El Tenerife y la escalada de la esperanza

Desde una posición de partida similar a la del Tenerife, el Real Zaragoza de la temporada 2017/18 sumó 37 de los últimos 48 puntos y terminó tercero en la clasificación

Aitor Sanz, en el Zaragoza-Tenerife de la temporada 17/18.

Aitor Sanz, en el Zaragoza-Tenerife de la temporada 17/18. / LaLiga

Julio Ruiz

Julio Ruiz

¿Un equipo con 34 puntos y situado a ocho del sexto clasificado a falta de 16 jornadas para el final de la Liga, como el Tenerife, está descartado como candidato a jugar la promoción de ascenso? Las matemáticas dicen que no, que todavía tendría 48 puntos en juego y que al playoff se suele entrar con una media de 65. Otra cosa es lo que le permita la competición. Porque se supone que ningún competidor logra sellar un pleno en ese número de partidos. Ni los más productivos se acercan a ese registro. Sin embargo, los antecedentes demuestran que sí es posible protagonizar una remontada como la que necesitaría el Tenerife. En realidad, hay un único caso. La excepción que confirma la regla o la escalada de la esperanza, según se mire. Aunque parezca increíble, hubo un equipo en una situación similar que se coló en las eliminatorias para subir a Primera.

En la vigésima sexta fecha de la temporada 2017/2018, el Real Zaragoza era undécimo, contaba con 34 puntos y se encontraba a un distancia de ocho con el puesto más cercano de los cuatro de promoción. Dieciséis jornadas más tarde, al cierre de la fase regular de la Liga, era tercero, con 71; es decir, que en el tramo final consiguió quedarse con 37 de los 48 puntos por los que compitió. Aquel Zaragoza, entrenado de principio a fin por Natxo González –ahora en la UD Logroñés–, había seguido una trayectoria irregular hasta que, a partir de la 26ª fecha, fue capaz de engancharse a la lucha por el ascenso gracias a una racha al alcance de muy pocos, de seis victorias seguidas. Lugo, Nástic, Oviedo, Numancia, Lorca y Osasuna fueron cayendo frente a los aragoneses, uno detrás de otro, hasta que la serie se cortó con un 0-1 ante el Sevilla Atlético en La Romareda. A esas alturas, y pese a esa derrota, el Zaragoza ya era uno más en la pelea. Todavía no había pisado la zona playoff, pero sí había recuperado casi todo el terreno perdido. El déficit había pasado de -8 a -1. Ni con ese botín de 18 puntos de 21 pudo mezclarse con los seis primeros, pero tampoco tuvo que esperar mucho tiempo para lograrlo. De hecho, a la semana siguiente del tropiezo con el filial hispalense se situó sexto gracias a una victoria en el campo de la Cultural Leonesa. El Zaragoza había llegado, pero luego hizo algo casi tan difícil, defender su condición de equipo de promoción. Así fue. Terminó tercero, a cuatro puntos del segundo y con seis más que el séptimo. Le sobró.

En total, el balance en las 16 últimas jornadas de Liga fue de doce triunfos, un empate y tres derrotas.

La ventaja del goleador. En el sprint definitivo del curso destacó Borja Iglesias –ahora en el Betis–. El Panda, autor de 22 tantos en esa campaña, firmó doce dianas en unos 16 últimos encuentros en los que el Zaragoza tampoco tuvo que ponerle el cerrojo a su portería para progresar en su escalada: encajó 15 dianas, casi una por encuentro.

Un único caso. Desde que se estrenó el actual formato de ascensos, en la Liga 2010/2011, no se han dado más casos de remontadas de tanto mérito. Como mucho, las del Girona (-6) y el Huesca (-5) en las campañas 15/16 y 16/17, siempre a partir de a vigésima sexta jornada.

El desenfoque. Se suele poner como ejemplo lo que hicieron el curso pasado el Girona yLas Palmas para llegar al playoff, pero tanto gerundenses como grancanarios tuvieron el objetivo más a mano que aquel Zaragoza. Los catalanes ya eran quintos a estas alturas y los insulares tenían solo dos puntos menos que el sexto de la tabla.

El espejo de la 22/23. ¿Repetirá el Tenerife la escalada del Zaragoza? El tiempo dirá. Como referencia puede servir el camino que siguieron los de Ramis en las dieciséis últimas actuaciones del curso pasado, antes de disputar el playoff. En esa fase, el representativo añadió a su clasificación 23 puntos –siete triunfos y dos empates–. Si repitiera esa puntuación en lo que queda de Liga, finalizaría con 57 unidades, insuficientes para amarrar, como mínimo, la sexta plaza.

Ramis, como hace dos años. En cuanto a números, la situación en la que se encuentra ahora el Tenerife es muy parecida a la que vivió en la temporada 2020/21, la iniciada con Fran Fernández en el banquillo y continuada por Luis Miguel Ramis a partir de la decimocuarta jornada. Aquel Tenerife también se presentó en la fecha número 27 con una desventaja de 8 puntos con el sexto clasificado. ¿Qué pasó después? Consiguió recortar la diferencia en dos unidades tras ganar al Alcorcón por 3-1 en casa, pero ese fue su techo. Poco a poco se fue separando de la zona de promoción y terminó el curso con 15 puntos menos que el sexto y un total de 52 en su clasificación para conformarse con una permanencia desahogada.

El desenlace. Por cierto, aquel Real Zaragoza, el de la Liga 2017/18, no subió a Primera División. Se enfrentó al Numancia en las semifinales del playoff y ahí se quedó. Empate en Los Pajaritos (1-1) y victoria soriana en La Romareda (1-2). Ese año subió el quinto por la vía de la promoción, el Real Valladolid.

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