La fragilidad de Waldo

El extremeño contabiliza apenas 788 minutos en liga y ha participado solo de la mitad de los partidos del Tenerife | Vuelve a ser duda para la visita de la Ponferradina

Waldo Rubio, de perfil durante un partido a domicilio.

Waldo Rubio, de perfil durante un partido a domicilio. / CD Tenerife

Manoj Daswani

Manoj Daswani

Waldo Rubio (Badajoz, 1995) es uno de los pocos fichajes de la última ventana estival que convence por rendimiento, no así por continuidad. Las lesiones se han convertido en el gran talón de Aquiles para el futbolista extremeño, que vuelve a estar entre algodones por culpa de una sobrecarga muscular que pone en entredicho su concurso este sábado en el primer partido del año en casa para los blanquiazules. Sea como fuere, su balance hasta la fecha no puede ser positivo. Suma Waldo apenas 788 minutos de competición y los partidos que se ha perdido (11) podrían ser este fin de semana tantos como los que ha jugado (12).

Rubio llegó en propiedad tras finiquitar su estancia en el Real Valladolid y pareció asentarse pronto en las alineaciones de Luis Miguel Ramis. Aterrizó en el once blanquiazul tan pronto como en la tercera jornada, después de debutar en la segunda con 20 minutos contra el Lugo. Pero ya son dos los parones largos para el pacense, el primero de ellos por una lesión cuya recuperación se alargo más de la cuenta y le hizo faltar a seis compromisos consecutivos.

Reapareció Waldo en el derbi y lo hizo otra vez para grapar su nombre al once, si bien en esta ocasión solo pudo concatenar tres partidos seguidos (ante Las Palmas, Real Oviedo y Alavés). En vísperas de ir a Villarreal, volvió a caer a la enfermería, de la que no ha salido hasta la fecha. Ramis aventuró que podría estar al 100% para esta misma semana, pero ya el último parte médico –justo antes del duelo de Málaga– apuntaba a una nueva sobrecarga como el motivo de su ausencia.

Por hache o por bé, al cuadro técnico blanquiazul se le amontonan los contratiempos. Y ni una vez sola ha podido el entrenador contar con todos sus efectivos disponibles. Sin ir más lejos, el pasado sábado en La Rosaleda no le faltó solo Rubio; también Corredera, que aún se recupera de unas molestias en el cuádriceps y ya a finales del pasado año advertía que aún no se veía completamente recuperado de su última operación.

Fichajes sin lucir

Unas u otras circunstancias han apartado a la mayoría de refuerzos veraniegos de la cuota de protagonismo para la que fueron reclutados por el exdirector deportivo, Juan Carlos Cordero. Tan solo dos de los hombres firmados en el periodo estival superan los 1.000 minutos de competición: Nacho Martínez e Iván Romero, éste indiscutiblemente el que más está convencido por su regularidad, influencia en el funcionamiento colectivo y capacidad para desequilibrar arriba.

En el polo opuesto, casos como el de Arvin Appiah, ya cortado por el representativo y justamente anunciado ayer como fichaje por parte del Málaga; y otro refuerzo fallido como Andoni López, que acumula apenas 66 minutos en la competición liguera y también tiene muchas papeletas para salir en la ventana estival. No en vano, ya se han iniciado las gestiones para fichar a un jugador más en su demarcación de lateral.

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