El CD Tenerife llegará al clásico canario por antonomasia (sábado, 21:00 horas) en el mejor momento de la temporada y con la confianza muy reforzada después de tres triunfos consecutivos, dos de ellos ante equipos de la zona alta como Burgos y Huesca; y el otro en la Copa del Rey frente al Lealtad. El conjunto blanquiazul suma además tres porterías a cero seguidas y afrontará el duelo contra su acérrimo nivel en altos índices de autoestima y confianza. Lo peor, las bajas. A la de Borja Garcés por sanción se sumará la de José León, que cayó ayer al parte médico por una severa lesión muscular.
Con sorpresas.
El once inmediatamente anterior al del derbi trajo sorpresas notables. Elocuente la apuesta por Carlos Ruiz, recién recuperado de una lesión muscular; a la vera de Sergio González, que vuelve a convertirse en hombre incuestionable para Ramis. También llamó la atención la titularidad de Waldo Rubio, que también salía de la enfermería, en detrimento de un Elady que venía de hacer dos goles (ante Burgos y Lealtad). El ex del Valladolid aprovechó la ocasión y firmó un gol determinante.
Indiscutible Teto.
Nadie podía presagiar cuando comenzó la pretemporada en Pinatar Arena que el único futbolista partícipe de todos los partidos disputados en el campeonato (en la Liga y en la Copa del Rey) sería Teto a estas alturas del campeonato. Un nombre desconocido para el gran público durante el periodo estival y que se ha ganado su primer contrato profesional, amén de la condición de titularísimo para Ramis. Así llegará al derbi, que esta vez sí, afrontará el representativo con un tinerfeño forjado en su cantera como elemento fijo en las alineaciones y convocatorias.
Una baja segura.
Tardará en olvidar Borja Garcés que se perdió su primer clásico con el Tenerife por culpa de una estruendosa pero innecesaria protesta: «¡Qué puta vergüenza!», clamó ante el árbitro del partido de El Plantío tras conocer que habría 12 minutos de prolongación. Competición fue implacable con el melillense y le impuso un castigo de dos partidos que empezó a cumplir ayer. Así que faltará al derbi, donde se presume titular en su zona de influencia Iván Romero, que también estuvo en el once de ayer.
Y otra que se confirmó ayer.
Los contratiempos nunca vienen solos y a la baja de Garcés se sumará la de José León, que está teniendo un curso aciago que ahora se complica con una nueva lesión muscular. «Microrrotura en el bíceps femoral del muslo izquierdo», refleja un parte médico que le descarta para Las Palmas y para unos cuantos partidos más. Tampoco parece que Andoni (con una luxación) vaya a llegar a tiempo.
Los brotes verdes.
Cumpliendo escrupulosamente los plazos que le habían prometido en Estados Unidos, donde fue operado de su pubalgia, Sam Shashoua logró incrustar ayer su nombre en la lista de convocados. Su presencia y disponibilidad constituyen la mejor noticia posible antes de afrontar el clásico en Siete Palmas.
¿Y Corredera?
Puede ser el factor sorpresa en Gran Canaria. El jugador gerundense tiene marcado en rojo el partido en la isla vecina, aunque puede que para entonces todavía no esté totalmente restablecido de la lesión que le obligó a pasar por quirófano, como hizo también Shashoua. Verle en la lista de convocados sería un extraordinario estímulo para el representativo y la definitiva señal de que el mediocampista blanquiazul ya está listo para volver a aportar en la misma medida que lo hizo durante el casi exitoso curso pasado.
La afición, volcada.
El Heliodoro volvió a firmar un registro por encima de los 11.000 espectadores en uno de los muy pocos partidos en fin de semana en esta temporada con tantos encuentros en miércoles o viernes, días a los que parece abonado el cuadro blanquiazul. Sea como fuere, está siendo un año de gran química entre equipo y aficionados. Ayer quedó atrás el mal sabor de boca que dejó la derrota contra el Real Zaragoza y el equipo fue despedido con vítores y aplausos en vísperas de una de las citas más esperadas de la temporada. El representativo desprende inmejorables señales antes del derbi.
