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Derbi canario: Choque de estilos y de ánimos

La sed de venganza amarilla, la trayectoria alcista del Tenerife y la confrontación de dos manuales de fútbol diferentes marcan el primer derbi de la temporada | Será el primero coincidente con un Mundial

Luis Miguel Ramis, en su última visita a Gran Canaria. LaLiga

El gran clásico por antonomasia del balompié isleño asoma la cabeza en pleno Mundial de Catar y marcado por las trayectorias contrapuestas de ambos equipos protagonistas. Se dan dos coincidencias de signo diferente: Las Palmas se ha frenado justo antes del derbi del sábado (Gran Canaria, 21:00 horas) con cuatro pinchazos ligueros consecutivos –no ganó ante Huesca, Burgos, Eibar y Levante– mientras el representativo viene en clara dinámica alcista y con los ánimos por las nubes tras haber firmado tres victorias seguidas y otras tantas porterías a cero.

Un derbi diferente

Que nadie piense que fue cosa del azar la ubicación del Las Palmas-Tenerife en pleno sábado mundialista. Fue LaLiga la que hizo coincidir el duelo isleño con el comienzo de la cita catarí, según su presidente Tebas para poner la liga de en primera fila de escaparate. De hecho, el derbi será el gran acontecimiento futbolístico en su franja horaria, con el fútbol de oro parado y los encuentros mundialistas de ese día ya finalizados.

El manual de estilo

Podría decirse del envite entre blanquiazules y amarillos que también es un choque de estilos y maneras de concebir el fútbol. La de García Pimienta abraza el balón hasta llevar los índices de posesión del cuero a dígitos extraordinarios: la media amarilla supera el 66%, esto es, dos tercios de cada partido liguero. Entretanto, al Tenerife de Ramis le importa más bien poco conservar el cuero (46%) pero sí finalizar sus acciones. El representativo es primero en tiros al marco rival y contabiliza 156 en las primeras 15 jornadas, por solo 141 de su acérrimo rival.

Protagonismo canario

Otro asunto recurrente en vísperas del clásico es sacar cuentas y visualizar cuántos jugadores isleños jugarán en cada lado. De un tiempo a esta parte se había convertido el Tenerife en un solar para la cantera, pero justamente este curso ha emergido Teto como gran bandera y referente. No es casualidad que sea el único jugador del plantel que ha sido partícipe de todos los partidos oficiales disputados por el representativo. Y aspira a suceder el sábado a Suso en la galería de goleadores tinerfeños en Siete Palmas.

¿Quién es favorito?

Probablemente por potencial de plantilla, situación clasificatoria y factor campo podría decirse que parte con ventaja Las Palmas. No así por las dudas que envuelven al cuadro grancanario tras sus últimos envites. Ahora bien, en su feudo es mucho más solvente el equipo amarillo que el Tenerife a domicilio. Los números apuntan a que el conjunto de Ramis ha ganado solo una vez fuera del Rodríguez López; y que el de Pimienta cedió también una derrota en casa. Curiosamente, ambos resultados se dieron ante el mismo oponente: el Burgos. Los blanquiazules acumulan un exiguo bagaje de cinco puntos como visitantes; y se proponen alimentarlo con una victoria con pedigrí. La del sábado en el gran derbi.

Se evitaron en pretemporada

Aunque los dirigentes de ambos clubes eviten hablar de tensión o distanciamiento, hay argumentos suficientes como para concluír que hace tiempo acabó la aparente luna de miel entre blanquiazules y amarillos. Varios acontecimientos han enrarecido las buenas relaciones, sobre todo los relacionados con el tijeretazo al aforo durante los rescoldos de la pandemia, cuando el presidente de la UD se posicionó claramente a favor de cerrar al completo el Heliodoro. Más recientemente ha sido Concepción el que ha lamentado el exiguo número de entradas disponibles que Las Palmas ha cedido para la afición visitante. Y como cada uno de los últimos derbis ha sido sinónimo de alta tensión, ambos representativos se evitan cada vez que pueden. Por ejemplo cuando la organización del Trofeo Teide quiso emparejarlos con motivo de su aniversario; y se topó con la rotunda negativa del Tenerife por considerar inadecuado jugar un derbi cuando estaba tan reciente el recuerdo de los playoff.Justamente se presentará al duelo de este sábado la escuadra de García Pimienta con cierta sed de venganza, después de los blanquiazules se ganasen en Siete Palmas el derecho a jugar la final (por el ascenso) que luego ganó el Girona. Aún resuenan las palabras de Jonathan Viera y la «fiesta» que no lo fue.

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