y el jugador canario, también. Ya pasó una vez que uno arrastró al otro, cuando el gol de Marioni, y ese evidentemente es un antecedente muy marcado en la historia de los clásicos». Es palabra de David Amaral. Gutiérrez, entretanto, se limita a decir que «el derbi más bonito sería el que se juegue cuando ambos suban, pero quién sabe si será pronto».

Donde sí coinciden es en la necesidad de trabajar la cantera. «Al final, la labor de tantos años se plasma y tiene su recompensa. En eso Las Palmas nos gana por goleada. Esto es así, es un tema que el club lo sabe y tendrá que mejorar en este aspecto. Yo creo que lo que realmente pasa es que no pones el producto tuyo en el escaparate. Entonces, el debut del canterano causa extrañeza y, como no es habitual, se le pone más la lupa y se le señala. Hay que naturalizar las cosas. Los futbolistas deben tener continuidad. Y aparecer, no uno, sino muchísimos más».

Tiene valor añadido el testimonio de David porque con él debutaron unos cuantos: Ricardo, Ayoze, Jesús Álvaro... y Ángel, de cuyo regreso se habla. «Me alegro que sea con una oferta consistente, no como otras veces, que se ha quedado la cosa en nada», opina. Y dicho todo lo cual, vuelven los dos maestros a hablar de lo que más les gusta. Están frente a la emblemática puerta de Herradura, testigo de un sinfín de partidos extraordinarios, especiales, épicos... No parece que el de mañana vaya a entrar en los manuales de historia, pero ellos se lo toman como si fuera una final.

«Un factor crucial puede ser la progresión de Corredera, pero los partidos de rivalidad los ganan los bloques, no las individualidades. De verdad deseo un triunfo que sirva para que la gente salga contenta de sus asientos», afirma Gutiérrez. «El equipo tiene que darlo todo. ¿Nervios? No lo creo. Hay muchos futbolistas ya curtidos en experiencias recientes como la del playoff», concluye Amaral. Y la conversación se vuelve infinita. Un manantial de fútbol. Sabiduría y sentimiento.

[object Object]

Hay de todo en el baúl de los recuerdos blanquiazules de José Juan Gutiérrez, que guarda como oro en paño una fotografía con su admirado y querido Gilberto. Ambos lucen en traje y sonrientes; y son queridos de igual manera a las dos orillas del Archipiélago. La relación de Amaral con Las Palmas va mucho más allá de su periplo como entrenador amarillo. De hecho, fue la Unión Deportiva el club invitado a su partido de homenaje.

Ahora que soplan aires de cambio y esperanza para el Tenerife, tanto José Juan como David celebran el comienzo de un nuevo ciclo. «Que entre la pelota y se ganen los partidos es lo fundamental. Pero me alegra que desde la directiva estén haciendo las cosas bien. Tengo muchas esperanzas en la próxima temporada porque creo que tenemos historial, afición y muchos más argumentos para optar al ascenso», afirma Gutiérrez.

Amaral es mucho más explícito. «Esto no podía ser solo un equipo de unos pocos. Hablamos del Tenerife, del equipo de la Isla, de la provincia y, si me apuras, referente del Archipiélago. Se agradece que ahora lo podamos tocar, verlo y acercarnos. De ver las gradas vacías hemos pasado a ver unas gradas llenas, por no hablar del talante. Eso genera que la gente sea más del Tenerife».

Suscríbete para seguir leyendo