Unas dos horas antes del comienzo del partido entre la UD Las Palmas y el CD Tenerife, los casi 700 aficionados blanquiazules que agotaron las entradas concedidas por el club anfitrión para seguidores visitantes accedieron al estadio Gran Canaria, sin incidentes 

Los tinerfeñistas viajaron este mismo sábado en barco desde el muelle de Santa Cruz al de Agaete y se dirigieron en guagua directamente hasta el recinto de Siete Palmas, con tiempo suficiente para cumplir un estricto protocolo de seguridad. Tras el derbi, los 690 blanquiazules realizarán el trayecto de vuelta sin hacer noche en la Isla vecina.

La novedad ha estado en la ubicación de la afición visitante en el estadio, en un sector diferente al de otros derbis.

Los prolegómenos transcurren con normalidad, en la cuenta atrás del comienzo del partido, con ambiente de fiesta, aunque menor que la que se vivió en el playoff de junio. Eso sí, el punto diferencial ha estado en una variada Fan Zone en la que no ha faltado de nada, música en un gran escenario, restaurantes ambulantes... Todo, para animar la noche, más sí cabe, dentro de un clima de deportividad. Solo falta que ruede el balón.