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La eclosión más bestia

Teto es el primer canterano desde Ricardo que llega al primer equipo y suma diez partidos consecutivos l> A otros como Ayoze, Ángel o Vitolo les costó más asentarse

Teto, durante el último compromiso en casa ante el Cartagena. | | LALIGA

Ninguno de los futbolistas que salieron de la cantera y lograron asentarse en el primer equipo del Tenerife en el último decenio tuvo una irrupción tan fulgurante como la de Teto, partícipe de todos y cada uno de los partidos que ha disputado el representativo desde la jornada inaugural en Ipurua.

Hacía 16 años que no se producía en el CD Tenerife una eclosión tan bestial y un comienzo tan fulgurante como el de Alberto Martín Díaz, Teto, la noticia más feliz en lo que va de campeonato. Hay que remontarse al caso de Ricardo León, tan consolidado en el club que llegó a disputar más de 200 partidos, para encontrar un canterano que se asentara tan rápida y fácilmente en las alineaciones del primer equipo. Ningún otro de los grandes símbolos salidos de la factoría blanquiazul fueron tan constantes en sus inicios a escala profesional. Teto va para estrella.

Desde que en Éibar se produjese su debut con la elástica del representativo, se da la circunstancia de que su cuota de protagonismo ha ido en aumento (excepto en el partido reciente contra el Albacete, en el que fue suplente). Aunque asegura Ramis que todavía le cuesta completar 90 minutos, ya lleva un puñado de titularidades y, lo más elocuente, diez partidos consecutivos en los que ha sido utilizado –además de forma muy influyente– por parte de su entrenador.

Los números de Teto hablan por sí solos. Otros ilustres canteranos con mucho recorrido después, entre ellos Vitolo, Ángel, Ayoze García o Jorge Sáenz no tuvieron un comienzo tan arrollador en sus carreras como blanquiazules. Solo puede asemejarse la constancia del 34 blanquiazul con Ricardo León, que firmó un estreno tardío (a los 22) cuando David Amaral le dio la alternativa en partido oficial contra el Nástic. Fue ante las numerosas ausencias en la medular y en un duelo que acabó en empate.

Las prestaciones del norteño fueron tan convincentes que luego fue utilizado de manera consecutiva entre las jornadas 22 y 31 de aquel campeonato, justo tantas como suma Teto en la actualidad.

Otro alumbramiento blanquiazul muy sonado fue el de Ángel Rodríguez, que años más tarde se coronaría como uno de los futbolistas tinerfeños de la historia con más goles en el fútbol profesional. Hizo uno el mismo día de su estreno en el Heliodoro (contra el Real Murcia), pero luego le costó hallar continuidad en los partidos siguientes. De los diez que vinieron después de su estreno, participó solo en la mitad. En cuanto a Ayoze Pérez, único canterano del club en sus 100 años de vida que ha sido traspasado a un equipo de la Premier, tuvo sus primeros minutos en Segunda B (frente al Alcalá) pero su cuota de protagonismo fue discontinua. Casi como el Guadiana, aparecía y desaparecía de las alineaciones e incluso hubo ocasiones en las que no fue utilizado. Valga como ejemplo que debutó en la jornada 18 del último curso del representativo en la competición de bronce y a renglón seguido no volvió a tener chance hasta la 22.

Semejante es el caso de Jorge Sáenz de Miera, otro tinerfeño protagonista de una venta millonaria. Sus primeros pasos con el primer equipo fueron en casa frente al Sporting, dos semanas después tuvo dos partidos consecutivos para volver a lucirse con los mayores; y luego se pasó hasta 17 jornadas seguidas sin un solo minuto.

Otros dos referentes del tinerfeñismo las pasaron canutas para encontrar su sitio. Probablemente nadie halló tantas adversidades como Vitolo, debutante en Primera en la tercera jornada del curso 2001/02 y que luego no volvió a jugar hasta un año después, en la segunda fecha del campeonato siguiente frente al Compostela. Tan repleto de complicaciones su caso como el de Suso, que tuvo que emigrar y volvió más hecho. Con Krauss, eso sí, jugó nueve partidos de diez desde se produjo su estreno en 2006.

Cristo Marrero, como Teto, también firmó su debut en una jornada inaugural (frente al Alavés, en 2003). Pero en su caso concatenó cinco partidos seguidos jugando –y no diez, como lleva el nuevo talento blanquiazul–. Ahora bien, el récord de los récords lo ostenta Ayoze Díaz y data de comienzos de siglo. Debutó en 2000 contra Osasuna y firmó nada menos que 42 partidos seguidos (tres de la temporada de su estreno y 39 de la siguiente). Un canterano como para quitarse el sombrero.

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