Pablo Larrea vuelve a sonreír. Tras su reaparición el lunes tras más de cuatro meses lesionado, el madrileño visitará el sábado con el CD Tenerife, a su anterior equipo, la SD Ponferradina, donde pasó más de dos años y fue «muy feliz». «Es un equipo que ha crecido mucho», advierte el centrocampista, que conoce «muy bien» al conjunto berciano y sabe que como local pone las cosas «muy difíciles». «Ya estamos trabajando en cómo hacerle daño para sumar los tres puntos, aunque no será fácil», según reconoció a los medios oficiales del Tenerife.

Larrea jugó casi media hora en el triunfo por 3-1 ante el Málaga, superando un periodo de inactividad en el que, según admite, pasó por «momentos muy duros», tanto él como su «entorno». Ahora está «muy contento por haber vuelto y con victoria» ante uno de los rivales «que mejor se ha reforzado en la categoría». «Agradezco a todos los que han estado ayudándome y apoyándome día a día, a los compañeros, y sobre todo al cuerpo médico, de uno en uno, por aguantarme durante todo este tiempo e intentar recuperarme lo antes posible», añadió.