Ya fueron blanquiazules

Partido especial para Alfonso Serrano y Maikel Mesa, que regresan con el aval de la excelente campaña que está haciendo el Albacete l Su pasado genera controversia

Alfonso Serrano, durante su etapa blanquiazul.

Alfonso Serrano, durante su etapa blanquiazul. / E. D.

Manoj Daswani

Manoj Daswani

En diferentes roles y con vinculaciones blanquiazules también distintas, a Alfonso Serrano Mosquera (Valladolid, 1970) y Maikel Mesa Piñero (Santa Cruz de Tenerife, 1991) les unen su compromiso con el actual proyecto del Albacete Balompié, una de las grandes revelaciones del campeonato; y también seguramente ciertas connotaciones especiales cuando se les habla de la Isla y del CD Tenerife. Ambos pasaron por el equipo blanquiazul y sus respectivas filiaciones con el representativo generan cierta controversia por razones muy diversas.

Serrano formó parte del Tenerife en dos etapas diferentes. Al cerrar la primera de ellas manifestó de forma muy enigmática que el entonces presidente Miguel Concepción le había propuesto "algo inaceptable". El jerarca palmero, sin embargo, acusó al pucelano de presunta falta de compromiso, pues quería dejar construida una plantilla y luego marcharse sin hacerse cargo de los resultados que el equipo obtuviera en aquella temporada. Sea como fuere, a todos sorprendió que años más tarde volviese el pucelano, envuelto entonces de otra nomenclatura diferente para su cargo en un momento donde el entrenador era Álvaro Cervera. El desenlace fue rocambolesco, pues el técnico acabó destituido y fue Serrano quien eligió sucesor.

Director deportivo que más días pasó en el puesto durante el largo mandato de Concepción, dejó una herencia controvertida. Algunos fichajes muy buenos como los de Nino, Marc Bertrán o José Luis Oltra, entrenador del último ascenso a Primera; apuestas que salieron muy bien como la del Choco Lozano y por supuesto la rentable inversión en Luis Milla, que salió redonda. Ahora bien, la tormenta de fichajes y proyectos fallidos fue larguísima, de ahí que la afición tampoco le tenga especial simpatía. Eso sí, ahora triunfa con el Albacete, al que arribó en mayo de 2021 y tiene en puestos de privilegio tan solo año y medio más tarde.

Club amigo

Recientemente reconocía al Tenerife como "un club amigo" tras fraguarse por parte del representativo un fichaje que él también pretendía para el Alba: el de Iván Romero. A quien sí firmó Serrano para el queso mecánico fue a Maikel Mesa, canterano del Tenerife antes que futbolista profesional con la UD Las Palmas. De su etapa amarilla proceden declaraciones y gestos que no gustaron nada en la parroquia del Heliodoro.

"Siempre lo he dicho: a los equipos canarios les deseo siempre los mejor", manifestaba esta semana. Sin embargo, posiblemente tuvieran mucha más resonancia las palabras en las que dijo del Tenerife que era un club que le daba "un poco igual". Volviendo al presente, espera el profesional lagunero que esta nueva etapa sea fructífera y positiva para el club del Heliodoro. "Los cambios se hacen para mejorar y ojalá tenga el Tenerife mucha suerte para toda esa gente que quiere verle en la máxima categoría", verbaliza un Maikel que recientemente en las páginas de EL DÍA deslizaba orgullo por su propia carrera, con más de 200 partidos disputados en Segunda. "Guste más o guste menos, donde voy se me destaca por la profesionalidad", subrayaba.

Y con respecto al futuro, añadía Mesa: "En el mundo del fútbol hoy estás aquí y mañana dios dirá. Todo pasa muy rápido. La carrera que tengo no ha sido de dar muchos saltos. Cuatro años en Pamplona, cuatro en Las Palmas y luego sí que estuve temporadas únicas en Miranda de Ebro o Tarragona. Si estoy bien en un sitio lo que busco siempre es alargarlo. Pero si tiene que llegar el ir de un lado para otro estoy abierto a trabajar donde sea", indicaba un Maikel al que veneran en Albacete. Se perfila titular el sábado bajo el paraguas del proyecto de Serrano. Dos exblanquiazules que vuelven al Heliodoro.

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