Imposible fuera de casa

El Tenerife solo suma seis puntos lejos del Heliodoro y sigue entre los equipos menos productivos a domicilio l> El año pasado profanó cinco campos en la primera vuelta

Los jugadores del filial ‘groguet’ celebran uno de sus goles ante la impotencia de Larrea y Mellot.  | | LALIGA

Los jugadores del filial ‘groguet’ celebran uno de sus goles ante la impotencia de Larrea y Mellot. | | LALIGA / Manoj Daswani

Manoj Daswani

Manoj Daswani

Era el último partido a domicilio de la primera vuelta y el Tenerife tenía una ocasión inmejorable para abrochar la victoria. Pero desperdició su renta de dos goles en media hora para olvidar, dejó escapar a un rival que permanecía invicto en su feudo desde hacía un año y volvió a mostrar su cara B. Fuera de casa, vencer le cuesta horrores.

Solo una victoria fuera de casa y apenas seis puntos lejos del Heliodoro. Producción ínfima para el Tenerife visitante, que ayer desperdició una ocasión inmejorable para profanar su segundo estadio en esta temporada. Lo había hecho en El Plantío, ahí donde nadie había vencido al Burgos; y estuvo a milímetros de hacerlo también en el Mini Estadi, territorio donde permanece invicto el filial del Villarreal desde hace 13 meses. De hecho, nadie le ha vencido desde que lo hizo el Alcoyano, cuando el Minisubmarino aún militaba en Primera RFEF.

Pronto llegará el cierre de la primera vuelta y el gran déficit de puntos respecto al exitoso curso pasado estriba en la flojera del representativo cada vez que sale de su estadio. El año anterior a estas alturas ya había profanado hasta cinco estadios: los de Fuenlabrada, Valladolid, Huesca, Leganés y Zaragoza, algunos de ellos aspirantes al ascenso. El paisaje en este nuevo curso es desolador y el conjunto de Luis Miguel Ramis acentúa las diferencias entre su comportamiento como local, donde saca adelante la mayoría de partidos; y sus problemas en su versión visitante.

Ayer dio la impresión de que el fútbol de los blanquiazules empieza a recuperar señas de identidad del curso pasado, cuando el Tenerife firmó récord de triunfos a domicilio e incluso superó los asombrosos dígitos de Rafa Benítez en el club isleño. Pero una vez más encajó goles evitables y se quedó sin más premio que el empate. Así, ya son cinco los envites oficiales que Juan Soriano colecciona sin dejar la puerta a cero, algo que el año pasado era más que habitual. La última vez que lo logró el andaluz fue frente al Huesca; luego, ha encajado contra Las Palmas, Alavés, Real Oviedo y ayer por partida doble contra el filial del Villarreal.

«El camino está claro, pero tenemos que trasladar la misma imagen notable que estamos dando en nuestro campo también a los partidos que no jugamos como locales», había pedido Ramis antes de emprender rumbo a este último partido liguero a domicilio antes del parón invernal. Dicho y hecho, durante buena parte del encuentro el equipo blanquiazul compitió, propuso argumentos y superó en muchas facetas del juego a su oponente. Pero inexplicablemente dio un paso atrás y se quedó sin la victoria. Una pena.

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